jueves, 31 de julio de 2025

Hermann Bellinghausen (México, 1953)

 

Puede ser una imagen de fuego y fuegos artificiales 

 

 

FÓSFORO EN GAZA

 

La gota ronda
desplazada
lacrimal en fondo
hasta secarse
en el polvo
de los escombros
 
Tan niña la cara
del cansado gesto
que taladra las eras
de nunca jamás
 
Las alas cortadas
las ropas de casa en casa
desgarradas
perforadas
ensangrentadas
 
Nacen de muerte en muerte
y su dolor incomparable
nos muele y muele
hasta que prende
 
Bengala de repente
arde agoniza humea
El fósforo ennegrece
Incendia la nieve
negra negra negra
 
 
 
(Fuente: Poesía Hermann Bellinghausen)
*
Gaza de lejos. Foto: Médicos sin Fronteras

 

Susana Thénon (Buenos Aires, 1935 – 1991)

 

 

 

 

NO

 

Me niego a ser poseída
por palabras, por jaulas,
por geometrías abyectas.
Me niego a ser
encasillada,
rota,
absorbida.
Sólo yo sé como destruirme,
cómo golpear mi cabeza
contra la cabeza del cielo,
cómo cortar mis manos y sentirlas de noche
creciéndome hacia adentro.
Me niego a recibir esta muerte,
este dolor,
estos planes tramados, inconmovibles.
Sólo yo conozco el dolor
que lleva mi nombre
y sólo yo conozco la casa de mi muerte.
 
 
 
— Susana Thénon (Buenos Aires, 1935 – 1991) fue una poeta, traductora y fotógrafa argentina. Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires y contemporánea de Alejandra Pizarnik y Juana Brignozzi, perteneció a la denominada Generación del 60.

 

(Fuente: Oficio de Poeta) 

Fadwa Tuqan (فدوى طوقان, Nablus, Palestina, 1917-2003)

 

«Gritos ante la ventanilla de visas»

 

Versión de Juan Carlos Villavicencio




 
 
 
De pie en el puente pido pasar, 
pido pasar porque
me asfixio.

Mi aliento
roto se pierde bajo el ardor del mediodía.
Siete horas esperando…
¡Quién le corta las alas al tiempo!
¡Quién debilita nuestras piernas del mediodía!
Mi frente es azotada por el verano,
y mi sudor
es sal que cae sobre mis párpados.
Miles de ojos cuelgan 
como espejos adoloridos por la ansiedad que arde,
como signos en la paciente espera
ante la ventanilla de las visas.
¡Déjennos pasar!
Y luego retumba la voz de un mercenario
como una bofetada para todos:
«¡Árabes…! ¡Perros…!
¡Váyanse…! ¡No se acerquen al río!
¡Váyanse…! ¡Perros…!»
Mientras una mano cierra la ventanilla,
cierra el camino de salida
para nosotros.

Ay, pobre humanidad nuestra desangrándose, 
como un solo corazón goteando mirra
y sangre como veneno en llamas. 
«¡Árabes…! ¡Perros…!».
¡Odio mío que crece y enloquece más! 
Mataron el amor en mis entrañas. 
Cambiaron la sangre de mis venas 
por lava y alquitrán.


(Fuente: Descontexto)



 

Juan Gelman (Buenos Aires, 1930 - México, 2014)

 

 

MURIÓ MARA MADRID (Mara Elda Magdalena La Madrid Daltoe), una mujer generosa y hermosa, compañera de muchas batallas del siglo con el compañero poeta Juan Gelman. De años, lecturas y aventuras. Ella, además de detective, lectora de mentes. Ambos, amigos muy admirados. En lo que encuentro mejores palabras, van aquí dos poemas de Juan para Mara, con ella hoy tan presente:
 
 

NO SABE SER

 

Ese cantar casi río que
cunde cuando
la ventana se asoma a vos
con las tardes altas en la mano y
sabe de ti más que yo/esa
espiral que va
de vos en vos y entiende
el silabario de la pérdida
en el revés del ser/ese asiento
donde nadie se sienta y no
contesta otra pregunta que
lo que no se puede hacer /oh, bella
siempre nueva
entre animales del dolor/
entre abrís las palabras
para ver qué callaron.
 
