jueves, 25 de abril de 2024

Lola Callejón (Almería, España, 1960)

 

4 poemas de CASANDRA IMPARABLE


 

 

Segunda predicción: cambio de rumbo

Virar el rumbo. La brújula espera
en silencio, su flecha
marca el destino, la ecodependencia,
el buen camino impopular
de la sostenibilidad.

Algo se agita.

El negacionismo se instala
entre aislamientos, quiere sesinar
al futuro, corteja
con insistencia al individualismo,
juega con la savia infinita de la vida
y su nafrar continuo.

Pero..., algo se agita en la tierra.

Y he aquí cómo surgirá el grito,
la conciencia de nuevas relaciones
entre especies, la trama,
la responsabilidad de habitar
la malla viva, la brújula, el rumbo,
la aceptación de la interdependencia
cuando todo se mueva sutilmente y se agite.




Pronóstico reservado sobre los recuerdos de una casa

Estabas allí,
en el preciso y justo momento
de las nostalgias.

Los lugares concretos, las casas, albergan olores,
personas que estuvieron sentadas a la mesa,
conversaciones de otros tiempos
-cuando la derrota-,
dignidad sostenida y convicciones,
escasez de materia. Tu casa.

Estabas allí,
en el preciso momento de las nostalgias,
frente a un espejo:
palpas esquinas, tocas madera,
los primeros roces, labios primeros,
teoremas de anatomías al amanecer.
Y tiene la casa terrones de azúcar
sobre espejos oblicuos,
miel derramada sobre un reloj de pared.
Y el tiempo se para. En punto la hora.
Una herencia heredada, sin dinero,
la casa.

Alberga la casa olores de patio,
colores de amigos,
vínculos sin descifrar.

Allí estabas,
analizando ciclos vitales,

insectos de la madera,
simbiosis y líquenes maltrechos,
identidades que no te definan.

Y sigues allí,
contando raíces profundas
que ocultan el paso del tiempo.



Alarmismo en el pronóstico

Desde las altas cumbres
observas el mundo bajo siglos de paciencia.
En tu libreta de predicciones registras
diálogos de conversaciones,
ecos procedentes de cuatro rocas calizas,
pulsaciones oníricas del espacio curvo,
polarizadas ondas inusuales.

Has visto y descifrado cien mensajes
en múltiples idiomas de la tierra.
Un atún rojo dejó SOS escrito
en la espuma del agua,
lo vieron los corales blanqueados
que apenas respiran
sobre lechos marinos, cambiantes sin remedio.

El lenguaje visual te ha dejado muda y ciega:
mil menores usados o vendidos
en las redes del planeta.
Niñas expuestas, viles anuncios que las usan.
Langures tatuados con rojas manchas,
litro a litro sangrados
por medicinas tradicionales implacables.
Oíste, también, una conversación a gritos:
leopardos de las nieves rugiendo
a tigres de bengala.
Todos esperan sus últimos años
con amargura invisible.
En tu libreta, los presagios se derraman.
Voces y diálogos sin voz
entre indígenas muy distantes.
Inventos diversos de la gris naturaleza:
apenas tres horas en arbolados que se incendian,
cien años en revertir efectos de la pirotecnia.

Un día tus pronósticos serán discutidos
en programas mas-media, crearán opiniones
y una empresa, bien pagada,
hablará de alarmismo.



Comprendiendo a Deméter


Deméter ha detenido el crecimiento de las plantas.
Frutas sin madurar permanecen
sobre las ramas.
Con uñas, sin afilar, quita su piel a girones.
Este comportamiento ha sido descifrado:
los ciclos deben restaurarse,
ser liberados de la influencia antrópica,
antes de que múltiples epidermis
se agrieten para siempre

y dos grados más derritan la tierra.



Últimas conclusiones

Desde este mismo instante os digo:
“Una conciencia planetaria
debe atravesar el globo,
equidad para subsistir como especie,
visión fraternal teñida de filantropía.
La lista de adhesiones queda abierta.
Se actualizarán los apoyos
todos los días que nazca una especie,
todos los días que sean liberadas varias
víctimas del capital ascendente,
cada minuto que se reajuste el sistema
sexo-género y nos libre de la feminización
de la pobreza, y cada soplo
de libertad compartida entre iguales”.

En este instante se abre otro planeta:
Casandra imparable, vigente, subversiva,
dispuesta a la vendetta (justa) en todos sus actos,
dispuesta a la reconciliación con ciertos mitos
revisados, transgredidos colectivamente.



Nunca más

Ni Gorgonas con cabellos deformes
de serpientes contrayéndose,
ni sirenas embaucadoras de marinos,
ni Pandoras malignas,
ni Heras sufrientes, fieles.
Atenea abandona su arquetipo
de intelectual asexuada.
Afrodita deja su imagen de objeto frívolo
y veleidoso de deseo.

Seres completos, sin límites.
Así vagaremos.
He aquí nuestra conclusión: ¡Ya basta!.

 


Lola Callejón. Casandra imparable. Ed. Fundación María Fulmen, 2024

 

(Fuente: Voces del extremo)

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