domingo, 28 de abril de 2024

Giacomo Leopardi (Italia, 1798 - 1837)

 

El infinito

 

Siempre querido fue este yermo monte,
y este sendero, que por todos lados
del último horizonte la mirada excluye.
Pero me siento, y mirando interminables
espacios más allá, y sobrehumanos
silencios, y profundísima quietud
finjo en el pensamiento donde por breve tiempo
el corazón no se espanta. Y escucho el viento
entre el crujido de estas plantas, yo, aquel
infinito silencio en esta voz
voy comparando: y me conforta la eternidad,
y la muerte de las estaciones, y la presente
y viva, y su sonido. Así entre esta
inmensidad se ahoga mi pensamiento:
y naufragar es dulce en este mar.
 
traducción de Victoria Galicia. 

 


L’infinito
 

Sempre caro mi fu quest’ermo colle,
e questa siepe, che da tanta parte
dell’ultimo orizzonte il guardo esclude.
Ma sedendo e mirando, interminati
spazi di là da quella, e sovrumani
silenzi, e profondissima quïete
io nel pensier mi fingo, ove per poco
il cor non si spaura. E come il vento
odo stormir tra queste piante, io quello
infinito silenzio a questa voce
vo comparando: e mi sovvien l’eterno,
e le morte stagioni, e la presente
e viva, e il suon di lei. Così tra questa
immensità s’annega il pensier mio:
e il naufragar m’è dolce in questo mare.
 
 
(Fuente: Cecilia Pontorno)

 

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