*
 
 

RAZONES

 

Hay continentes tristes,
escuelas, talleres, cuarteles.
Las cosas tienen aspecto de
amistad mutilada y el amor
desea una verdad.
¿De qué le sirven ciencias que
le ladran la puerta que no tiene?
La luna en lunas del ropero
se liberó del cielo y
despierta entendimientos de lo amado.
La noche pasa como
nave lejana con dedos
que tocan sustancias íntimas.
Los movimientos del estar
nos preguntan qué ser.
 
 
Puede ser una imagen de 1 persona y texto que dice "Juan Gelman amaramara PINTURAS DE ARTURO PINTURASDEARTURORIVERA RIv RIVERA ~TEMBLOR TIMBLORDE TINBIORDECIELO DE CIELO" 
 
JUAN GELMAN: Amaramara, 2014.
Porta de Amaramara: Pintura de Arturo Rivera
 
(Fuente: Poesía Hermann Bellinghausen) 

 

Susana Cella (Buenos Aires, 1954)

 

 

 

 
 
 
 
Mosquitos cantando nanas en la nuestra oscuridad
revelan pasados no dichos
 
Y ese silencio nos ha poblado
Tánto
que deberíamos traducirlo
sin saber a ciertas qué ideograma o alfabeto
no se resistiría porque su sino es hablar ahí
donde cesan los idiomas, sus torpes letras, sus siempre fallidas interpretaciones
y quizá solo asista alguna tonada
música suave para el cruel que la desoye
música recia para el que la hace materia
 
Aleteo molesto y maravilla como mosquitos cantando nanas
por deshacer el mal que infligen sin saber ni querer
revoleando últimamente en zumbido sordo o música callada
lo que ha de escucharse y saber
 
Mucho más mucho de lo que supimos rumiar
Barruntar con igual inocencia y avidez de vida
inexperta pese a los acumulados tiempos de experiencia
 
Mucho y tanto
 
Expertos diríamos en esta rota supervivencia
que nos tala el alma hasta cansarnos
de fingir bruta normalidad
cuando lo más amado parece cuento
 
Y en un rayito torpe
se nos aparece una mentida condición
que no se anima a decirse verdad.

 

Vicente Zito Lema (Buenos Aires, 1939 - 2022)

 

Puede ser una imagen de 2 personas y texto que dice "ΜΕ 無 MATЛИ MEMAG ብብይማ ng"

 

 

A Rodolfo Ortega Peña (12.9.1936  acribillado por la Triple A, el 31.7.1974) 

 


"... Hemos debido dejar la patria/aquel paisaje que
Era nuestro espíritu.
Nos queda la memoria / los hijos / lo amado…
El sol que se aparece por la ventana ilumina esta pieza donde escribo
Palabras Palabras sin respuestas
Palabras como un abrazo
No tiene final un poema para el amigo asesinado
Tampoco tiene final esta lucha que nos envuelve y desgarra
La derrota es hoy la gran señora impía que todo lo corrompe.
Pero ella no es eterna
Volveremos del exilio.
Sin pactos con el exterminador.
Sin comercio de nuestros muertos.
O volverán nuestros hijos
Sé que tus hijos Rodolfo
Y mis hijos, y los hijos de cada compañero verán hacerse luz la pesadilla.
Verán hacerse alegría la sangre que vos dejaste
La verán crecer y convertirse en un manzano bello
Ese manzano, erguido y libre
Fuerte y puro como vos
Recibiendo los dones del cielo y la tierra
Ese manzano de naide
Es más que naide
Florecerá, lo agitará el viento
Nos dirá que la vida puede más que la muerte
¡Vamos Rodolfo! ¡Aléjate tristeza!
Es hora de andar" 
 
