domingo, 31 de enero de 2021

Raúl Gómez Jattin (Cartagena de Indias, Colombia, 1947 - 1998)

 

 

Elogio de los alucinógenos

 

 
Del hongo stropharia y su herida mortal
derivó mi alma una locura alucinada
de entregarle a mis palabras de siempre
todo el sentido decisivo de la plena vida
Decir mi soledad y sus motivos sin amargura
Acercarme a esa mula vieja de mi angustia
y sacarle de la boca todo el fervor posible
toda su babaza y estrangularla lenta
con poemas anudados por la desolación
De la interminable edad adolescente
otorgada por la cannabis sativa diré
un elogio diferente Su mal es menos bello
Pero hay imágenes en mi escritura
que volvieron gracias a su embrujo enfermizo
Ciertos amores regresaron investidos de fulgor
eterno Algunos pasajes de mi niñez volcaron
su intacta lumbre en el papel Desengaños
de siempre me mostraron sus vísceras
Hay quien confía para la vida en el arte
en la frialdad inteligente de sus razonamientos
Yo voy de lágrima en lágrima prosternado
Acumulando sílabas dolorosas que no nieguen
la risa Que la reafirmen en su cierta posibilidad
de descanso del alma No de su letargo
Voy de hospital en cárcel en conocidos inhóspitos
como ellos Almas con cara de hipodérmica
y lecho de caridad Entregándole mi compañía
a cambio de un hueso infame de alimento
Toda esa gran vida a los alucinógenos debo
La delicadeza de un alma no está casi
en los que se apropia Sino en el desprecio de ese estorbo
sangriento cual banquete de Tiestes
que la opulencia inconsciente ofrece vana y fútil
 
 
 
 

Gloria Fuertes (España, 1917 - 1998)

 

 

ES OBLIGATORIO 

 

Es obligatorio tener mitos
y yo gustosa desobedezco,
gustosa me plancho las blusas,
cuando tengo tiempo,
porque antes es hablar con los amigos.
Es obligatorio presentarse con buenas ropas,
con buenas obras -no interesa tanto-.
Es obligatorio no asomarse a la ventanilla,
porque tienes que estar vivo si organizan la guerra.
 
Es obligatorio silenciar que hay tumultos,
porque pueden echarte del trabajo,
y si cantas verdades la celda te preparan,
te preparan el llanto, porque es obligatorio...
sufrir siendo persona,
guardar rencor,
adular al pedante,
llevar medias en los templos,
tener bastantes hijos,
volver mañana,
tener enemigos,
es obligatorio todo esto,
y encima te prohíben escupir en el suelo.
 
 

Jorge Ortega (mexicali, Baja California, 1972)

 

 

LIMOSNA PÍA

espero el tajo mendigo,
la limosna del vacío
Hugo Mujica

Vacíate el bolsillo.
Vacía
los bolsillos. Auspicios
para qué
si
de dónde.

El éter, la oquedad,
el socavón
son
también
algo:
vocablos. Designan
también
lo que no se toca,
lo que no
se posee.

No tener
es algo, es
al menos
no tener, o sea,
lo suficiente, el mayor porcentaje
de tu hacienda,
la fértil longitud de la
carencia.

Lo que no se ve.
Lo que le falta a la Tierra
para ser redonda.
Lo que le falta al mundo
para ser mundo.

Sacúdete la nada del bolsillo
que algo es ya bastante.

 

 

BLUES DEL LOCUTORIO

 

Peregrinos de todas las naciones
cercanas
…………….o distantes
acuden a la zona
neutral de la palabra.

Y a pesar de la nube de alboroto
que fragua el surtidor de los idiomas
a gritos de disputa y apoteosis
perdura la concordia entre los parroquianos
que urgidos de libar la ambrosía del origen
ocupan las diez, quince
cabinas del negocio.

Es el prodigio de comunicarse,
el gusto de marcar a ese teléfono
acomodado en la mesa de noche
de otro continente,
…………………………..esa tira de dígitos
que por la tarde entera trajiste en la cabeza
o anduviste arrastrando por el barrio
como el harapo de una pesadumbre
casi tangible.

Hablar compone el mundo,
nivela los embalses, aligera los cuerpos,
engrasa los pistones, despeja los carriles,
destapa los conductos capilares.

Turistas, forasteros, reyes magos
de los cuatro sentidos cardinales, los cinco vecindarios del planeta,
asisten a la cita vespertina
con el auricular.

Hay fila entonces para recoger
el bono de sosiego, la necesaria dosis
de alivio que apuramos
para invocar la suerte, la sonriente
tutela de los dioses.

 

 

A MODO DE POÉTICA

 

Una imagen
primero. Luego
sin pensarlo mucho
ir amasando en la lengua
una pulpa de voces apagadas,
una música amorfa
que semeja
vertebrarse
al compás de los pasos.
Madura en ti la hidra,
se dilata y contrae,
mitiga en la faringe
sus cencerros linfáticos,
enreda sus tendones
allá dentro,
en la sinuosidad del entresijo.
Asoma por la valla de los dientes
a los abismos del aire, pero
no consigue frisar la superficie, y
minimizando
su pegajoso
cascabel de grafemas
retorna una vez más por donde vino
hasta
vaporizarse.

 

 

(Fuente: Buenos Aires poetry)

 

Joseph Brodsky 1940-1996, Rusia/EE. UU

 

 



Torso

 

Si de pronto caminas sobre hierba hecha piedra,
más hermosa, por mármol, que si fuera verdad;
si el fauno se deleita con la ninfa
y el bronce les otorga la dicha de los sueños.
deja caer el báculo de las manos cansadas:
estás en el Imperio, amigo mío.

