martes, 25 de octubre de 2022

Guy Tirolien (Guadalupe, 1917 - 1988)

 

Oración de un niño negro
 
 

Señor estoy muy cansado
Nací cansado
Y he caminado mucho desde que el gallo cantó
Y es alto el morro que conduce a la escuela de ellos,
Señor, no quiero ir más a la escuela de ellos,
Haz, por favor, que ya no vaya más.
Quiero ir con mi padre a las barrancas frescas
Cuando flota aún la noche en el misterio de los bosques
Donde se deslizan los espíritus que el alba ahuyenta
Quiero irme descalzo por los rojos senderos
Quemados por las llamas del mediodía
Quiero dormir mi siesta al pie de los pesados mangos
Me quiero despertar
Cuando muge a lo lejos la sirena de los blancos
Cuando la Fábrica
Por sobre el océano de cañas
Anclada como un barco
Vomita sobre el campo su tripulación negra
Señor, no quiero ir más a la escuela de ellos
Haz, por favor, que ya no vaya más.
Andan diciendo que un negrito debe ir
Para que se haga igual
Que los señores de la ciudad
Que los señores bien.
Pero yo no quiero
Hacerme, como dicen,
Un señor de la ciudad
Un señor bien.
Prefiero vagabundear por los ingenios
Donde hay sacos atiborrados
Hinchados de un azúcar tan morena como mi piel morena
Prefiero hacia la hora en que la luna enamorada
Habla bajo al oído de las palmeras inclinadas
Escuchar lo que dice en la noche
La voz rota de un viejo que cuenta mientras fuma
Las historias de Zamba y el compadre Conejo
Y muchas cosas más
Que no están en los libros.
Los negros, ya sabéis, demasiado han trabajado
Por qué tienen encima que aprender en unos libros
Que nos hablan de cosas que no son de esta tierra
Y además es demasiado triste de veras su escuela
Triste como
Esos señores de la ciudad
Esos señores bien
Que no saben bailar por la noche a la luz de la luna
Que no saben caminar sobre la carne de sus pies
Que no saben contar los cuentos en las veladas
Señor, no quiero ir más a la escuela de ellos.
 
 
                                   traducción: Tomás Segovia
 
 
(Fuente: Hugo Toscadaray)

 

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