martes, 28 de febrero de 2023

Ocean Vuong (Ho Chi MInh, Vietnam, 1988 / EEUU)

 


BESAR EN VIETNAMITA



Mi abuela besa
como si hubiera bombas estallando en el patio trasero,
donde la menta y el jazmín enlazan sus perfumes
por la ventana de la cocina,
como si en algún lugar, un cuerpo se desarmara
y las llamas hicieran su camino de regreso
a través de los recovecos del muslo de un niño,
como si al salir por la puerta, tu torso
danzara en heridas de fuego.
Cuando mi abuela besa, no hay
un sonido extravagante ni música occidental
de labios fruncidos, ella besa como si te respirara
en su interior, la nariz presionada a la mejilla
de modo que tu olor es reaprendido
y tu sudor se convirtiera en perlas de oro
dentro de sus pulmones, como si al sostenerte
también la muerte se aferrara a tu muñeca.
Mi abuela besa como si la historia
nunca terminara, como si en algún lugar
un cuerpo siguiera
desmoronándose.
*****
Traducción: Francisco Cardemil
 
(Fuente: Daniel Rafalovich)


 

Gabriel Jaime Caro (Colombia, 1951)

 


(Del libro El eco de este ardid, 1999)

Spwrow*

 

¿Este es el pueblo? Este es un pueblo.

Este es un viaje por la vertiente, teniendo de presente
los objetivos que nos hemos tomado al proponernos
un viaje por el imposible hacedor de la imaginación:

Desciendo amotinado
queriendo ser la estrella de la noche
en el carnaval dionisíaco de los marcianos,
de las imprecisas fiestas, después de tomar el té
de 100 hierbas, justo para remontarnos al coro de las dudas.
Las visiones de la razón y de la locura, insolentes aplazan el sueño, todos gritan con el aliento descodificado.
Los suicidas de turno, manejan el avaro deseo de la pérdida.
Todos sin lengua son nacionalistas: Viva Colombia, Viva Puerto Rico, Viva la India.
Un corazón de cristales, al que se postran para iniciar la maratón,
y con la caridad hazañosa de los usos textiles del algodón, remiten
al poder del otro día el origen sin profetas, del barco, de Las Cicladas,
de la niñez hasta de los perros, que acariciamos con maestría.

 

*

 

 

*Grafitti

 

(Fuente: Festival de poesía de Medellín.org)

Wisława Szymborska (Polonia)

 

Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos personal.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero, 
de un enjambre,
partícula del paisaje sacudida por el viento.
 
¿Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?
 
 
(Fuente: León Félix Batista)
 
 

Mirko Lauer (Zatec, actual Chequia, 1947)

 

EN LA PRADERA SUR

 
A la mañana siguiente de mi muerte
—junto a la taza n.º 192 del año—
lavo mi pierna & me río
de la tostada que flota por el aire
como un colibrí.
La vida ha sido como una siesta leve
con precipitadas
vueltas al sueño:
& en la pradera sur del paraíso
el pasto es tibio & acogedor
como una sábana verde.
 
 
__________________
en revista "Crisis", n.º 12, abril de 1974.
 
(Fuente: Jonio González)

Kazuko Shiraishi (Vancouver, 1931)

 

LAGO AMARILLO

 
Ahí puedes pescar exquisitos peces
para poner en la mesa pero
el lago es amarillo y no muestra su fondo
los indios que viven junto al lago
tampoco muestran su propio fondo
si un pez vive en sus ojos
o exquisitos espíritus cantan cuando hierve su odio
el fondo de sus ojos es oscuro y no puedo ver nada
junto al lago amarillo
viven aquellos que no se muestran a sí mismos en la mesa.
 
 
 
________________
en "Ten Japanese Poets", Granite Publications, Taylor, Texas, 1973. Ed. y trad. del original japonés al inglés, Hiroaki Sato. Versión del inglés al castellano, Eduardo Conde. 