Aire, fuego, leones, faunos, náyades,
de la naturaleza o del ingenio,
todas las criaturas concebidas por Dios
y descartadas por la razón, están en piedra
o en metal. Es el fin de las cosas, del camino,
el espejo de entrada.

Súbete a un nicho vacío, pon los ojos en blanco,
mira cómo los siglos van doblando la esquina,
cómo se pierden, mira crecer el musgo en las estatuas,
en las ingles, los hombros: el tostado del tiempo.
Alguien arranca un brazo y la cabeza rueda de los hombros
con estruendo de alud.

Un torso quedará: la suma de los músculos anónimos.
Cuando pase un milenio, saldrá de su horado el ratón,
con las uñas vencidas por la dureza del granito;
será una tarde cualquiera; chillará;
pasará al otro lado de la calle, para no regresar a su nido
ni a medianoche ni por la mañana.

 

 Trad. A. Lacasa y R. Buenaventura 

 

(Fuente: Ada lírica)

 

Carlos Almonte (Chile)

 

 

Lenguaje

 

De su boca emergió la sangre, en el derrumbe permanente y el contagio. Esperó a sentarse junto al agua y escuchar la concesión de un lejano golpe. Quiso revertir el tiempo, regresar y contemplar esa silueta sobre el muro adoquinado. Recostó su cuerpo y bebió la pócima. El tiempo se apagó, así también sus otros nombres. Agitó la esfera roja que instalaron en sus manos. El rito se renueva, todo símbolo se obstruye, escribe con sudor, y el papel gastado se deshace bajo el propio efecto del sentido esquivo. Intenta recordar. Sin embargo, abatido por completo, camina hacia la veta más cercana al frío.
 
 
 
 
 
Texto basado en el fragmento “Le Langage”, de la obra Fragments pour Artaud (1970), de Pierre Henry. Este poema es parte de la obra Breaking Glass, escrita en colaboración con Juan Carlos Villavicencio
 
 
 
en Breaking Glass, 2013


 

 

(Fuente: Descontexto)

Arturo Borra (Argentina, 1972)

 

 

Tener en el exilio la sensación de hallarse en casa.
Arraigarse en la falta de lugar".
 Simone Weil

 

“Húndete en lo desconocido que excava. Oblígate a girar”.

René Char


[Idioma]


querías reconstruir el idioma de tu infancia
cantar la ternura
mirar el techo de la jaula
donde fueron encerrando
los días en silencio

ahora solo escucho
un rumor de hojas que se rozan
-su inocencia arrebatada
vociferando en alguna parte de mí
un alfabeto olvidado





[Cocina]


a este poema le falta algo:
formar fila, rendirse
al bullicio festivo de la tarde,
entonar la lengua feliz de los becerros

a este poema le sobra demasiado:
arrastra cuerpos tendidos
sobre una playa menguante;
le sobra el martillo de los herreros tristes,
su arquitectura desvencijada,
estas tablas rotas
en la orilla

a este poema le falta vuelo
ritmo/ lírica
: no hay metáfora
que no se estrelle contra la noche
y la sal amarga esta mesa
sostenida con dos libros
que no volverás a leer

le falta conversar con las paredes/
un bar en el que escribir tus versos:
su aterrizaje forzoso
en la lengua

le falta oxígeno
apenas respira
tiene el frío de las estatuas
en las que el nombre 
vanamente
descansa

falta sol/ sobra sombra/

a este poema le falta todo:

menos su hambre
 


[Expulsión]


expulsado de la infancia
vivir fue deslizarse
por arboledas secas
buscando
una copa verde
que no desaparezca
junto al hacha
que otros llaman
«mundo»




[Fiesta insomne]


esperamos la lluvia
mientras el fuego 
sigue calcinando nuestros árboles

quizás otra semilla germine 
en silencio
como una canción nocturna 
que uno tararea a solas

la lluvia nada sabe 
de esa fiesta insomne 
bailando sobre cenizas:  
himno de lejos
conjurando una patria
donde nos fuimos
marchitando




[Desfile de sombras]


este desconcierto en las manos, este incendio que sigue ardiendo en la memoria, los instantes que ahora vacilan, la noche cada vez más callada, sus árboles nocturnos, esta calma apócrifa de las horas
y los ojos mirando un desfile de sombras
y esta grieta que se ensancha 

abren lo vivido

y no hay promesa que no sea lluvia
 
 
 
 
En  Desde lejos (2020, Eolas Ediciones)
 
 
 
(Fuente: Laura Giordani) 

 

Aketzaly Moreno (México, D.F - 1992)

 

 

Hay tan pocas palabras en la vida

que no obstante nos lastiman tanto;

nos abandonan en la oquedad de un paraje

púrpura de tan negro,

donde uno busca su constelación en vano

y se tienda sobre la maleza abrazado a sus costillas;

 

estas palabras

vuelven témpano el llanto,

lo obligan a morir ahorcado en el cogote

de quien no puede terminar una plegaria;

ni el desplome de un fresno

ni el derrumbe de un yunque

caen tan duro

y pesan tanto

como pesan estas palabras,

estas pocas palabras

que pueden guardarse en el buche de un búho

pero que no obstante nos lastiman tanto

como la caída de un relámpago en la sangre.

 

 

 

(Fuente:  La parada poética)

 

 


 

Louise Michel (Francia, 1830 - 1905)

 

 

Canción de las prisiones

 

Cuando la multitud hoy muda
Ruja como el océano
Y a morir esté dispuesta
La Comuna resurgirá
Volveremos multitud sin número
Vendremos por todos los caminos
Espectros vengadores surgiendo de las sombras
Vendremos estrechándonos las manos
La muerte llevará el estandarte
La bandera negra velo de sangre
Y púrpura florecerá bajo el cielo llameante.
 