Barcelona. 1978
(Vicente Zito Lema. Poema a Rodolfo Ortega Peña, fragmento)
 
(Fuente: María Maratea) 
 

Antonio Méndez Rubio (Badajoz, España, 1967)

 

Hacia donde se van las nubes: poemas de "Peor que pedir" 



Peor que pedir (2025, Editorial PreTextos)




De qué //te sirve...Si esas flores/
hubieran sido de color amarillo/ ella lo
hubiera sabido tarde / o temprano. Así
que si / te pide, por ejemplo, / "define la fe en mí" /
o "¿te acuerdas de olvidar mariposas?" /
mientras se aleja como nunca antes... / tú
mira el cielo también irse y / haz
algo. Despídete. // Di sí.


                     



Esa necesidad // de claridad llega tarde.
Su luz / no es la que lleva signos hasta el borde
de la verdad. Que no se corresponda /
todo amor por ellas con esa realidad 
de la que hablas / es un fértil apuro justo /
para / toda // esa realidad.





NANA


MÉCETE, rama
sin caída, no digo
hacia mí —yo no
quiero nada de
nada: solamente
saber que te meces
sola hacia donde
se van las nubes
hasta desaparecer
—allí ya no estaré 
yo para verlo.




ALHAJA


QUIEN pide espera
de ese hostil jugueteo,
en el fondo del fondo,
lo peor.


                               


A TÉRMINO


¿SON flores de lavanda?
¿Empiezan a crecer o
no es momento para preguntarlo?
Demasiado tarde. Para ti. Demasiado
tarde para mí. No vas a seguir
así, ¿no? No vas a vivir
del todo. ¿De qué se trata entonces?
Tampoco tú, tampoco yo, ya ves,
respondemos con tiempo suficiente.
Quisiéramos no despedirnos de nadie.






HOJAS DE 1912

(FALLING LEAVES / METAMORPHOSES)

TIENEN esa virtud:
cada cual, nada más rozar la tierra,
se convierte al momento
en un brote de nada-por-aquí...

Se parecen a letras.

Porque tienen futuro
aunque no sea del todo: saben
cómo prender con papel
la llama al fuego.



 
Antonio Méndez Rubio nació en Fuente del Arco (Badajoz, 1967), donde fue nombrado Hijo Predilecto en 2023. Premio Ojo Crítico de Poesía de Radio Nacional de España (2005) y Finalista Premio Hiperión (1995).

Sus libros de poesía más recientes, editados con Vaso Roto (España/México), son Va verdad (2013), Por nada del mundo (2017) y Tanto es así (2022), además de Clic (seguido de excepto) (Olifante, 2024) y Peor que pedir (Pre-Textos, 2025).

Últimos ensayos críticos: Teoría de los umbrales (Lecturas de poesía) (La Documental, 2022), La escucha actual (Cátedra, 2022) y Fascismo de Baja Intensidad (La Vorágine, 2023). En torno a su obra se han publicado los libros Un lugar sin lugar (R. Molina / Universidad de Extremadura, 2022), El paisaje invisible (J. Fernández Gonzalo / Diputación de Badajoz, 2022), La fiesta del miedo (A. Cubero (ed.) / Chamán, 2023) y Torno (P. Aros / Varasek, 2023).
 
Ha traducido la novela Frankenstein o el Prometeo moderno de Mary W. Shelley (2022).

