jueves, 22 de agosto de 2019

Ocean Vuong (EEUU, 1988)



Algún día amaré a Ocean Vuong
A partir de Frank O’Hara/a partir de Roger Reeves
Ocean, no tengas miedo.
El final del camino está tan lejos
que ya está detrás de nosotros.
No te preocupes. Tu padre es solo tu padre
hasta que alguno de los dos lo olvide. Como la columna
no recordará sus alas
sin importar cuántas veces nuestras rodillas
besen el pavimento. Ocean,
me escuchas? La parte más hermosa
de tu cuerpo es dondequiera
que caiga la sombra de tu madre.
Aquí está la casa cuya infancia
se redujo a una trampa de alambres rojos.
No te preocupes. Tan solo llámala horizonte
y nunca la alcanzarás.
Aquí está hoy. Salta. Prometo que no es
un bote de rescate. Aquí está el hombre
cuyos brazos son suficientemente amplios para abarcar
tu partida. Y aquí el momento,
justo después de que las luces se apagan, cuando todavía ves
la antorcha débil entre sus piernas.
Cómo la usas una y otra vez
para encontrar tus propias manos.
Pediste una segunda oportunidad
y te asignaron una boca donde vaciarte.
No tengas miedo. Los disparos
son solo el sonido de la gente
intentando vivir un poco más. Ocean, Ocean,
levántate. La parte más hermosa de tu cuerpo
es hacia donde se dirige. Y recuerda
que la soledad también es tiempo que pasas
con el mundo. Aquí está
la pieza que los contiene a todos.
Tus amigos muertos pasan
a través de ti como el viento
atraviesa un carillón. Aquí un escritorio
con una pata coja y un ladrillo
para sostenerlo. Sí, aquí hay una pieza
tan tibia y sanguínea,
que, te juro, despertarás
y confundirás estos muros
con piel.






DetoNación


Hay un chiste que termina en — ah?
Es la bomba diciendo aquí está tu padre
Ahora aquí está tu padre dentro
de tus pulmones. Mira cuán liviana
es la tierra después.
Tan solo escribir la palabra padre
es tallar una porción del día
de una página con el brillo de una bomba
Hay suficiente luz para ahogarse
pero nunca para entrar en los huesos
y permanecer. No te quedes aquí, dijo, mi muchacho
roto por los nombres de las flores. No llores
nunca más. Entonces corrí dentro de la noche.
La noche: mi sombra crece
hacia mi padre.


*


Umbral

En el cuerpo, donde todo tiene un precio,
……….yo era un mendigo. Arrodillado,
miraba por la cerradura, no
……….al hombre duchándose, sino a la lluvia
que lo cubría: cuerdas de guitarra cortándose
……….sobre sus hombros redondos
Estaba cantando, es por eso
……….que lo recuerdo. Su voz—
me llenaba profundamente
……….como un esqueleto. Incluso mi nombre
arrodillado dentro de mí, pedía
……….absolución.
Estaba cantando. Es todo lo que recuerdo.
……….Pues en el cuerpo, donde todo tiene un precio,
yo estaba vivo, no conocía
……….una razón mejor.
Esa mañana, mi padre se detuvo
……….—un potro negro inmóvil en el aguacero—
buscaba mi respiración apretada
……….tras la puerta. Yo no sabía que el costo
de entrar a una canción – era perder
……….el camino de vuelta
Así que entré. Así que perdí.
……….Perdí todo con mis ojos
bien abiertos.


*






                           Versiones de Francisco Cardemil



(Fuente: Jampster)


*

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