 
 
  mayo de 1871
 
 
 
 
(Fuente: Anarquismo Marika Colombia)

 

Robert Hass ( Estados Unidos, 1941)

 

 



Miseria y esplendor

 

 

Convocados conscientemente por el recuerdo, ella
estará sonriendo, los dos estarán en la cocina hablando,
antes o después de la cena. Pero están en esta otra habitación,
la ventana está hecha de vidrios diminutos, y están en un sofá
abrazándose. Él la sujeta tan fuerte
como puede, ella se entierra en su cuerpo.
Es por la mañana o quizá por la tarde, la luz
fluye a través de la habitación. Fuera,
al día lo sucede lentamente la noche,
y después el día. El proceso se tambalea
y se acelera: semanas, meses, años. La luz en la habitación
permanece inalterable, así que es obvio lo que está sucediendo.
Intentan convertirse en una sola criatura,
pero algo no consiente. Son tiernos
el uno con el otro, temerosos
de que sus breves, agudos gritos les lleven a aceptar el momento
en que volverán a separarse. Así que se restriegan contra el otro,
secas sus bocas, después húmedas, después secas.
Se sienten en el centro de una poderosa
y desconcertada voluntad. Sienten
que son un único animal casi completo,
arrojado por las olas a la orilla de un mundo—
o acurrucado contra la puerta de un jardín—
del que no pueden admitir que jamás lograrán ser admitidos.

 

Trad. Andrés Catalán

 

 

Misery and Splendor

 

Summoned by conscious recollection, she
would be smiling, they might be in a kitchen talking,
before or after dinner. But they are in this other room,
the window has many small panes, and they are on a couch
embracing. He holds her as tightly   
as he can, she buries herself in his body.
Morning, maybe it is evening, light
is flowing through the room. Outside,
the day is slowly succeeded by night,
succeeded by day. The process wobbles wildly
and accelerates: weeks, months, years. The light in the room
does not change, so it is plain what is happening.
They are trying to become one creature,
and something will not have it. They are tender
with each other, afraid
their brief, sharp cries will reconcile them to the moment
when they fall away again. So they rub against each other,
their mouths dry, then wet, then dry.
They feel themselves at the center of a powerful
and baffled will. They feel
they are an almost animal,
washed up on the shore of a world—
or huddled against the gate of a garden—
to which they can’t admit they can never be admitted.

 

 

(Fuente: Ada lírica)

 

Raúl Zurita (Chile, 1950)

 

 

Knockin’ on Heaven’s Door





El hijo de puta no dejaba de ser cómico y no nos perdíamos ninguno de sus discursos. Tenían algo espantonsamente divertido. Sobre todo tres: cuando dictó una ley donde se igualaba la jubilación de los empleados y de los obreros, cuando respondió a una petición de amnistía y cuando inauguró un nuevo año judicial. Las frases fueron:

1. Porque de ahora en adelante, señores, en Chile todos somos iguales, comenzando por este Presidente que desde arriba os habla.

2. Pero amnistía no, Medina, el que pecó, pecó.

3. Antes de hablar, señores, voy a decir algunas palabras.

Y después dicen que el gran hijo de puta no tenía gracia. A mí me mataron al amanecer, al lado de una carretera. Me hicieron pulpa.
Pero antes sí que me hizo reír el muy hijo de puta.
 
 

 
 
Golpeando, golpeando las
puertas del cielo
 
Golpeando, golpeando las
puertas del cielo
 
 
 
en Tu vida rompiéndose (Antología personal), 2015





 

(Fuente: Descontexto)





 

Bill Knott (EEUU, 1940 - 2014)

 

 


FE

 
La gente que cae
de rodillas ante mí
es la respuesta a mi plegarias
 
***
 

MI RÍO

Cuanto más cerca está del mar más
sufre por su nacimiento, la herida
que lo hizo brotar de la tierra.
 
***
 
 

MISANMIOPÍA

Dicen que parpadear lubrica
los ojos y los mantiene sanos;
pero ¿de verdad este Ojo del Mundo
necesita el párpado de mi breve vida?
 
***
 
 

MUERTE

Cuando voy a dormir cruzo los manos sobre el pecho.
Así colocarán mis manos.
Parecerá como si estuviese volando dentro de mí.
 
 
 
________________
en "Poems 1963-1988", University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, 1989 / "Collected Short Poems 1960-2010", autoedición, 2010. Versiones de Jonio González. 
 
 

 

FAITH

People who get down
on their knees to me
are the answer to my prayers
 
***
 
 

MY RIVER

The closer it gets to the sea the more
it aches for its source, the wound
that sprung it from the ground.
 
***
 
 

MISANMYOPE

They say that blinking lubricates
the sight and keeps it safe—
but did this World-Eye really
need the lid of my brief life?
 
***
 
 

DEATH

Going to sleep, I cross my hands on my chest.
They will place my hands like this.
It will look as though I am flying into myself.
 