(Fuente: Laura Giordani blog)

 

Sharon Olds (San Francisco, EEUU, 1942)

 

 

 


 

Después de 37 años mi madre me pide perdón por mi infancia

 

Cuando te inclinaste hacia mí, los brazos hacia adelante
como alguien que trata de atravesar un incendio,
cuando te balanceaste hacia mí, gritando que
sentías mucho lo que me habías hecho, tus
ojos llenos de líquido terrible como
gotas de mercurio de un termómetro roto
patinando por el piso, cuando gritaste suavemente
¿A quién más podía acudir? ¿A quién más tenía? La
porcelana rota de tus manos se mueve hacia mí, el
agua que mana de tus ojos como la humedad
que sale de las piedras bajo mucha presión, yo no podía
ver lo que haría con el resto de mi vida.
El cielo parecía astillarse como una ventana
que alguien atraviesa, tu
cara pequeña destellaba como con
cristales rotos, con verdadero arrepentimiento, el
arrepentimiento de tu cuerpo. No podía ver como iban a ser
mis días contigo arrepentida, contigo deseando
no haberlo hecho, el
cielo caía a mi alrededor, sus astillas
brillando en mis ojos, tu viejo cuerpo suave
caído contra el mío horrorizada
te tomé en mis brazos, dije Está bien,
no llores, está bien, el aire lleno de
vidrios, no sabía lo que decía o quién sería yo ahora que te había perdonado.
 
 
Sharon Olds.
La materia de este mundo, Gog & Magog, Buenos Aires, 2015. Traducción de Inés Garland e Ignacio Di Tullio
 

(Fuente: de Graciela Cros, vía Cecilia Pontorno) 

Benjamin Fondane (Iasi, Rumania, 1898-campo de exterminio de Auschwitz, 1944)

 

Puede ser una imagen en blanco y negro de 1 persona 

 

de EL VIAJE

 

XVI

El mundo ha acabado, el viaje
comienza.
¿Hay un sol
en alguna parte?
 
Tenemos miedo de la vida,
tenemos miedo de la muerte,
de todas esas viejas canciones
de nodriza.
 
Llevamos con nosotros
el peso de una raza de ancestros
que amaron mucho esta tierra
como para no odiarla.
 
Hemos salido de la piedra,
dura y salvaje,
fuimos rocas, raíces,
nunca pájaros, nunca nubes
hojas de las cimas.
 
Los dioses, ¡ah!, están muertos.
Buscamos a los hombres. A los hombres
que no tengan miedo de acabar
lo que queda de los dioses.
 
 
 
__________________________
en "El mal de los fantasmas", Maldoror Ediciones, Vigo 2010. Trad. del rumano, Jorge Segovia. Véase también "In nomine Auschwitz. Antología de la poesía del Holocausto", Carlos Morales del Coso, ed., Citma/Última Línea, Málaga/Madrid, 2022. En la imagen, Benjamin Fondane (Iasi, Rumania, 1898-campo de exterminio de Auschwitz, 1944 / Yad Vashem)
 
 
(Fuente: Jonio González) 
 

Marcos Herrera (Buenos Aires, 1966)

 

 

LO QUE SÍ Y LO QUE NO

 

El dolor es un pronóstico. Vemos
en la pantalla a un tipo que
trabajó mucho para controlar su
tartamudez y poder decir
que hay 16 grados, pero que
posibles precipitaciones
avanzan desde el este y un
frente frío... Yo lo escucho y espero
que se equivoque y diga: “y un frente
frío va a congelar el corazón de
los que sufren”. 
 
El dolor se mueve como
un animal en una jaula en
un zoológico semi abandonado
en el que la gente entra gratis
y mastica y traga golosinas.
 
Los árboles entienden
a las tormentas: pueden ser
sus amigas o sus enemigas.
 
Los árboles entienden cosas
de árboles.
 
Yo estoy lejos de ser
un árbol y puedo escuchar
a toda la parentela que está lejos,
todos los miembros de mi familia
en sus respectivas casas
tomando mate o cerveza o café
o lo que tomen a esta hora.
 
Parlotean, a veces me nombran.
Soy persona no grata. Salvo
para mi tía Inés a la que le gusta
cómo la luz
gradual
cambia. Cuando la oscuridad
ya está instalada, la llaman, le dicen que entre.
 
-Un ratito más- dice ella.
 