YELLOW LAKE

 

There you can fish tasteful fish
come up on the table but
the lake is yellow and doesn't show its depths
the Indians living by the lake
don't show their depths either
whether fish live in their eyes
or tasteful spirits are singing boiling their hatreds
the depths of their eyes are dark and I can't see anything
by the yellow lake
live those who don't show themselves on the table
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Ruy Belo (São João da Ribeira, Portuggal, 1933-Queluz, 1978)

 

inés murió











 
 
inés murió y ni se defendió
de la muerte con las alas de la golondrina
pues diminuta era la muerte que esperaba
a aquella que de amor moría cada día
aquella oveja mansa que llega a cansar
mirar vestir de sí el día a día
aquel regazo claro bajo el cual se erguía
el rostro envuelto en rubia cabellera
pedro distante supo todo en un instante
que todo terminó y más que a inés
el frío hierro le mató a él
nunca había llorado es la primera vez que llora
ahora cuando la tierra ya encierra
aquel monumento de belleza
que puede pedro hallar en toda la naturaleza
que no puede pedro esperar sino oír llorar
las mismas piedras y que de la belleza
se conmuevan tal vez ya que los humanos
corazones consintieron en la muerte de la inocente inés
y pedro poco dice sólo dice tal vez
satanás excedió su poder en mí
déjenme solo en la muerte solo en la vida
la muerte es sin ninguna duda la mejor jugada
que la sangre limpie ahora mis manos
llenas de nada
oh vida oh madrugada cosas del principio vida
comenzada luego terminada.

***

Versión de Raquel Madrigal Martínez

/

inês morreu


inês morreu e nem se defendeu
Da morte com as asas da andorinha
pois diminuta era a morte que esperava
aquela que de amor morria cada dia
aquela ovelha mansa que até mesmo cansa
olhar vestir de si o dia a dia
aquele colo claro sob o qual se erguia
o rosto envolto em loura cabeleira
pedro distante soube tudo num instante
que tudo terminou e mais do que a inês
o frio ferro matou a ele
Nunca havia chorado é a primeira vez que chora
agora quando a terra já encerra
aquele monumento de beleza
que pode pedro achar em toda a natureza
pode pedro esperar senão ouvir chorar
as próprias pedras já que da beleza
se comovam talvez uma vez que os humanos corações
consentiram na morte da inocente inês
E pedro pouco diz só diz talvez
satanás excedeu o seu poder em mim
deixem-me só na morte só na vida
a morte é sem nenhuma dúvida a melhor jogada
que o sangue limpe agora as minhas mãos cheias de nada
ó vida ó madrugada coisas do princípio vida
começada logo terminadaz uma vez que os humanos corações
consentiram na morte da inocente inês
E pedro pouco diz só diz talvez
satanás excedeu o seu poder em mim
deixem-me só na morte só na vida
a morte é sem nenhuma dúvida a melhor jogada
que o sangue limpe agora as minhas mãos cheias de nada
ó vida ó madrugada coisas do princípio vida
começada logo terminada
 
 
(Fuente: La comparecencia infinita)

 

Rafael Cadenas (Barquisimeto, Venezuela, 1930)

 

Derrota

 



 
 
 
Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo que creí
que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quién me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces más burlado en 
     mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo ("Ud. es muy 
     quedado, avíspese, despierte")
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada en cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo
que no soy de las FALN y me desespero por todas estas cosas y por otras cuya 
     enumeración sería interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas partes por inútil
que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno
que me niego a reconocer los hechos
que siempre babeo sobre mi historia
que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no soy
que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas haya sido humilde 
     hasta igualarme a las piedras
que he vivido quince años en el mismo círculo
que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado
que nunca usaré corbata
que no encuentro mi cuerpo
que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme, barrer todo y crear 
     de mi indolencia, mi
flotación, mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente me suicido al alcance 
     de la mano
me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros y de mí 
     hasta el día del juicio final.
 