 
 
(Fuente: Jonio González)

 

Elvira Hernández (Chile, 1951)

 

 

Fuente Neptuno





Te tomo la palabra. ¡Bah! ¡Qué haces aquí! Esto es peor que cruzar la Avenida Cardenal Caro. O que Escilas y Caribdis en seco. No se respira el salobre mar sino amoníaco puro. Amén del monóxido y el hollín por mil. Es el Novus Orbis vomitado: Ngechén en la Cruz y en la picana. Es la noche bajo el tridente, dando tumbos por las escalinatas, por la Escala Única sin un peso en los bolsillos. Pronto aparecerán tus pescados de acá, la corte milagrosa para el Mirón del Cerro. Los príncipes del peñascazo se quedarán en las laderas salivando un pito. Las reinas de la noche pasarán derecho al fornicatorio. Los caminos yacen atestados y el cerro se mueve como un pulpo. Los reyes del sablazo establecen pronto sus capitales. Los vampiros tienen puestos sus guantes de gasa. El Mohicano encendió su fogata y yo he lanzado mis cupidos a más no poder. Es mi única transacción la que se pierde en el aire, un chorro sin destino. Mojo la cara en tus aguas y no logro quitarme la sarna de maldito. Nunca tuve proposiciones que hacerle a la vida.
 



en Santiago Waria, 1992




(Fuente: Descontexto)

 

Leonard Cohen (Montreal, 1934-Los Angeles, 2016)

 

 

¿Qué estoy haciendo aquí?




No sé si el mundo ha mentido
Yo he mentido
No sé si el mundo ha conspirado contra el amor
Yo he conspirado contra el amor
El ambiente de la tortura no es cómodo
He torturado
Aunque si no hubiese existido el hongo atómico
aún así habría odiado
Escucha
Yo habría hecho las mismas cosas
aunque si no existiese la muerte
No seré tomado como un borracho
bajo la fría llave de los hechos
Reniego de la coartada universal

Como una cabina telefónica vacía que pasa por la noche
y recuerda
como espejos en el lobby de un cine, consultados
solo en la ruta de salida
como una ninfómana que amarra a cientos
en una extraña cofradía
espero
que cada uno de ustedes confiese

~
 
 

Retrato de la Municipalidad




Los diamantes de la culpa
Las volutas de la culpa
Los pilares de la culpa
Los colores de la culpa
Las banderas de la culpa
Las gárgolas de la culpa
Las espinas de la culpa

Escucha, dice el alcalde, escucha a los pájaros del bosque
Ellos cantan como hombres encadenados
 
 

~

Felicitaciones



Aquí estamos comiendo los hongos sagrados
fuera del cielo japonés
comiendo la flor
en las arenas de Nevada

Oye Marco Polo
y tú, Arthur Rimbaud
amigos de las embarcaciones
examinen la aventura de nuestro tiempo
y las joyas de la casa de Dachau
la fraternidad de borrachos de Belsen

¿Acaso tus barcos no lucen
como violines flotantes
tocando melodías de Jack Benny?

~



Hitler, el melanoma cerebral



Hitler el melanoma cerebral mira por mis ojos
Goering hierve lingotes de oro en mis entrañas
Mi manzana de Adán se hincha con toda la cabeza de Goebbels
No sirve de nada decirle a un hombre que es judío
Estoy haciendo una sombra de lámpara de tu beso
¡Confiesa! ¡Confiesa!
Es lo que pides
aunque creas que me lo estás dando todo.

~
 
 
 

Todo lo que hay que saber sobre Adolf Eichmann




OJOS: .................................... Promedio
PELO: .................................... Promedio
PESO: .................................. Promedio
ALTURA: .................................. Promedio
RASGOS DISTINTIVOS: ................ Ninguno
NÚMERO DE DEDOS: ...................... Diez
NÚMERO DE ORTEJOS: ........................ Diez
INTELIGENCIA: ............................ Promedio

¿Qué esperabas?

¿Garras?

¿Incisivos descomunales?

¿Saliva verde?

¿Locura?

~
 
 

Para cualquiera vestido de marmol



El milagro que todos estamos esperando
esperamos por la caída del Partenón
y la Casa de los Cumpleaños no sea más una casa
y los padres no sean envenenados por la fama.
Las medallas y los registros de abusos
no pueden ayudarnos en nuestra peregrinación a la lujuria,
pero como látigos que ciertos pervertidos nunca usan,
obligan a nuestra carne en una confianza paralizante.
Veo a un huérfano, sin ley y sereno,
parado en un rincón del cielo,
un cuerpo así como los cuerpos que han sido,
pero no la cicatriz del nombrar en su mirada.
Criado cerca de los hornos, está quemado dentro
Luz, viento, frío, oscuridad - ellos lo usan como una novia.

~
 
 

Pueblo



flores para hitler bostezaba el verano
flores sobre todo mi nuevo césped
y aquí está la pequeña aldea
la gente la pinta para una fiesta
aquí hay una pequeña iglesia
aquí hay un colegio
aquí hay algunos perros haciendo el amor
las banderas resplandecen como la ropa
flores para hitler bostezaba el verano

***
 
 

Versiones de Nicolás López-Pérez



(Fuente: La comparecencia infinita)


 

Clara Janés (España)

 

 

AHORA INMÓVIL

 

 
Como el azote de un eterno viento
veo la vida que golpea al tiempo.
Muestra el ahora su absoluto en llamas,
pleno, perfecto.
 
Ciega mis ojos la existencia pura.
Ata mis manos el espacio. Tengo
presos los pies entre la red del aire,
presa la mente.
 
Nada desea, atenazada, el alma,
sólo un pilar donde dejar los huesos.
Se hace el silencio y el olvido todo.
Todo sosiego.
 
 
 
____________________
en "Límite humano", Oriens, Madrid, 1973. 


(Fuente: Jonio González)

René Char (Francia, 1907 - 1988)

 

 

"Uno acerca una cerilla a la lámpara y aquello que se enciende no da claridad. Lejos, muy lejos de uno, es cuando el círculo se ilumina." 
 
 
"El poeta no puede permanecer largo tiempo en la estratosfera del Verbo. Tiene que enroscarse en nuevas lágrimas e ir tirando en su orden." 
 