Lo que duele son
las distintas perspectivas, tratar de medir
la vida para definirla. 
 
¿Cuántas definiciones podemos
aceptar?
 
***
 

Mónica Picorel (Bilbao, 1970)

 

TRES POEMAS DE VIDA SECRETA DE NUESTROS ANIMALES

 







Fenomenología del padre



Bebo de tu tristeza

esa prostituta sin agallas con maneras de rapsoda

a ti y a mí no van a crecernos madreselvas en los ojos

eso sé

eso, padre, es para otros

para los que vuelven del mercado santificados

y encalan las paredes con rutinas saludables

y limpian el suelo con fonemas que no encajan

y se van a la cama con la soga en la mesilla del lado

izquierdo

por si acaso algún sueño se hace indigerible.

Nosotros, padre, somos el hambre del perro mestizo.



―――――――――――



Intemperie



Gesto para un rincón de sábado

unido a la intemperie por una membrana fragilísima

donde respira una guerra

brillante

como un pez alzado sobre la arena



―――――――――――



Junco



Hablemos del padre

de sus pasos ardiendo la casa

de la granada que respiraba bajo la mesa del comedor

de la niña sobre una rayuela circular

de la mujer que camina la noche

doblegándose lo justo

lo estrictamente necesario.




Mónica Picorel

Vida secreta de nuestros animales


Baile del Sol

 

(Fuente: Papeles de Pablo Müller) 

 

W. H. Auden (EEUU,1907-1973)

 

 


 

 

Díganme la verdad sobre el amor

 
 
Unos dicen que es un niño
y otros que es un pájaro,
unos dicen que es lo que hace girar al mundo
y otros que eso es absurdo,
y cuando le pregunté a mi vecino,
quien parecía saberlo,
su esposa se enojó mucho
y me dijo que nada sabían ellos.
 
¿Se parece a un pijama,
o al jamón de los hoteles de retiro?
¿Su olor recuerda a las llamas,
o tiene un aroma reconfortante?
¿Al tocarlo es espinoso como un seto
o suave como pelusa de edredón?
¿Es afilado o sus bordes son suaves?
Díganme la verdad sobre el amor.
 
Nuestros libros de historia se refieren a él
con pequeñas notas crípticas,
es un tema muy común en
los barcos trasatlánticos;
he encontrado que lo mencionan
en notas suicidas,
y hasta lo he visto escrito
en las contratapas de guías ferroviarias.
 
¿Aúlla como pastor alemán hambriento,
o retumba como una banda militar?
¿Alguien puede hacerme una imitación
con una sierra o con un piano Steinway?
¿Cuándo canta es el alma de las fiestas?
¿Sólo le gustan las cosas clásicas?
¿Se calla cuando uno desea estar en silencio?
Díganme la verdad sobre el amor.
 
Miré en el interior de la casa,
no estaba allí;
busqué en Támesis cerca de Maidenhead,
y en el aire fresco de Brighton.
No sé lo que cantaba el mirlo
ni lo que el tulipán decía,
pero no estaba en el gallinero
ni debajo de la cama.
¿Puede hacer muecas extraordinarias?
¿Suele marearse con el balanceo?
¿Se pasa el día en las carreras,
o haciendo figuritas de alambre?
 
¿Tiene sus propias ideas sobre el dinero?
¿Piensa que es suficientemente patriótico?
¿Sus chistes son vulgares pero divertidos?
Díganme la verdad sobre el amor.
 
Cuando venga, ¿lo hará sin avisar
mientras me esté hurgando la nariz?
¿Tocará a mi puerta en la mañana,
o me pisara un pie en el autobús?
¿Llegará como un cambio de clima?
¿Saludará con cortesía o de mal modo?
¿Al final alterará mi vida?
Díganme la verdad sobre el amor.
 
