sábado, 1 de enero de 2022

CUATRO POETAS GALESES

 


   


  

  Se reúnen aquí poemas escritos en lengua inglesa por poe-

tas galeses. Al alejarse, desde hace más de 90 años de la co-

lonización inglesa, el medio cultural galés ha creado una li-

teratura propia con notable fuerza. El movimiento comenzó

en 1920, y produjo un primer florecimiento durante la década

de 1930 a 1940, con poetas como Lynette Roberts, Idris Davies,

Alun Lewis y Dylan Thomas. El segundo florecimiento se pro-

dujo entre 1950 y 1960, con la poesía de Roland Mathias, John

Tripp, Raymond Garlick y R.S. Thomas. 

 El libro del cual extrajimos estos poemas se restringe al perío-

do posterior a 1980. Se verá en estos textos la ambigüedad que

caracteriza a estos poetas respecto de la lengua inglesa. Es por

esa razón que el editor de este libro lo ha bautizado "La urgen-

cia de la identidad". 




   JEAN EARLE

   Vivió la mayor parte de sus 92 años (1909-2002) en Gales, 

en el Valle de Rhondda, en el sur del país, aunque nació en 

Bristol, Inglaterra. Publicó trabajos periodísticos y cuentos,

y su primer libro de poesía a los 71 años. 

  


  FIESTA DEL TÉ


 Invité a mis muertos para el té.

 Noticias acumuladas orientaron mi lengua

 Como una aguja a través de sedas, como una apiñada

               bolsa de abejas,

 Difícil de descargar.


 Se sentaron en el jardín,

 Sonriendo al pasar lista de las piedras quemadas de sus

               nombres.

 Puse una mesa entre rosas,

 Cargada con sus cosas favoritas.


 Oh, mis dulces muertos - ¡las tortas, las tortas!

 Todas las noticias descargadas en los borrosos, 

              receptivos lustres 

 De sus atentos ojos. Entonces, por primera vez 

 Supe que ustedes estaban muertos al fin, y yo-

  

 ¿Curado?


 cayó sobre mí con la tetera vacía

 Y el sol poniente. Yo no tenía ningún plan para ustedes

 Más allá de la tarde.




 OLIVER REYNOLDS

 Nació en Cardiff en 1957. Estudió dramaturgia en la Univer-

sidad de Hull y actualmente trabaja como escritor independien-

te en Londres. 


 CÍRCULO COMPLETO


             La O

          según leí

       es la única letra

    común a todos los sesenta y seis

     alfabetos del mundo

            Pensá en eso

          un bebé llora

         no envuelto

  por lazos de humo

 circunflejos o metafónicos

   de un último cigarrillo

  da la vuelta el habla frena-y-avanza

    de hombres aprestándose a dormir

sobre el colchón de las pampas*

     Edipo tropieza

     con ojos de lechuza

   apostrofando

    la onomatopeya búlgara

   comparte terreno común

  con las dulces nadas hebraicas

   y quién sabe

    una enfermera puede colocar

    la etiqueta al dedo gordo del cadáver

    apellido primero

    y luego mi inicial

    sin preguntarse

    a qué nombre pertenecería


  *Pampas: escrito así en el original.




 GILLIAN CLARKE

 Nació en Cardiff, en 1937. Ha publicado varios libros de

poesía. También tradujo del galés una colección de cuentos

tradicionales para niños. Vive, a los 84 años, en Ceredigion.

Ha sido nombrada Poeta Nacional de Gales 2008-2016.


 CIRUELAS


 Cuando llega su tiempo caen

 sin viento, sin lluvia.

 Se filtran a través de la muselina de los árboles

 en una lenta fermentación.


 Diariamente el cercano sol las calienta

 en un tardío amor que es más dulce

 que el verano. En cama por la noche

 oímos el latido de la fruta que cae.


 Las segregantes babosas reptan a casa

 a las mieles estalladas, se las encuentra

 por la mañana boca a boca,

 inseparables.


 Estiramos acolchados de patchwork

 para una limpia recogida. Los canastos se llenan,

 nunca antes una cosecha así,

 una luna de cazadores quemando


 los espinos blancos, ebrios de almíbares

 que son más ricos de noche

 cuando las arañas lanzan

 carpas sobre la hierba mojada.


 Esta mañana el sol rojo

 se abre como una rosa

 sobre nuestra blanca pared, imprime allí

 la sombra de espina de pez sobre un helecho.


 Los primeros mirlos vuelan

 culpables por una captura al alba

 de fruta caída. Nosotros también

 desayunamos la dulzura.


 Pronto los ciruelos serán huesos,

 que se vuelven delicados con las

 formalidades de la escarcha. Sus negros 

 ángulos rasgarán la nieve.




 HILARY LLEWELLYN-WILLIAMS


  Nació en Kent, Inglaterra, en 1951, de padres galeses y

españoles. Estudió literatura inglesa y teología en la Univer-

sidad de Southhampton. Se estableció en Gales en 1982 con 

su pareja y dos hijos.


 EL MES MÁS CRUEL*


 (Abril 1986)


 Esta larga, fría primavera, este rechazo

 del crecimiento y el calor: solo una amargas hierbas

apretadas contra el suelo, y la lluvia

 que se ha vuelto brutal, cargada con aguanieve. Todos

 nos vemos desesperados. Nuestros ojos son anchos y blancos

de tanto mirar las noticias, nuestros rostros cerrados y grises

 contra el clima. Nieve en la tierra alta.

 Los últimos días - parecen los últimos días:

 un verano que hemos anhelado, que nunca llega;

 la vida encogida en sí misma. Cuervos alimentándose

 cerca de la casa. Niños guardados, refrenados,

 las espaldas contra una ventana opaca. Esperando. Esperando.



 Si viniese la primavera, si el futuro tan solo viniera

 para aliviar el presente, estos vendavales familiares

 soplando de pueblo en pueblo, si el correo trajese 

 esas cartas largamente esperadas, si el mundo 

 se enfermase de pronto de sí mismo, y cambiase-

 pero no hay cambio, solo viento del noreste

 soplando día tras día. Es como el fin

 de la inocencia, esos simples años pasados

 cuando el verano sucedía al invierno, cuando los jóvenes

 crecían a la adultez a la vieja usanza,

 con deseo de que llegue. Ahora los aviones de combate

 despegan, como pájaros de muerte. Vení, verano, vení.



*Alusión al poema N° 12 de "La tierra baldía" de T.S. Eliot:

"Abril es el mes más cruel, criando 

lilas de la tierra muerta, mezclando

memoria y deseo, removiendo

turbias raíces con lluvia de primavera."


 Por otra parte, el acontecimiento histórico que he hallado

en relación al mes de abril de 1986, es la catástrofe de Cherno-

byl. El azar de los vientos del norte de Europa impidieron una

masacre sin precedentes en los países nórdicos.





   FUENTE


David. T. Lloyd. The Urgency of Identity. Contemporary

English-language Poetry from Wales. Triquaterly Books, 

1994.

 

(Fuente: Idiomas Olvidados)

 

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