 
"Cada una de las letras que compone tu nombre. Oh belleza en el cuadro de honor de los suplicios, se casa con la plana simplicidad del sol, se inscribe en la frase gigante que borra el cielo y se asocia con el hombre encarnizado en burlar su destino con su indómito rival: la esperanza."
 
 
 
 
 
(Fuente: Hugo Toscadaray)

William Butler Yeats ( Irlanda, 1865-1939)

 

 

Cuando estés vieja

 
 
Cuando estés vieja y cana y soñolienta
y, cabeceando junto al fuego, tomes este libro
y leas lentamente, y sueñes con la dulce mirada
que tus ojos tuvieron una vez, y con sus sombras oscuras;
 
cuántos amaron tus momentos de gracia jubilosa,
y amaron tu belleza con amor genuino o falso,
pero sólo un hombre amó tu alma peregrina,
y amó los pesares de tu rostro que cambiaba;
 
y al encorvarte junto al hierro enrojecido,
murmures, con algo de tristeza, cómo huyó el Amor
y se fue por las montañas a lo alto
y ocultó su rostro entre millares de estrellas.
 
.....

(Trad.: Gerardo Gambolini)

 

Jorge Orlando Correa (Quintana Roo, México, 1992)

 

 

Quien me recuerde, lo habré olvidado

 

me supe holograma
al caminar
entre oleajes y rocas
sin sufrir rasguños
ni padecer ahogo

logré corroborarlo
atravesando los muros
de mi casa

intermitentes
mis manos
no tiraban
del cabello en mi nuca

resultó extraño
llorar
sin un corazón
acelerado

sin recordar
cómo hacerlo

calma
me dijo una voz
como de radio antigua

ojos cafés
cejas tupidas
piel morena

Estela no parecía distinta
desde la última ocasión
que nos besamos

8 años antes del bombardeo
borrachos de ron
entre arbustos del parque
que apodábamos
La cantina

tiempo después
la extrañé a diario

somos memoria
explicó Estela
proyectada de esa luz
que en realidad
es un satélite

todo lo que brilla
resplandece
de nosotros

¿has tocado esas estrellas?

atrás quedaron
edificios en ruinas
coches carbonizados
otros hologramas

lo que alumbra del sol
es la palabra
alumbra

después de citar a Salvador Elizondo
Estela comenzó a titilar
hasta desvanecerse

¿Hay algo más tenaz que la memoria?

me acuerdo del aroma a tierra húmeda
previo a llover
hormigas voladoras

del Cavalier gris del 94 de mi padre
de mi madre
en una fotografía
con lentes Rayban polarizados

de pintura
descarapelada
sobre óxido
en barandales de la escuela

cuatro paredes blancas
mi primer departamento

la gotera
en algún lugar
dentro de las tuberías
en Parrilla Grill
donde fui despedido
por borracho

me acuerdo de romper esferas de navidad
reflejar mi rostro
en decenas de fragmentos

de mi hermana disfrazada de brujita

de un cielo nublado
rojo
previo a los bombardeos

la primaria
un verano sin alumnos
con pasillos más amplios
de lo que aparentaron
salones
como cuevas de gigante
sillas
reducidas
en mi mente
gritos

me acuerdo del sonido
como de hojas secas quebrándose
un instante después de la primera explosión

del día que llenamos la cajuela del Cavalier
con maletas
cordeles
anzuelos
una hielera Coleman de color azul rey

del columpio
en casa de mi abuela
frente a jaulas
con loros australianos

arboladuras tras la ventana
en viajes por carretera

me acuerdo de una luz
desvaneciendo
personas
muros
árboles
gritos
otras luces.

 

 

(Fuente: Low Fi ardentía)

 



sábado, 30 de enero de 2021

Jan de Jager (Buenos Aires, Argentina, 1959)

 

 

El palo borracho
 

.
Hortaliza prehistórica,
cactus camuflado.
Reptil urticante.
 
Barriga de cerveza verde y embarazo de aguijones.
Pecera sagrada.
 
Tus ramas y tus hojas,
descanso y refugio del trepador ensangrentado.
Tu flor,
boceto aventajado de la orquídea.
 
Tus flores,
candombe de orquídeas
orgía de abejorros.
 
Tu fruto vestido: palta y pepino.
Tu fruto desnudo: choclo de lana,
larva de oveja.
 
Filamentos explosivos de espermatozoides femeninos.
 
Tus espinas
.
 
 
 
 
Relámpagos vol. 2
Viajera Editorial

 

Li-Young Lee (Yakarta, Indonesia, 1957)

 

 


COMIENDO SOLO

 
 
He extraído las últimas cebollas jóvenes del año.
El jardín está desnudo ahora. El terreno está frío,
pardo y viejo. Lo que queda de las flamas del día
en los arces en el rincón de mi
ojo. Me vuelvo, un cardenal se desvanece.
Por la puerta del sótano, lavo las cebollas,
entonces bebo de la helada espita de metal.
 
Una vez, años atrás, caminaba al lado de mi padre
entre las peras caídas del árbol. No recuerdo
nuestras palabras. Podíamos haber paseado en silencio. Pero
todavía le veía combado con su mano izquierda apuntalando
sobre la rodilla, rechinando al alzarla y sostuvo
frente a mis ojos una pera podrida. En ella, un avispón
giró alocadamente, barnizando en el lento, resplandeciente jugo.
 
Era mi padre al que vi esa mañana
undulando hacia mí desde los árboles. Casi
le llamé, hasta que me le acerqué lo suficiente
para ver la pala, reclinada donde yo la había
dejado, en la oscilante, profunda verde sombra.
 
El blanco arroz exhalando vapor, casi hecho. Dulces verdes guisantes
fritos con cebollas. Camarones salteados con aceite
de sésamo y ajos. Y mi propia soledad.
Qué más podía yo, un hombre joven desear.
..............................................................................................
 