/
Trad. S. Matías
 
 
(Fuente: Cecilia Pontorno) 

 

Nasser Rabah (ناصر رباح, Gaza, Palestina, 1963 /

 

 

 

 

 

HACE UN AÑO QUE NO ESCUCHO UNA CANCIÓN

 

Hace un año que no escucho una canción en la calle,
casi nadie baila en una boda,
el autobús escolar ni entra ni sale
y nadie compra una rosa para nadie.
Desde hace un año repartimos la asquerosa torta de la guerra,
sin olvidarnos de un niño, de un jardín, de un libro, de un deseo.
Durante el día entrenamos nuestros ojos para que naden en sangre,
para que no se mojen,y cometan un error
al contar nuestros miembros perdidos,
lo practicamos por la noche para iluminar el dolor,
y encender un fuego en la leña que espera.
Hace un año que no pasa nada.
y nada dejó de pasar.
Ven y abre tus ojos hasta el fin, oh muerte:
Somos la eterna víctima imposible,
que llora en silencio, sí,
y grita hasta rasgar las vestiduras del cielo.
Somos la herida que se abrió en el minarete,
cuya sangre dejó en el camino al Gólgota,
que a diferencia de todas las víctimas,
no ve al asesino de sus hijos.
No lo ves en las lágrimas,
no lo ves en el poema,
no lo ves:
no lo ves:
nadie puede ver la peste.
 
 
 
___________________________
en "Un sexto dedo en cada mano. Antología de poemas de Nasser Rabah", Op. Cit., 2024, edición digital de descarga gratuita. Traducción de David Wapner. En la imagen, Nasser Rabah (ناصر رباح, Gaza, Palestina, 1963 / Literal Magazin).
 

 

(Fuente: Jonio González) 

Yoko Ono (Japón, 1933)

 

"Pieza habitacional IV"

 


 
 
 
 
Cuenta cuántas palabras hay en el libro
en vez de leerlas.
Cuenta cuántos objetos hay en la habitación
sin clasificarlos.
Desatáscate la cabeza.
Desatasca tu habitación.
Ordena tu habitación
como te gustaría
que estuviera ordenada tu cabeza.
 
 

Yoko Ono en Toronja (1964), incluido en Periódico de poesía (5 de junio de 2023, UNAM, México, trad. de Ezequiel Zaidenwerg).
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras) 

 

Peter Handke (Austria, 1942)

 


CANCIÓN DE LA INFANCIA

 

Cuando el niño era niño caminaba balanceando los brazos,
quería que el arroyo fuera un río, que el río fuese un torrente
y que ese charco fuera el mar. 
 
Cuando el niño era niño no sabía que era niño, para él todo estaba animado y todas las almas eran una. 
 
Cuando el niño era niño no tenía una opinión de nada, no tenía costumbres, se sentaba a menudo con las piernas cruzadas o salía corriendo, tenía un remolino en el pelo y no hacía caras cuando lo fotografiaban.
Cuando el niño era niño era el tiempo de preguntar:
¿Por qué soy yo y no tú? ¿Por qué estoy aquí y no allá?
¿Cuándo comenzó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿La vida bajo el sol no es sólo un sueño? Lo que veo, oigo y huelo ¿no es acaso una ilusión del mundo ante el mundo?
¿Existen realmente el mal y la gente mala de verdad?
¿Cómo es posible que yo, el que soy, no existiera antes de nacer
y que un día yo, el que soy, no seré más este que soy?
 
Cuando el niño era niño, no pasaba las espinacas, las arvejas,
el arroz con leche, la coliflor, ahora come todo eso, y no sólo porque debe.
 
Cuando el niño era niño una vez despertó en una cama desconocida,
y ahora lo hace una y otra vez. Entonces mucha gente le parecía hermosa, ahora sólo unos pocos, y con suerte. Tenía una imagen clara del Paraíso, ahora, a lo sumo puede adivinar, no concebía la nada, y hoy tiembla ante la sola idea. 
 
Cuando el niño era niño jugaba con entusiasmo, y ahora se emociona como entonces pero sólo con el trabajo. 
 
