martes, 22 de diciembre de 2020

Francisco "Paco" Urondo (Santa Fe, 1930 - Mendoza, 1976 Argentina)

 

 

EN EL SUR

 

 
Vida lenta y extraña; saludable,
difícil de reproducir o de aceptar: ¿quién,
como antes, no quiere nadar
en el agua tibia y aceitosa, a toda vela
a todo pálpito a toda imaginación a toda suerte?
 
Nadie puede lagrimear
en el Caribe y todo importa.
 
Elegir, saltar: ¿cuándo
mis amigos terminaremos con todo esto?
 
¿Cuándo monos y loros, bichos y cristianos,
gritarán de alegría,
empezando con sus primeras palabras; cuándo
Curitiba saltará conmigo y Santa Fe, mi ciudad,
hundirá a los traidores, a los despreocupados?
 
¿Cuándo caminaremos
por el barrio chino o por Miraflores y en todo
el Perú y en todo
el sur de América y por todo Buenos Aires se
pueda caminar?
 
Un yaguareté pasea con su hembra y respiran; sólo
el tamaño los diferencia y el ocio;
como pumas enjaulados caminan de Iquitos a
Manaos,
de Manaos a Santa Fe y ya nada
los diferencia: nerviosos y parecidos y fuertes y
cansados.
 
Es en el Caribe
donde nadie puede lagrimear
y absolutamente todo importa.
 
Llorar, hijo mío, y pelear
para siempre,
alegremente doloridos;
modernos y revolucionarios y sometidos y
cristianos.
 
¿Qué pasa señor mío, dios azaroso de la
resignación? aquí
no hubo cobardes, nunca tuve
idea ni ganas de encontrarte por este mundo ni
por el otro.
Redentor, dulce Jesús colmado de alabanzas, ¿qué
pasa
con el Caribe donde nadie
quiere lagrimear y todo importa?
 
No se ve a nadie en todo el sur; estamos
solos; solos alzamos nuestra esperanza, solos
subiremos
este pantano, esta mugre: un sarcófago para los
muertos,
para El Salvador, y también para los arrepentidos.
 
 
 
(Fuente: Daniel Rafalovich)

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