miércoles, 24 de abril de 2024

Néstor Perlongher (Buenos Aires, 1949 - Brasil, 1992)

 


TUYÚ*
 

La historia, es un lenguaje?
Tiene que ver este lenguaje con el lenguaje de la historia
o con la historia del lenguaje /
en donde balbuceó /
tiene que ver con este verso?
lenguas vivas lamiendo lenguas muertas
lenguas menguadas como medias
lenguas, luengas, fungosas:este lenguaje de la historia / cuál historia?
si no se tiene por historia la larga historia de la lengua
 
Cuentan
en un fogón:
 
Ña-Rudecinda
no roció el apero el ánima?
no se hizo jabón el chajá?
 
(Gauchos fundidos, con sus lenguas de vaca, con sus trancas con sus coyundas y sus rastras
Gaucho fundido: él clava sus espuelas en el dorso — fundido — de la lengua, como atrapado en una vizcachera)
 
A unos kilómetros de San Clemente, en el Tuyú
está la tumba de Santos Vega, adonde acuden las toninas
y los surfistas en sus jabas, sobre las olas de cristal
Roto cristal, tercas toninas de la historia: van
donde los arponeros con sus garfios: van
donde los zafarranchos cachan: donde fundido el gaucho
saca el facón y se disgracia:
era la historia, esa disgracia!
disgracia de yacer en el Tuyú, de un yacer genera
Los caníbales en ese cristal las rudas olas asaetan;
y tú, en esa pereza de la yertez, no jalas?
Jalas de crestas cristalinas y empenachadas?
 
 
* Poema publicado en el número 2 de la revista XUL, editada por Jorge Santiago Perednik,en septiembre de 1981.
de “Alambres” (Buenos Aires, Último Reino, 1987)
 
 
 

CANCIÓN DE LA MUERTE EN BICICLETA
 
 

Ahora que me estoy muriendo
Ahora que me estoy muriendo
 
Erguidas coníferas plañen como ombúes
o sauces la maraña madrugada, resmas
de leche chorrean a mares por la escrófula
en el antecedente del derrame.
 
Ahora que me estoy muriendo
Ahora que me estoy muriendo
 
Lápices que se alzaban nunca más se levantan,
duermen el sueño de la tristeza en sábanas de tergopol
o mausoleos de mármol donde toda virtud es yacer
aterciopelado en el anclaje definitivo de los huesos
 
Ahora que me estoy muriendo
Ahora que me estoy muriendo
 
Siendo que ella avanza en toda fosa
siento que ella avanza en toda la estación de la fosa.
Toso y es un esputo que se incrusta en la láctea
maduración de las panaderías en las alforzas del velorio.
 
Ahora que me estoy muriendo
Ahora que me estoy muriendo
 
Aparece la parca con sus velos plateados,
me invita, será que llego a sonreírle?
Me invita con un mate y el mate se me cae de la cabeza.
Me ceba, será que cojo sus incrustaciones?
 
Ahora que me estoy muriendo
Ahora que me estoy muriendo
 
Como ornamentos o condecoraciones
las manchas, los zarpullidos del sarcoma
mueven en la soberana oscuridad
manoplas cual tentáculos de espanto.
 
Ahora que me estoy muriendo
Ahora que me estoy muriendo
Jala, jadea el irregular espasmo.
Hunde la joda en el remedio vano.
Despelleja la joya la soberbia paliza
de los años en anos de florecido jaspe.
 
Ahora que me estoy muriendo
Ahora que me estoy muriendo
 
Cansina esta letanía de arrabal
Lejos de todo se toma el ómnibus de extramuros
del que no baja, porque no para o para pronto,
en realidad no se ha movido de la parada
 
Ahora que me estoy muriendo
Ahora que me estoy muriendo
 
Partida, dividida por la mitad, agobiada
por la ajorca inexorable y por la mutación en paramecios
de la joroba, de la carga
de dátiles perecederos en el desierto de ceniza.
 
Ahora que me estoy muriendo
Ahora que me estoy muriendo
 
* * *
 
Me esquivo, me rajo, parecer simple sin lograrlo.
Sin pliegues, una vez, en los absoluto
de la atascada chimenea, el lamé atragantado
en la artrosis del alma, esa consternación.
 
Oscura, como la tumba de un amigo.
Volcán cerrado, lava la lava sus lastimaduras.
No hay que creer en el descanso, son puras habladurías
de fantasmas perezosos en el recame de la hamaca
 
Ahora, ahora, en este instante digo.
En lo inconstante, en lo inconsciente, en lo fugaz me disemino.
Disperso y fugo. En lo fangial del fango.
Imágenes ateridas bajo la lluvia de película.
 
Palermas, pelmazos en el ascensor hacia el reloj.
Grave como una piedra, cierta hiedra traviesa
juguetea en la tierra mojada del pulmón
urdimbre gusanesca en lo borroso del retrato.
 
Nos alejamos (gracias) al olvido.
Júbilo de las calas, unión juvenil de las violetas.
Leve la marcha hacia la extinción,
la marca del humo en las cornetas pálidas.
 
Y las patillas, pura pelusa.
Un algodón rocía las narinas de amianto.
Uno reza, no yo, sin ser no créese.
Descréese del ser en la fatal crecida.
 
Abajo los pitos, huevos chirles.
Demasiado agujereado el antebrazo.
Del dolor sus efluvios terminales.
Una reseca perfección, aunque apenas marmórea.
 
Jíbaros, rogad por nuestras hendiduras.
Las infructuosas anfractuosidades.
Rapaces, la fiesta de las mucosas
vuelve carnoso el lodo de las zanjas.
 
Podríamos tocarlos, pero esa vecindad nos paraliza.
Inane la yertez, rigor el rijo.
Ricos, variados olores de flor y perdición.
Desvarío en jardines invisibles de brea.
 
* * *
 
Ahora que me estoy muriendo
Ahora que me estoy muriendo
 
La sofocación alza del cielorraso relámpagos enanos
que se dispersan en la noche definitiva e impasible.

***

(Fuente: Cecilia Pontorno)

 

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