miércoles, 24 de febrero de 2021

Leda Quintana Rondón (Lima, Perú, 1972)

 

 

Ceremonia




Escribe
este hormigueo en el cuerpo
crees que lo vomitaste todo
pero hay un líquido oscuro
que une tu respiración
con tus placas tectónicas
y una sombra
se siente en tu esófago
No has cenado
pero el volcán se alimenta
de eso que no sale
la visión de tu madre degollada de niña
en la Casa umbría
ves sus ojos antiguos y lloras
gritas por ella
con ella
con todas tus abuelas.

La niña da a luz a la madre en su poema
y la madre da a luz una casa
y todas las casas arden en tu cuerpo
por fin puedes ver y luchar
contra los nueve monstruos
en el sueño eres escudo que erupciona
rezas plegarias
por cada uno de sus habitantes.

Te alimentas
en la ceremonia del vértigo
del temblor que arde
en lava que lava en la sangre.
Encuentras palabras en el huerto
la memoria es medicina
El poema es lo que escribes escondida en la sangre.

Escribe del fuego de las mujeres de tu familia
en la vulva
escribe del frío que perforó la espalda de tu bisabuela
por cargar durante días a su pequeño hijo muerto.

Escribe de las astillas en la garganta
en el batán de las palabras no dichas
moliéndose en el vómito que no llega
a ser voz.

Escribe nuestra voz.

~


Canción de Gelsomina




                “Yo no sé para qué sirve esta piedra, pero estoy seguro de que sirve para algo.
                Si fuera inútil lo restante también sería inútil: Incluso las estrellas”
                (El Loco a Gelsomina en la película La Strada de Federico Fellini)


Mi corazón era una canción muda y torpe
que sonreía
incluso cuando intentaba escapar de ti
y de tus golpes.

Mi corazón quiere ser una canción de la calle
para seguir el rastro de las estrellas
y aprender a andar sola sobre la cuerda.

Una piedra es tu corazón
que silba la canción que yo cantaba
ahora que ya no estoy.

Mi canción es una piedra en tu corazón
Y no es inútil.
 

***
 
 
 
(Fuente: La comparecencia infinita)
 

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