sábado, 24 de septiembre de 2022

Julián del Casal (Cuba, 1863-1893)

 

Nostalgias

 


       
 
 
    I

Suspiro por las regiones
donde vuelan los alciones
           sobre el mar,
y el soplo helado del viento
parece en su movimiento
           sollozar;

donde la nieve que baja
del firmamento, amortaja
           el verdor
de los campos olorosos
y de ríos caudalosos
           el rumor;

donde ostenta siempre el cielo,
a través de aéreo velo,
           color gris;
es más hermosa la luna
y cada estrella más que una
           flor de lis.
 

           II

Otras veces sólo ansío
bogar en firme navío
           a existir
en algún país remoto,
sin pensar en el ignoto
           porvenir.

Ver otro cielo, otro monte,
otra playa, otro horizonte,
           otro mar,
otros pueblos, otras gentes
de maneras diferentes
           de pensar.

¡Ah! si yo un día pudiera
con qué júbilo partiera
           para Argel,
donde tiene la hermosura
el color y la frescura
           de un clavel.

Después fuera en caravana
por la llanura africana
           bajo el sol
que, con sus vivos destellos,
pone un tinte a los camellos
           tornasol.

Y cuando el día expirara
mi árabe tienda plantara
           en mitad
de la llanura ardorosa
inundada de radiosa
           claridad.

Cambiando de rumbo luego,
dejara el país del fuego
           para ir
hasta el imperio florido
en que el opio da el olvido
           del vivir.

Vegetara allí contento
de alto bambú corpulento
           junto al pie,
o aspirando en rica estancia
la embriagadora fragancia
           que da el té.

De la luna al claro brillo
iría al Río Amarillo
           a esperar
la hora en que, el botón roto,
comienza la flor del loto
           a brillar.

O mi vista deslumbrara
tanta maravilla rara
           que el buril
de artista, ignorado y pobre,
graba en sándalo o en cobre
           o en marfil.

Cuando tornara el hastío
en el espíritu mío
           a reinar,
cruzando el inmenso piélago
fuera a taitiano archipiélago
           a encallar.

A aquél en que vieja historia
asegura a mi memoria
           que se ve
el lago en que un hada peina
los cabellos de la reina
           Pomaré.

Así errabundo viviera
sintiendo toda quimera
           rauda huir,
y hasta olvidando la hora
incierta y aterradora
           de morir.
 

           III

Mas no parto. Si partiera
al instante yo quisiera
           regresar.
¡Ay! ¿Cuándo querrá el destino
que yo pueda en mi camino
           reposar?
 
 
 

Julián del Casal en Nieve (1892), incluido en Antología crítica de la poesía modernista hispanoamericana (Ediciones Hiperión, Madrid, 1992, selec. de José Olivio Jiménez).
 
 
(Fuente: Asamblea de palabras)


 

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