(Traducción: Wilfredo Carrizales)
 
 
(Fuente: Daniel Rafalovich)

 

Aime Cesaire (Martinica, 1913 - 2008)

 

 

Sol serpiente

 

 
Sol serpiente ojo fascinante ojo mío
mar en que hormiguean islas crujientes
en dedos de rosas
lanzallamas ante las que mi cuerpo se
salva de ser fulminado
el agua eleva los esqueletos luminosos
perdidos en las galerías no lujosas
los torbellinos de témpanos dorados
corazón humeante de cuervos
nuestros corazones
son voz de rayos suavizados
giran en las cóleras agrietadas
transmitiendo iguanas al paisaje de vidrios
despedazados
son flores vampiras que relevan orquídeas
elíxir de fuego esencial
fuego exacto fuego mango cubierto
de abejas en la noche
mi deseo al azar
sorprende tigres en los azufres
pero el despertar de estaño se dora en
yacimientos infantiles y
mi cuerpo pétreo se alimenta de
venenos palomas y sueños
palabra azucarada del Brasil
en el fondo de un pantano
 
 
 
(Fuente: Hugo Toscadaray)

 

Dylan Thomas (Gales, 1914 - EEUU, 1953)

 

 

Si me hiciera cosquillas el roce del amor

 

Si me hiciera cosquillas el roce del amor,
Si una tramposa chica me robara a su lado,
Y quebrara su nido rompiendo mi cuerda vendada,
Si el rojo cosquilleo como el parir del ganado
Pudiera arrancar una risa de mi pulmón,
No temería al diluvio ni a la manzana
Ni a la maligna sangre de la primavera.

¿Será hombre o mujer? Se preguntan las células,
Dejando caer la ciruela como fuego de la carne.
Si me hiciera cosquillas la cabellera incubadora,
El hueso alado que crece en los talones,
La picazón del hombre en el muslo del bebé,
No temería al hacha ni a la horca
Ni a las cruzadas varas de la guerra.

¿Será hombre o mujer? se preguntan los dedos
Que llenan con tiza las paredes de hombres y mujeres inmaduras.
Si me hiciera cosquillas el hambre de erizo
No temería a la musculatura del amor
Ensayando calor sobre un nervio en carne viva.
No temería al diablo en su lomo
Ni a la abierta tumba.

Si me hiciera cosquillas el roce de los amantes
Que no borra la pata de gallo ni el cerrojo
De la vieja y enferma virilidad en las mandíbulas caídas,
El tiempo y los cangrejos y la dulce cuna¹
Me dejaría frío como manteca para las moscas,
La escoria del mar podría ahogarme al romper
Muerto en los pies de los novios.

La mitad de este mundo es del diablo, la otra mitad es mía,
Tonto por esa droga fumada en una chica
Y enredado en el brote que su ojo bifurca.
La pierna de un anciano con una médula en mi hueso,
Y todos los arenques que huelen en el mar,
Me siento y miro el gusano debajo de mi uña
Desgastando la vida².

Y éste es el roce, el único roce que hace cosquillas.
El nudoso mono que se balancea a lo largo de su sexo
Desde la húmeda oscuridad hasta el tirón de la enfermera
No puede hacer surgir la medianoche de una sonrisa,
Ni cuando encuentra la belleza en el pecho
Del amante, la madre, los amantes o sus seis
Pies en el polvo que se frota.

¿Y cuál es el roce? ¿La pluma de la muerte en el nervio?
¿Tu boca, amor mío, el cardo en el beso?
¿Mi broma³ de Cristo nacida sobre el árbol entre espinas?
Las palabras de la muerte4 son más secas aún que su rigidez,
Mis verbosas heridas están impresas con tu cabello.
Me haría cosquillas el roce del amor, entonces:
Hombre, sé mi metáfora.

 

 

If I were tickled by the rub of love

 

If I were tickled by the rub of love,
A rooking girl who stole me for her side,
Broke through her straws, breaking my bandaged string,
If the red tickle as the cattle calve
Still set to scratch a laughter from my lung,
I would not fear the apple nor the flood
Nor the bad blood of spring.

Shall it be male or female? say the cells,
And drop the plum like fire from the flesh.
If I were tickled by the hatching hair,
The winging bone that sprouted in the heels,
The itch of man upon the baby’s thigh,
I would not fear the gallows nor the axe
Nor the crossed sticks of war.

Shall it be male or female? say the fingers
That chalk the walls with green girls and their men.
I would not fear the muscling-in of love
If I were tickled by the urchin hungers
Rehearsing heat upon a raw-edged nerve.
I would not fear the devil in the loin
Nor the outspoken grave.

If I were tickled by the lovers’ rub
That wipes away not crow’s-foot nor the lock
Of sick old manhood on the fallen jaws,
Time and the crabs and the sweethearting crib
Would leave me cold as butter for the flies
The sea of scums could drown me as it broke
Dead on the sweethearts’ toes.

This world is half the devil’s and my own,
Daft with the drug that’s smoking in a girl
And curling round the bud that forks her eye.
An old man’s shank one-marrowed with my bone,
And all the herrings smelling in the sea,
I sit and watch the worm beneath my nail
Wearing the quick away.

And that’s the rub, the only rub that tickles.
The knobbly ape that swings along his sex
From damp love-darkness and the nurse’s twist
Can never raise the midnight of a chuckle,
Nor when he finds a beauty in the breast
Of lover, mother, lovers, or his six
Feet in the rubbing dust.