Foto: Miguel Gutiérrez/EFE/ El Diario, España
 
(Fuente: Otra Iglesia Es Imposible)

 

Rosa Morillas (Jaén, España, 1964)

 

6 poemas de CATATÓNICO AMOR

 




la Fórmula

 

la alternancia

entre

la dependencia

y

la autosuficiencia

genera

un equilibrio

que resulta

en absoluta

soledad

 

***

 

el Ronquido

 

hoy la ha despertado

su propio ronquido

y pensó que era él

junto a ella de nuevo

                      

***

 

la Similitud

 

es todo tan diferente

que llega a

parecerse


 ***



esas noches   (I)

 

 

esas noches

que no pasas conmigo

son a veces

más propensas al goce

que otras tantas

 

respiro hondo

cierro los ojos

se detiene mi mente

en cada parte

de tu cuerpo

 

esas noches

que no pasas conmigo

estás a mi lado

tan quieto

y silencioso




***


esas noches  (II)

 

 

esas noches

que pasas a mi lado

y aún hoy me sorprenden

reclamo que se alarguen

            en el tiempo

y que al goce efímero

siga el abrazo

            en que te vence el sueño

esas noches

que pasas a mi lado

me desvelan

por el roce de tu aroma

ávida te miro

y celebro en regocijo

cada parte de tu cuerpo

te miro largamente

y me ensimisma

tu espléndido desnudo

me aproximo lentamente

y ciño mi vientre

a la suavidad convexa de tu espalda

con precisión matemática

te beso en cada micra

tú te mueves y te arropas

me tocas con la mano

entrelazas tus piernas

con las mías

yo te beso de nuevo y pienso

que tal vez no me importe

que mañana

no amanezca





***

factoría de ficción

 

 

 

quédate

      con tu vida ficcionada en el intento

      con tu casa de hipoteca interminable

      con tu esposa que te pega y que te insulta

      con tu sueño elaborado en internet

 

quédate

      con tu hijo y su sonrisa de ángel pillo

      con sus juegos abortados por tus cuitas

      con tus sueños de pajero extenuado

      con mentiras compartidas tras los chats

 

cuídate

      de deseos incumplidos de un verano

      de su vuelta en fantasmas del invierno

      de aguijones que te pinchan las entrañas

      de mentiras contrapuestas con verdades

 

cuídate

      de tu vida ficcionada  y de sus gentes

      de tu esposa y de sus celos que te atrapan

      de la efímera sonrisa de tu hijo

      de las frases con final inacabado

 

mientras yo

mato el frío de mi cama a puñetazos

y pienso convencida en que tampoco

necesitas tanto rollo de desgracias

para echar de vez en cuando un polvo bueno

con quien nada quiere y nada te reclama

 

 


Catatónico Amor. Ed. Esdrújula. 2022

 

(Fuente: Voces del extremo)

 

Eugénio de Andrade (Portugal, 1923 - 2005)

 

Oscuro dominio

 

Cuerpo en un horizonte de agua,
cuerpo abierto
a la lenta embriaguez de los dedos,
cuerpo defendido
por el resplandor de las manzanas,
de colina en colina,
cuerpo amorosamente humedecido
por el dócil sol de la lengua.
Cuerpo con sabor a hierba poco profunda.
del jardín secreto,
cuerpo por donde entro a casa,
cuerpo donde miento
para chupar el silencio,
escuchar
la dirección de los picos,
respirar
la dulzura muy oscura de las zarzas.
Cuerpo de mil bocas,
y todos cervatillos de alegría,
todo para beber
todo a morder hasta un grito
brotar de las entrañas,
y subir a las torres,
y pedir una daga.
Cuerpo para entregar hasta las lágrimas.
Cuerpo para morir.
Cuerpo para beber hasta el final –
mi breve océano
es blanco,
mi recipiente secreto
mi viento favorable,
mis diversas, siempre inciertas
navegación.
 
(Fuente: Liliana Hayat)
 

 

Pablo Ananía (Rosario, Santa Fé, Argentina, 1942)

 

Fragmento de 𝘾𝙖𝙣𝙩𝙤 𝙖 𝙡𝙖 𝘼𝙧𝙜𝙚𝙣𝙩𝙞𝙣𝙖. 𝙐𝙣 𝙢𝙖𝙣𝙞𝙛𝙞𝙚𝙨𝙩𝙤 𝙥𝙚𝙧𝙤𝙣𝙞𝙨𝙩𝙖 (de próxima aparición)

 




En lo más profundo, en los sótanos.