Cuando el niño era niño era suficiente comer una manzana, pan, 
Y aún ahora lo es.
Cuando el niño era niño las moras le caían en las manos
como sólo las moras pueden hacerlo, y así es hasta hoy.
 
Las nueces le ponían áspera la lengua y aún lo hacen,
tenía, en cada montaña, el anhelo de una montaña más alta
y en cada ciudad, el anhelo de una ciudad mayor,
y todavía es así, arrancaba las cerezas de las ramas más altas
con una euforia que siente todavía, tenía cierta aversión a los extraños
que todavía conserva y esperaba la primera nevada como la espera hoy.
 
Cuando el niño era niño arrojó un palo contra un árbol como una lanza
y allí está temblando todavía.
 
 
(fragmento de LAS ALAS DEL DESEO o El cielo de Berlín)

 

(Fuente: Claudio Glassman, vía Arborecer horizontes) 

Ingeborg Bachmann (Klagenfurt, 1926-Roma, 1973)

 

una especie de pérdida













 
 
 
Usados en común: estaciones del año, libros y una música.
Las llaves, los boles de té, la panera, sábanas y una
cama.
Un ajuar de palabras, de gestos, traídos, empleados,
gastados.
Un reglamento de casa observado. Dicho. Hecho. Y
siempre alargada la mano.
De inviernos, de un septeto vienés y de veranos me he
enamorado.
De mapas, de un poblacho de montaña, de una playa y de una cama.
Con fechas he hecho un culto, promesas he declarado
irrevocables,
he adornado un algo y he sido devota delante de una nada,
(-de un periódico doblado, de las cenizas frías, del
papel con un apunte)
impávida ante la religión, porque la iglesia era esta cama.
De la vista de un lago surgió mi pintura inagotable.
Desde el balcón había que saludar a los pueblos, mis
vecinos.
Junto al fuego de la chimenea, en la seguridad, mi
cabello tenía su color más intenso.
La llamada a la puerta era la alarma para mi alegría.
No te he perdido a ti,
sino al mundo.

***

Versión de Cecilia Dreymüller y Concha García
A media voz
 
(Fuente: La comparecencia infinita) 

 

miércoles, 30 de julio de 2025

Alí Calderón (ciudad de Mexico, 1982)

 

Alí Calderón by J. Narvaez

 

CINCO POEMAS

 

Sarajevo
El viento es frío quema
y hace temblar a quien aguarda
el sordo paso del tranvía
Los ancianos reclinan
la cabeza en el vidrio
El tedio de vivir les surca el rostro
Empañan los cristales con miradas
perdidas su lejana indiferencia
Es Sarajevo el sol
se encaja en los disparos de mortero
las ruinas las fachadas
Hay una transparencia que lastima
el vuelo el rumbo de las aves
Lontano
las colinas y al acecho
caen sobe la Sniper Alley
Nada me asombra ya ni me resigna
si dices que te vas
que sólo sabes irte
Las aguas del Miljacka
corren de pronto envejecidas
oscurecen su paso bajo el puente de Princip
De un disparo perfecto asesinaron
aquí a un Archiduque
Nosotros hemos muerto
hasta el hartazgo muchas vidas juntos
En el umbral de una iglesia ortodoxa
alguien observa cómo
se consume la luz de las candelas
Extintas ya las teas se remueven
Ha quedado vacío el kirostatis
Welcome to hell advierten
grafitis de otro tiempo
Del infierno no queda
sino esta lenta calma
prolongado después que nos habita
Los gatos hurgan en bolsas de basura
Crece la yerba en lápidas de parques cementerios
Ha cruzado el tranvía deja
un estruendo el temblor
del aire tras los rieles
quizá un recuerdo
nada
 
************
 
 
 
