lunes, 22 de abril de 2024

Arnold Francia Torres (Lima, 1996)

 

poema escrito para ser leído en Plaza San Martín a la 1:30 de la mañana mientras tú y yo nos abrazamos mucho













                “Yo quería morir pero te me acercaste
                Mi amor te pertenece”
                                                    Yaxkin Melchy
 

Cielo amarillo en tu mirada sobre el campo amarillo de tu voz. Un corazón se une al hado de otro en pos de la desaparición de la materia. Desaparición del cuerpo. Desaparición del Sol. Desaparición de las condiciones de existencia del más infinito elemento. El tiempo es una necesidad norteamericana. Una antigua especulación. Una línea que se traza sobre las espaldas de los transeúntes, sobre las membranas de los miedos. Amor en el átomo. Amor en la travesía lunar. Amor cósmico en circulación sobre los confines arteriales. Amor en las más imposibles fronteras de los pensamientos, donde un poema es un pequeño niño que alegremente danza con las estrellas.

El amor es semántico. El amor is you. El amor es genial como entrar en movimiento al compás de una sinfonía de lunas. En la cálida asimilación del provocador libro de lo eterno, los capítulos de tu corazón fluyen como un poema de Enrique. Hermosa señora de los campos de fruta. Inauguras esta dimensión con la palabra de tu cuerpo. Y mi espíritu de cartón se aferra a ti como a la idea de existencia. Y tus manos luminosas rebuscando mi sexo. Hay una cueva abierta por la lengua de tus emociones ubicada espacialmente en el lado B del mundo. Y me hablas a la velocidad de la luz. Y entonces corro como un niño a abrazarte con los costados del cuerpo coloreados de alegrías. Pero no puedo hacer mucho para poder encontrarte. Mi corazón quedó varado en encomienda porque están en huelga los funcionarios de Serpost. El estar es una vez más irrumpir y ahora estás en mi sangre. De nuevo. Conmigo. Dándome de tu aliento. Vámonos a bailar. Soy un maldito romántico que todavía cree que el amor algún día sonará en todas las radios del mundo. Soy un maldito romántico que todavía cree que el amor algún día sonará en todas las radios del mundo. Soy un maldito romántico que todavía cree que el amor algún día sonará en todas las radios del mundo. Mundo del radios las todas en sonará día algún amor el que cree todavía que romántico maldito un soy.

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(Fuente: La comparecencia infinita)

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