sábado, 24 de septiembre de 2022

Matías José Morales (Talca, Chile, 1988)

 

MATRIARCA LOXODONTA

 

 
Sé que soy un sinvergüenza
pero tú me has enseñado todo.
 
Madre, soy coqueto por naturaleza.
Honesto recuerdo de sangre 
 
en boca de carroñeros.
 
Nunca te olvidaré:
compañero de batallas. El magnetismo 
 
líquido nos atrajo
por kilómetros contra reloj.
 
Llegué a la meta solo. Me alentaste tendido muerto
a pocos metros del charco. Serás prueba carnal 
 
en la importancia que tienen las distancias
y los procesos fisiológicos.
 
Tu esqueleto al sol
marcará el hito. Una guía en la rutina
de seguir nubes oscuras. 
 
Uso tu costilla como pincel, hermano
y pinto cuadros renacentistas 
 
con recuerdos de arena
sobre juntar las trompas. 
 
Soy un romántico enamorado del agua.
 
Inventor del rally, nada duro me afecta.
La ruta es una verdad. El grosor de la piel 
 
me protege de los prejuicios que acarreo
por mi tamaño. Desde joven 
 
aprendí la humildad de los ojos pequeños. 
 
Todo está en tu lágrima de vida: esa mirada constante
y atenta sobre huellas redondas 
 
acusan el andar sediento de piernas que ven 
 
saltos en el aire
con envidia de marfil.
 
 
(Cicuta)

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