Si por fin lo dijera?
Si mis palabras fueran fingimiento y ceniza?
Si disimulo y silencio y vergüenza
redujeran a polvo la andadura?
Si los días felices visión fuesen y envés
espejismo de lo no nunca sido?
Si el recaudo final
entregase moneda falsa y cobres
focos fundidos manchas
cortejos fúnebres al paso nada
apenas negras cruces
y anhedonia?
Si desconfianza y cardos
un segundo
no habitasen mi nombre y lo llagaran
y las palabras postración derrota
perdieran su sentido
yo podría
pero mi condición de enser de nula
presencia irremediable
de urracas remontando el cielo al norte
me interdicta
me obliga al cumplimiento
de las infames líneas de la mano
de la sonrisa el gesto siempre amable
las muertes cotidianas
Si frustración y branquias
y patíbulo dejasen su aquí
su irrevocable ahora?
Si finalmente al carajo
todo fuera?
Si ráfagas de viento
arrasaran lo que sea que soy
y asepsia?
Si el telón de la farsa levantase
mutis definitivo?
 
***************
 
 
 
Ahora que la noche es una flor carnívora de sombra
y que todo destello en la negrura
invoca antiguas llagas que humillaron la carne
ahora que silencio y día son
la ceniza que me habita estarás
collar de flores y rasguño
atemperada
ignota en otras manos
Deslazado por el viento y esparcido
un escándalo descenderá por tu cabello
Se agitarán tus pendientes al terso ritmo de tu risa
y ahora será un punto en el tiempo
plegado para siempre entre nosotros
Ahora tus tacones de alta aguja inundarán la casa con su eco
ensayarás el gloss de escarlata tono el escote sport
las fragancias de discreto dulce
La distancia será el ahora que se extienda hasta más allá
de lo tocado por la vista
y ahora
mientras me consumo en el aire enrarecido
y desmaquillas en lento espiral tu rostro
arde tu desnudez bajo mis párpados
Ahora que tu nombre está rodeado de polvo y de mutismo
que no mudarán en carne mis palabras nominándote
que presagio serás inacabado
y no habrás de aparecer de pronto si te pienso
ahora justo ahora
ahora
me quiebro
 
***************
 
 
 
Qué digo cuando digo yo pregunta
un hombre y mira su reflejo
Los cristales de un piso veintisiete
Del Hudson viene el frío
El jabón y la estopa y los camiones
diminutos tan poca cosa desde
los andamios Asoma ahora un rostro
entre los muchos rostros
La suciedad el vidrio
Abajo una pareja camina de la mano
ella sabe con él hace el amor
pero es con otro hombre en otro cuerpo
que ella se siente poseída
Se pone oscuro estrellas
innominadas flotan en silencio
Aquella chica vuelve a casa y sola
su padre está muriendo
El hombre calvo no se explica
la de pronto leucemia de su niño
su modo de decir adiós terapia
intensiva y su mano su gesto incomprensible
El infeliz del brazo roto
odia postema y landra hasta la médula
Un cáncer calcinó a su madre
Las luces rojas de los coches pasan
Igual que expectativas las ventanas
pisos abajo se iluminan
pero se apagan luego:
una estancia vacía
Esa rubia cabello corto abrigo
negro se llama Elise
vivirá en Cromwell Road quizá en Pomona
o en Claremont California no volveré a verla
Donde hubo un paso hay grietas
secretas depresiones en el suelo
Spray para vitrales
y el limpiador arriba abajo
Un cigoto fusión de los gametos
en células blastómeros y blástulas:
gastada greda cae
la gubia matinal del cirujano
En el rincón de un parque
un gato entierra su excremento
Billetes más billetes menos alguien
la luz eléctrica cortada a tientas
vuelve a casa conoce el miedo
palpa la oscuridad
mientras con fuerza frota
y frota y esa mancha
 
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Poemas de su libro "Las correspondencias," publicado en 2015 por Círculo de poesía como parte de la Colección Visor de Poesía.
Fuente: Gambito de papel
 

(Fuente: Oscar Vicente Conde)