domingo, 31 de enero de 2021

Elvira Hernández (Chile, 1951)

 

 

Fuente Neptuno





Te tomo la palabra. ¡Bah! ¡Qué haces aquí! Esto es peor que cruzar la Avenida Cardenal Caro. O que Escilas y Caribdis en seco. No se respira el salobre mar sino amoníaco puro. Amén del monóxido y el hollín por mil. Es el Novus Orbis vomitado: Ngechén en la Cruz y en la picana. Es la noche bajo el tridente, dando tumbos por las escalinatas, por la Escala Única sin un peso en los bolsillos. Pronto aparecerán tus pescados de acá, la corte milagrosa para el Mirón del Cerro. Los príncipes del peñascazo se quedarán en las laderas salivando un pito. Las reinas de la noche pasarán derecho al fornicatorio. Los caminos yacen atestados y el cerro se mueve como un pulpo. Los reyes del sablazo establecen pronto sus capitales. Los vampiros tienen puestos sus guantes de gasa. El Mohicano encendió su fogata y yo he lanzado mis cupidos a más no poder. Es mi única transacción la que se pierde en el aire, un chorro sin destino. Mojo la cara en tus aguas y no logro quitarme la sarna de maldito. Nunca tuve proposiciones que hacerle a la vida.
 



en Santiago Waria, 1992




(Fuente: Descontexto)

 

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