And what’s the rub? Death’s feather on the nerve?
Your mouth, my love, the thistle in the kiss?
My Jack of Christ born thorny on the tree?
The words of death are dryer than his stiff,
My wordy wounds are printed with your hair.
I would be tickled by the rub that is:
Man be my metaphor.

NOTAS

1 Si bien el poema está lleno de connotaciones sexuales y “crabs” podría leerse además como ladillas (esto podría acentuarse en relación a “sweethearting”, el lecho del amor), la imagen de “crabs” aparece en otros poemas de Dylan Thomas (Poem in October) donde elementos y escenarios del mar resultan siempre protagónicos. Además, el crítico William York Tindall en A reader’s guide to Dylan Thomas, New York, Farrar, Straus and Cudahy, 1962 sugiere que: “Cangrejos (de Hamlet II, ii, 205) quizás pueda significar la forma de andar del cangrejo, homóloga a la de un anciano” (en este caso, representando la vejez, tema fundamental cuarto hemistiquio). Por otro lado, el efecto de “crabs” convierte, en un juego fonético, en el lecho de amor en una cuna (“cribs”).

2 “Wearing the quick or life away” (William York Tindall, op. cit., pp. 48-49).

3 Tomado de Gerard Manley Hopkins: “I am all at once what Christ is, / since he was what I am, and This Jack, joke, poor potsherd, / patch, matchwood, immortal diamond, / Is immortal diamond.”

4 “wordy wounds of poetry” (William York Tindall, op. cit., pp. 48-49).

 

 

De Collected Poemas (1934 - 1953)

 

Trad. Juan Arabia

 

(Fuente: Buenos Aires poetry) 

 

Paul Valéry (Francia)

 

 

Era hermosa...

 


Era hermosa, con un corazón lleno de contrastes:
le gustaban los patos, el amor, los pederastas
que llevan el correo en bandeja de plata.
Seguía los cursos de los Maestros, pero soñando
en una lección bien distinta, en claridades menos austeras,
en tales enseñanzas de otras complementarias,
en tal saber, seguido en la sombra, de un suspiro.
Era tierna. Era dulce acurrucarse
voluptuosamente, como una gata, en Ella.
Ver cómo iba muriendo el día en su pupila
muy cerca, y esperar en silencio el amor.




De Paul Valéry a Jeanne Loviton  



(Fuente: Un alma navegante)

Claudia Huergo (Villa Dolores, Córdoba, Argentina, 1968)

 

 

Nuestro primer paisaje fue el monte

aunque por ese entonces no lo llamábamos así.
Paisajes eran otras cosas
postales coloridas, paseos de gente feliz.

Si tuviera que dibujar al monte
empezaría contando por su boca
diría:
la boca del monte
tiene dientes
como espinas,
se alimenta de pedazos de piel
gotas de sangre
escozor.
No diría: alguien pasea por el monte.
Diría: 

alguien es alcanzado por el hambre.

 







Va la siesta suspirando aliento sobre las hojas
engordando la fronda,
migran los cuerpos hasta el río
nacen niños como orillas
alimento para peces
carnadas.
Las madres eventran a la sombra
un tejido flojo macera sus alumbramientos
allí traman sus venganzas,
hacen tajos a la sandía.
 




Pero un pueblo es también un lecho de costumbre
una forma de arrastrar los pies
de hacer la conversación, la música.
Un gobierno del agobio.
 
 
 
En  La boca del monte
 
 
(Fuente: Emma Gunst) 








Antonio Orihuela (España, 1962)

 

 

Idea vertical de ti

 

Por la ventana,

en la tarde de este invierno

miro pájaros que me recuerdan mi dolor por ti.


El mar,

tu pijama de la casa,

y tus caderas, que parirán robustos peces,

os volvéis

un dolor ancho, como oscuros tus ojos,

y el enigma se cierra por un doble horizonte de labios.


No sé si volveré en mí

y habitaré la casa, nuevamente.


Sumergido,

intento guardar esta imagen, tuya, para siempre.

 



 En  Esperar sentado. Ed. Ruleta Rusa, 2017

 

(Fuente: Voces del extremo)

 

Robert Rivas (s / d)

 

 

UNO DE LOS TEXTOS MÁS BREVES QUE HAYA ESCRITO

      


                               un pajarito en la selva












     NOTA


 ese es el nombre del texto y el texto mismo

 y es suficiente

 como el pajarito en la selva

 el pequeño texto tiene que valerse por sí mismo



 ¿Por qué textos?

 ¿Y por qué siempre me gustaron las texturas?

 Siempre me gustó más la palabra texto que la palabra poema

 

 Un escrito tiene una textura


 Tocar, acariciar, rozar, frotarlas entre sí con los dos primeros 

dedos.

 La palma de la mano -parodiando a Bioy que decía "siempre

que digo 'mujeres' me refiero a las mujeres bellas", diría 

"siempre que digo la palma de la mano, me refiero a la palma

de las manos de las mujeres

 La textura de la planta de los pies (de las mujeres), también

 Ah, y las mejillas de la Señorita Benjamenta, según Walser.

 Y, clásicamente, las sedas, la tela femenina, la piel que se po-

nen ciertas mujeres.

 Y vienen acá dos palabras que también se han convertido en

fetiches, una transformación que no cualquier objeto o parte

del cuerpo es digna de lograr: rustle es una. Y lo es porque

resulta intraducible. Es el sonido de la frotación, sí, pero no

de cualquier superficie. Las hojas del bambú hacen el rustle

más poético, porque incluyen en su escena a la noche, la lu-

na, el viento, y la espera. 

