Todo lo que tocás,
mirás y ves.
Todo lo que probás,
lo que sentís.
Y todo lo que amás
y lo que odiás.
Todo aquello
de lo que desconfiás.
Todo lo que te ahorrás,
lo que ofrecés.
Todo lo que vendés,
lo que comprás,
mendigás o pedís
o te robás.
Todo lo que creás
o destruís.
Todo eso que hacés
y que decís.
Todo lo que comés,
a quiénes ves.
Todo lo que ofendés,
con quién peleás.
Todo lo que ahora es
y ya no es.
Todo lo que se fue
y lo que vendrá.
Lo que ilumina
el sol es armonía,
pero también la luna
eclipsa al sol.
El lado oscuro de la luna
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg
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