sábado, 21 de julio de 2018

Elizabeth Bishop (EEUU, 1911-1979)


UN ARTE


El arte de perder no es difícil de dominar;
Tantas cosas hay llenas con la intención
De perderse, que al final no es la pérdida el desastre.
Perdé una cosa por vez. Admití el arrastre
De las llaves de puerta perdidas, de la hora lejos del hogar.
El arte de perder no es difícil de dominar.
Después, ensayá perder más, perder antes:
Lugares, y nombres, y donde pensabas viajar.
Ninguna pérdida conducirá al desastre.
Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mirá! Mi última
O acaso penúltima, de una apuesta de tres, casa adorada.
El arte de perder no es difícil de dominar.
Perdí dos ciudades bárbaras. Y, más que eso, reinos
Que estaban para mí, dos ríos, un continente entero.
El arte de perder no es difícil de dominar.
Perderte incluso a vos (el sarcasmo en la voz
Que tanto amo) no debería dejarme mentir: es evidente
Que el arte de perder no es difícil de dominar,
Si bien puede parecer, parecerse (EscribiLO) a un desastre.




One art


The art of losing isn’t hard to master;
So many things filled with the intent
To be lost by their loss is not disaster.
Lose something every day. Accept the fluster
Of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master.
Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.
I lost my mother’s watch. And look! My last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master.
I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
Some realms I owned, two rivers, a continent.
I misss them, but it wasn’t a disaster.
Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
The art of losing’s not to hard to master
Though it may look like (Write it!) like disaster.




Traducción: Luis Chitarroni.

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