viernes, 26 de abril de 2024

Roberto Fernández Retamar (Cuba, 1930 - 2019)

 

De: Una salva de porvenir
 
 

No hay pruebas. Las pruebas son que no hay pruebas.
No estaban, no están, no estarán dadas las condiciones.
Creer porque es absurdo,
y creemos.
Más absurdo que creer es ser,
y somos.
Nada garantiza que fuera menos absurdo
no ser ni creer.
Las llamadas pruebas yacen por tierra,
húmedas reliquias de la nave.
Se derrumbaron las estatuas mientras dormíamos.
Eran de piedra, de mármol, de bronce.
Eran de ceniza,
y un grito de ánades las hizo huir en bandadas.
No guardar tesoros donde
la humedad, los bichitos los mordisqueen.
No guardar tesoros.
No existen las hazañas ni los horrores del pasado.
El presente es más veloz que la lectura de estas mismas
palabras.
El poeta saluda las cosas por venir
con una salva en la noche oscura.
Solo lo dificil.
Solo lo oscuro.
 
Y contra él, en él, el fuego levantando
su columna viva, dorada, real.
 
El amor es
quien ve.
 
 
Roberto Fernández Retamar, "Una salva de porvenir", París-La Habana, 1992-1994.

 

(Fuente: Alicia Silva Rey)

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