martes, 30 de abril de 2024

Francisco Garamona (Buenos Aires, 1976)

 

Siempre vos


Cuando te veía alejarte eras poesía,
novela si estabas cerca,
un refranero si me mandabas
un mensaje de texto,
ciencia ficción si te volvías
un monstruo del que yo huía,
la Biblia cuando te besaba,
aunque estuviera en hebreo.
Una biblioteca entera
llena de incunables
cuando decías te quiero.
La revista manoseada
de una peluquería
cuando no me dabas bola.
Cada vez que te encontraba
pensaba que estaba leyendo algo,
que pasaba las hojas del libro de tu vida
pero después me di cuenta
de que yo estaba ciego,
(capacidades especiales se dice ahora,
¿pero cuáles tenía, la de estar enamorado?)
Siempre te encontraba hermosa,
en cada fiesta que íbamos
matabas con tu esplendor.
Tu risa me hacía reír.
Una sola palabra tuya era más real
que todos los libros
que acumulé en mi vida,
(aunque dijeras una pavada).
Con este poema casi termino
mi nuevo libro de poemas.
Quiero decir que te amo,
y que me tengas paciencia
pero la escritura es un mapa
claveteado con tachuelas
como las que se usan en la guerra,
para definir los sitios ocupados
o que se están por invadir
y a veces confunde todo.
Yo solo soy una isla
a la que se le puede
entrar por cualquier lado:
y sus playas para vos
son accesibles siempre.
(Además unos piratas
enterraron un tesoro
que te puedo regalar).
No hay rocas sumergidas
que destruyan el casco de tu nave.
Vení que estoy dispuesto a todo,
a compartir lo que quieras.
El sonido del agua
nos dormirá un largo rato,
para que al despertar olvidemos
las cosas que ya no dan. 

 

(La llama de la poesía quemarse, 2019)

(Fuente: Life vest under your seat)

 

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