Quién sabe
A Vicente Aleixandre
Eso nunca Un espejo de alcoba que se estime a sí mismo
no girará para abrir paso a la invasión de las profecías
Antes se dejará segar en flor
por una larga mirada procedente del Cáucaso
Todo conserva la misma ceremonia recíproca
Altas firmes resecas las espadas
esperando las manoplas rivales
y el frontón donde rebotan
los ojos como corazones elásticos
Las alfombras contagiando el soplo de los siglos
por sus contactos de hombro a hombro y de hombro a hombro
y la máquina de escribir estremeciéndose a cada relámpago
Después de esto nada más fácil
que despegarme yo en dos hostiles entidades
lo mismo que un espejo en espejo y espejo
o que un ahorcado
en ahorcado primogénito y ahorcado bis
Todo es cuestión de estirar bien los pies sin balanceo
y dejar que crezcan sus uñas
hasta el nivel de los más empinados surtidores de sangre
de esos que brotan de un reloj de pulsera pisoteado
o de una violeta
al querer arrancarle su perfume distintivo
o sus iniciales tiernamente entrelazadas
Todo esto y mucho más sucede
cuando mis huesos alteran su dominó correlativo
buscando otra solución más razonable
1932
incluido en Poesía surrealista en español (Éditions de la Sirène, Parías, 2002, ed, de Ángel Pariente).
(Fuente: Asamblea de palabras)
No hay comentarios:
Publicar un comentario