Ocultas ahí, en el mapa del Olvido,

las mujeres. Tuniquillas azafranadas,

perfumes, zapatillas, enaguas transparentes,

las dioscuras que en mi mente danzan.

Unas de hermosas tetas, algunas depiladas.

Nudas sin mala hierba en sus llanuras tersas,

otras lanudas, esa de pelvis rara, aquella

con su pelambre hirsuta negra; ésta, humilde

como un lirio del campo. No serán músculo

ni alabarda. No serán cariátides trágicas,

quizás seres bifrontes, antagonistas del fuego

y del estío, hembras salvajes con rostros

de serpiente, cabezas de leonas y pezuñas

de cabras, no hembras dominantes, sólo

la materia bruta y desnuda del poema

de una animal femínea. ¿Acaso podrá

alguien detenerlas cuando hoy ellas, sólo

ellas guardan y protegen con su mano

izquierda el corazón sangrante

de Evita montonera?

 


* Pablo AnaníaNació en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina. Ensayista, poeta y periodista. Residió en México, Costa Rica y España. Vive actualmente en Buenos Aires, Argentina. Libros publicados: Tontas preocupaciones (Editorial Vos, Buenos Aires, 1963),  Ciudad Irreal (Editorial Ambigua Selva, Buenos Aires, 1987), La comedia continua (Editorial Ambigua Selva, Buenos Aires, 1989), Pensar sin pensar (Editorial Ambigua Selva, Buenos Aires, 1992), Más milagro que muerte (Editorial Ambigua Selva, Buenos Aires, 1994), Hemos construido este país desde el principio al fin equivocados (Editorial Ambigua Selva, Buenos Aires, 1999), 

 

(Fuente: Blog del amasijo)



 

Adam Borzič (República Checa, 1978)

 

No solo sobre la presencia

 


 
 
 
Desde Berlín quieres escribir un poema tan sencillo,
Que repitas cien veces palabras como banalidad, presencia, grosella negra…
Lees tus notas en tu móvil; su pantalla está algo marcada,
Lo que ahora me parece apropiado. Tú lees en ellos no puede volver atrás en el tiempo. No hay ningún lugar para devolverlo. Entonces la tristeza del pasado es para siempre solo un eco,
Caer a través de un colador grande como un fideo, mientras el cucharón todavía cuelga
En la pared, y el cielo es gris y las escaleras parecen que llevan al infierno
Pero no lo hacen. Entonces abres la puerta, la derrota del sentido desaparece,
Solo queda un cofre con tulipanes en la parte superior.

Pensaste en escenas poéticas
Y son tus nuevas pesadillas, tus poemas de amor
Para cada vez más hombres y una mujer, tópico solo para el poliamor,
Pero no lo confesarás públicamente, entonces sufres de pesadillas,
Que caen sobre la cabeza calva del profesor
Varios días después de la cancelación de su programa de radio,
Lo cual también es culpa tuya, y además, tiene que presentarte.
A través de un extraño ojo de un rato, trepa por la futilidad de un insecto y todo ese amor
Se siente amenazado por el cortés interés
De la audiencia, digamos en Berlín…

Por la noche te susurras a ti mismo:
Ellos siguieron viniendo a mí
Y las puertas se abrieron
Y la puerta se cerró
Y seguían preguntando:
¿Qué deseas? ¿Qué deseas?

Y sus voces sonaban como truenos en la despensa,
Como una espiga en la arena mojada.

El viento del nerviosismo por suerte está dormido. Es noviembre.
Berlín mantuvo octubre para sí mismo junto con la hermosa Teresa
Y la hermosa Jan, junto con el hermoso negro de la recepción,
Quien, de cincuenta años, se casó con un checo que odia a sus compatriotas.
Ahora, en noviembre pasado. Un mes de sencillez. Además de un mes de alegría.
Muy atrás quedan escenas poéticas, huérfanas como un faro en una isla
En medio del Mar del Norte. Las sillas están vacías, las mesas junto a la pared
Los inodoros brillan con limpieza. Parada.
Así que está contento con un grifo reparado en la cocina,
Varios poemas destacados que he leído hoy,
Entrevistas con Olga e Iván. Y naturalmente
caminando. A veces modesto, otras veces seguro de sí mismo,
muy a menudo dócil como arrugas en el rostro de Iván,
siempre tan a menudo mágico como la noche llena de hojas de tabaco amarillas
en el pavimento, y manzanas náuticas,
que robaste en tu sueño.
Y luego te reíste de eso.
 
