martes, 25 de enero de 2022

Antonio Orihuela (España, 1962)

 

 

LA ENCINA 

 




En El Puerto, 

para homenajear a las víctimas del genocidio franquista, 


–cuyos cuerpos ni siquiera se sabe dónde fueron tirados– 


habían cavado un hoyo 

y dentro de él 

esperaba una encina joven a ser cubierta y crecer. 


En mitad de los discursos, 

saltando por encima de los políticos

y del protocolo, 

una señora de Sanlúcar 

cogió la pala 

y cubrió la encina de tierra. 


Se vino después hasta mí, llorando. 


––Acabo de enterrar a mi padre. 

 

 

(Fuente: Voces del extremo)




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