miércoles, 4 de julio de 2018

Ernesto Lumbreras (México, 1966)


(oremus)

Bufan las aguas espumosas. Tu tránsito elude amonestaciones. Tu auto sacramental fluye en nuestras voces. Allá vas, viejo botijón procurando un guiño de alcohol para nuestro duelo. Quisimos decirte tantas cosas. Quisimos mostrarte la desembocadura del río: la malaria, el limo, los lagartos. Nos apetecía beber agua salada y resucitar un poco. Qué fácil hubiera sido, hacer brecha donde el fulgor nos llamara.
            Pero no. Dormir sin oírnos sedujo tu linfa. Allá vas con tu memoria en busca de un páramo. A nuestro dolor lo llamaste acoso de pólvora, música de cascos. Rogaremos en la divinidad de tus secreciones, la aparición de un tordo escarlata.


(polvo copular)

Poseo una muchacha
con modales de escorpión.
Ufano de penetrar
la hoguera donde caza
un león viejo,
saturo a la joven
con la luz de una piedra
rodeada de agua.

Poemas de Numerosas Bandas (2009)
LA MAÑANA ENTRE EL BARRO

En el centro del patio romperé mi alcancía:
un faro bienhechor con el martillo en mano
dirige el movimiento del asombro en mis ojos.
Golpeado por el ansia estoy alegre y triste
como una flor nocturna oliendo su perfume
en un sótano rancio. Sospecho que el marrano
sonríe por la música que lleva en sus costillas.
De pronto y sin aviso dejo caer el hierro
sobre el lomo del cerdo. Cegado por el brillo
de los peces saltando en su red de guijarros
me dijo complacidos: “No más filosofía
sobre cómo encontrar la mañana en el barro”.
De tuertos generales cada moneda tiene
la tarde de un domingo en casa de mi abuela.


UNA MAÑANA EN EL JARDÍN

Para Eduardo Langagne
Hay un gato en la barda del jardín de la casa.
El resplandor en la hierba igual que un cubo de agua
lo tensa y acobarda. Un círculo de pájaros
entre migas de pan despierta en su nariz
una alegría de alas. Si no estuviera un perro
absorto al movimiento de ir y no ir por su almuerzo
otro gallo cantara. Como una gota de agua
en un terrón de azúcar el gato se consume
en preparar su salto. Nunca lo hará, lo sabe
de cierto y con mayúsculas. Tal vez la historia cambie,
añora el bigotón, cuando un muchacho tome
su cuaderno y su lápiz y dibuje esta fábula.

Poemas de Espuelas para demorar el viaje



(Fuente:  Revista El humo)

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