 

Adam Borzič, incluido en Liberoamérica (16 de enero de 2021).
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)


 

Adam Wolniewicz (York, Maine, EEUU, 1985)

 

Coníferas

 

Hojas indistinguibles hechas pasta

por la lluvia y las suelas. En el porche,

una babosa trepa sin notarnos

por la pared descascarada. Adentro,

la luz por las persianas bajas pinta

un claroscuro, el de la intimidad

interrumpida de una casa en torno

a la mesa vacía. En el reloj

de la pared una langosta ríe

pintada, y da la hora de una época

que aparece y se aleja como ondas

de un lago. ¿Quién, y cuándo,

tiró la última piedra. No volvimos

a este pueblo, a esta casa, a los tablones

de esta mesa de roble a responder,

ni a ser la piedra que nos apuntale

o nos hunda del todo. Nos sentamos

a la mesa. Sorbemos, deglutimos

materia frita. Si los robles crecen

y expanden sus anillos abrazándolos

a un centro que se achica, vos y yo

crecimos al revés. En el otoño

de nuestro descontento, caminemos

otra vez por los médanos: las botas

se entierran en la arena, el viento raspa

las mejillas. Vayamos de la mano

al bosque, a ver los pinos, que se yerguen

orgullosos, el uno junto al otro,

y siembran en el suelo agujas secas.



Trad. Ezequiel Zaidenwerg


lunes, 27 de febrero de 2023

Ted Kooser (EEUU, 1939)

 

Este barquito de papel 


Cuidadosamente colocado en el futuro,

lo hace ladear la brisa, zarpa y se aleja,

frágil criatura de palabras, este enamorado.

Si lo encontrás encallado entre los juncos,

su mensaje un borrón, me alcanza con saber

que lo tenés un instante en la mano.


     Versión de Ezequiel Zaidenwerg


Aimé Césaire (Martinica, 1913 - 2008)

 


Yo reencontraré el secreto del gran diálogo, el secreto de las grandes combustiones. Diré tormenta, rió, diré tornado. Diré hoja. Diré árbol. Me mojarán todas las lluvias, brillaré humedecido por todos los rocíos. Igual que la sangre arrebatada en la corriente lenta del ojo de las palabras, como caballos furiosos, como niños muy pequeños, como coágulos, cubrefuegos, como ruinas de templo. Como joyas, correré lejos, lo suficientemente lejos como para desalentar a los mineros.
El que no me entienda, tampoco entenderá el rugido del tigre.
Soy el que canta con la voz aherrojada en el jadeo de los elementos. Es dulce ser nada más que un pedazo de madera, un corcho, una gotita de aguas torrenciales del comienzo y del fin. Es dulce abandonarse en el corazón destrozado de las cosas.
La poesía nace con el exceso, la desmesura, con la búsqueda impulsada por lo vedado.
 
 
(Fuente: Hugo Toscadaray)

 

Santiago Gil (Guía de Gran Canaria, 1967)

 

.

ALAS ROTAS

Hay vientos que en la noche
Arrastran viejas fotografías.
No solo caen las hojas secas.
Se llevan todo lo que encuentran.
Hoy vi a un hombre en la plaza
recogiendo pájaros muertos.
El viento también quiebra las alas
de casi todo lo que vuela.

 

OLVIDOS

Siempre llega el día del olvido.
Jamás lo anotas en ninguna agenda.
No hay desengaño que no sea pasajero.
Tu propia memoria lo entierra en el tiempo.