 A lo largo de la vida uno va viendo cuáles son sus textos-

texturas. Sólo a lo largo de la vida. Y forman parte de todo

eso que no tiene un nombre conjunto, eso que se nos impo-

ne desde la más temprana edad: lo que nos gusta y lo que

no nos gusta. El gran ensamble de nuestros gustos y recha-

zos, nos define, pero es, por supuesto, innombrable.

 Entonces acude la segunda palabra-fetiche: lifetime.

 El tiempo transcurrido a lo largo de la vida.

 Por ejemplo, Pound: "The mastery of any art is the work of

a lifetime."

 Lleva toda una lifetime tener una idea de quién es uno. Y si-

gue siendo una idea parcial, inestable, un saber que no sabe

qué sabe (y qué imagina, todavía). 

 En lugar de todo esto se puede decir solamente


                             un pajarito en la selva

 

 

(Fuente: Inútiles misterios)

 

Miltos Sakhtouris (Atenas, 1919-2005), Μίλτου Σαχτούρη Ποιήματα, Kedros, Atenas, 1978, 2001

 

 

La abandonada




I

No es este surco surco de sangre
no es este barco barco de tormenta
no es este muro muro de placer
no es esta migaja migaja de fiesta
no es este perro perro de flores
no es este árbol árbol eléctrico
no es esta casa casa de distancia

No es la blanca vieja vieja moribunda

Es una cucharada de vino dulce fuerza de alegría
para la vida de la abandonada
 

II

La abandonada abre la ventana
abre sus ojos
por abajo pasan camiones con mujeres enlutadas 
que enseñan su sexo desnudo
con choferes tuertos que blasfeman
a su cristo y a su virgen
las enlutadas quieren su mal
aunque le lancen sus ensangrentados claveles
por la fiebre de su jardín del placer
por la evaporación de la bencina en la nube de humo
los choferes
rajan la nube y la llaman puta
ella, sin embargo, es una virgen triste
con su amado adentro en los retratos
así como lo guardó el tiempo
con los cirios de los traicionados todos
que caminaban a la muerte entre las margaritas y la camomila
con palmas siervos y estrellas del monte
con espadas que cortaban cuellos y palmeras
 

III

La abandonada extiende su mano blanca
coge sin embargo un vidrio coloreado y canta
-Te llamo no desde dentro del sueño
sino desde los añicos de estos vidrios de colores
pero tú siempre huyes
ahora sí, en verdad me asusta tu rostro
por más que recomponga estos vidrios quebrados
no puedo ya mirarte entero
a veces armo sólo tu cabeza
entre miles de otras cabezas salvajes
que me enajenan
otras veces sólo tu amado cuerpo
entre miles de otros cuerpos desmembrados
y a veces solamente tu mano bendita
entre miles de otras manos tendidas
que torturan mis piernas bajo mis faldas
me vendan los ojos con sus negros pañuelos
me ordenan caminar y no volver atrás mi cabeza
para ver tus ojos hacerse trizas.
 

IV

La abandonada en la profundidad de su victorioso sueño
Con una manzana en su mano derecha  y la otra acariciando el mar
Desdobla de pronto sus bellos ojos 
Es sólo un respiro un trueno de cañón
Es el ciclista su amada y el ramo de flores
Es el quejido del corazón humo de los socavones
El odio los cuerpos que se juntan con rabia y se hunden
Es un beso terrible en los confines del placer
Donde se encuentran diseminados entre las amapolas cinco muertos
Es la sombra de su amado que pasó
 

V

Estas palabras las arrancará de cuajo tras cuarenta
años la abandonada. ¿Y en este camino
decir acaso cómo se hacen los milagros? No. Los milagros
se hacen sólo en las iglesias con fantasmas.
¿Hablar del hombre que se hizo árbol y de 
su boca donde crecieron flores? Me avergüenzo
sin embargo debo hablar, aunque no me crean
El único que podría haberme creído lo ma-
taron allí frente al altar unos muchachos desnudos
lo mataron a pedradas. Querían herir
un perro lobo querían decir una canción querían
besar una mujer. En todo caso lo mataron
y en dos lo partieron con una espada. De la cintura
para arriba lo pusieron de estatua en una ventana.
De la cintura para abajo le enseñaron a caminar como
a los pequeños que comienzan. Para estatua no servía
porque no pudieron ponerse sus ojos blancos.
Sus piernas en cambio hacen locuras a montón y
asustan a las mujeres que se anochecen en las ventanas.
Ahora, otra vez en sus labios, han crecido
dos hojitas amargas. Verdeverdes. ¿Es flor u
hombre? ¿Es hombre o estatua? Es 
estatua o muerte apócrifa? Estas palabras
las arrancará de cuajo después de cuarenta años la abandonada.
 

VI

La abandonada es el soldado que fue sacrificado
la abandonada es el reloj que se detuvo
la abandonada es la rama que se encendió
la abandonada es la aguja que se rompió
la abandonada es el epitafio que floreció
la abandonada es la mano que marcó
la abandonada es la espalda que se estremeció
la abandonada es el beso que enfermó
la abandonada es la navaja que erró
la abandonada es el barro que se secó
la abandonada es la fiebre que cayó.
 
 


Versiones de Pedro Ignacio Vicuña

Nota del traductor: Sakhtouris se escribe también Sajturis o Sahtouris, dependiendo de la transliteración; la primera corresponde a las reglas de transliteración francesas vigentes gran parte del siglo XX, la segunda forma es la que ha sido adoptada por los traductores españoles, pero se encuentra con el problema de la no correspondencia con la usada en otras lenguas, lo que puede producir lagunas en las informaciones bibliográficas sobre el autor; la tercera forma es la que ha sido adoptada en inglés, especialmente en EEUU, en donde su obra ha tenido una mayor difusión.

 
 
 
(Fuente: Otra iglesia es imposible)