 

PUNTO Y APARTE

Te delata tu propia letra,
ese espejo de vocales y consonantes
en el que tratas de esconderte a diario
como los niños cuando cierran los ojos.
Tú crees que estás cerrando tus ojos cuando escribes
y nosotros encontramos tu alma desnuda entre tus trazos,
ese espacio en blanco que queda siempre entre dos palabras
o que se suicida en silencio desde cualquier punto y aparte.

 

Los poemas seleccionados pertenecen al libro “La extraña suerte”

 

(Fuente: Aire nuestro)

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947)

 

El Tarta probó suerte en Sagunto.
 
Acá no se podía respirar
y el poco aire era carne quemada,
ayes, ojos despavoridos
que tanteaban muros ciegos,
y otros que acezaban moribundos.
Anduvo boleado
como cosechador de uvas,
rascabuche de blues en plazas y zaguanes,
vendedor de aquellas estampitas bicolor
de san Pancho Franco que hicieron furor
en Tierra Santa,
y le hizo a todo ese engranaje
menudo y azotillo
que acudimos para zamparnos
un bocado.
Cruzó los Pirineos,
y del otro lado
fue profesor adjunto:
"Las Quince Verdades Marxistas Cardinales
Ensimismadas Para el Centro Sur
del Continente Americano",
tal lo borroneado en Tréveris
una tarde desapacible que nadie recuerda
y Karl tampoco,
con destino prolongado
a los suyos y simpatizantes.
En París echó panza y relojes,
se ajustó a una marroquí
y pusieron sobre la tierra
dos preciosas criaturas
llamadas Engels Cohn-Bendit
y Iósif Tsé Tung.
 
Los años pasaron,
en ángulo recto y socavón.
 
El mayor purga condena
en alguna cárcel peruana
por su malsano cariño
a los secuestros y tiros
de arriba pa'bajo.
El menor goza de lauros académicos
en razón de publicar
una biografía autorizada
del Guzmán senderista luminoso,
dulce ovejita jefa de Engels,
cuatro aburridos tomos forrados en piel humana
y lentejuelas militantes.
En cuanto a la esposa, nada sé,
excepto que ofrecía bijouterie étnica
en muelles genoveses,
parecía cobre rojo
recién sacado de la fundición.
 
Anteayer me anoticiaron,
un pajarito bolivariano
que sólo habla con el presidente,
que mi amigo murió de enfisema pulmonar
y mensura civil,
y eso que no fumaba rubios.
 
 

- Inédito -

 

Patricia Olascoaga (Montevideo, Uruguay, 1958)

 

TE LLAMAN

 
A las paredes
de mi pueblo les cambió la cara.
Del te quiero anónimo
y la polla mal dibujada
que escandaliza
a las viejas y ríe a los críos
pasaron
a Somos los de abajo,
los de siempre hambreados,
Cría ricos
y te comerás sus crisis,
Sólo la lucha
nos hace libres,
Homicidios
son estos recortes,
estos desahucios
Nos robaron los sueños:
ahora,
no les vamos a dejar dormir.
 
A las paredes
de mi pueblo le están saliendo las uñas
y ya no son inofensivas ni para los meados
de los perros.
Tienen razones
las paredes que oyen,
lo han dicho siempre los refranes
y están hartas
de guardar silencio o corazones vacíos con una flecha de cupido.
 
A estas paredes
algún día
se le van a echar a andar las esquinas
empujadas por la gente
y se harán barricadas
con las esperanzas rotas
y barricas de gritos y cantos subversivos
con las que queden intactas.
Paredes que no quieren ser muro de lamentos
ni movimiento quieto
ni testigos mudos
ni murallas defensivas
de cómodos rincones donde esconderse.
 
Andan las paredes
con pareja de baile en la plaza
montando el festejo
los domingos por encima de las campanas,
señalando con el dedo
los elefantes muertos,
las alimañas,
los cortarollosmaquiavelos
del sillón de gobernante.
 
Se cansaron las paredes de tanta parsimonia.
Y se vuelven grito.
Y te llaman.
 
 

(Vayamos al grano. Ed. Germania, 2014. En: DISIDENTES: antología de poetas críticos españoles. Ed. La oveja roja.)
 
(Fuente: Una Antropóloga en la luna)