martes, 26 de julio de 2022

Thiago de Mello (Barreirinha, 1926 - Manaos, Brasil, 2022)

 

Los estatutos del hombre


Fotografía de Rinko Kawauchi


 
 
 
LOS ESTATUTOS DEL HOMBRE
(Acta institucional permanente)


Artículo I

Queda decretado que ahora vale la vida
que ahora vale la verdad.
y que de manos dadas
trabajaremos todos por la vida verdadera.


Fotografía de Rinko Kawauchi
 

Artículo II

Queda decretado que todos los días de la semana,
inclusive los martes más grises,
tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.



Fotografía de Rinko Kawauchi
 
Artículo III

Queda decretado que, a partir de este instante,
habrá girasoles en todas las ventanas,
y los girasoles tendrán derecho
a abrirse dentro de la sombra;
las ventanas deben permanecer, el día entero,
abiertas para el verde donde crece la esperanza.

 
Fotografía de Rinko Kawauchi

Artículo IV

Queda decretado que el hombre
no precisará nunca más
dudar del hombre.
Que el hombre confiará en el hombre
como la palmera confía en el viento,
como el viento confía en el aire,
como el aire confía en el campo azul del cielo.

Parágrafo único:
El hombre, confiará en el hombre
como un niño confía en otro niño.

 
Fotografía de Rinko Kawauchi

Artículo V

Queda decretado que los hombres
están libres del yugo de la mentira.
Nunca más será preciso usar
la coraza del silencio
ni la armadura de las palabras.
El hombre se sentará a la mesa
con la mirada limpia
porque la verdad pasará a ser servida
antes del postre.


Fotografía de Rinko Kawauchi
 

Artículo VI

Queda establecida, durante diez siglos,
la práctica soñada por el profeta Isaías
y el lobo y el cordero pastarán juntos
y la comida de ambos tendrá el mismo gusto a aurora.


Fotografía de Rinko Kawauchi
 
Artículo VII

Por decreto irrevocable
queda establecido
el reinado permanente
de la justicia y la claridad,
Y la alegría será una bandera generosa
para siempre enarbolada
en el alma del pueblo.

 
Fotografía de Rinko Kawauchi

Artículo VIII

Queda decretado que el mayor dolor
siempre fue y será siempre
no poder dar amor a quien se ama
sabiendo que es el agua
que da a la planta el milagro de la flor.

 
Fotografía de Rinko Kawauchi

Artículo IX

Queda permitido que en el pan de cada día
tenga en el hombre la señal de su sudor.
Mas que sobre todo tenga siempre
el caliente sabor de la ternura.

 
Fotografía de Rinko Kawauchi

Artículo X

Queda permitido a cualquier persona,
a cualquier hora de la vida,
el uso de traje blanco.

 


Fotografía de Rinko Kawauchi


Artículo XI

Queda decretado, por definición,
que el hombre es un animal que ama
y que por eso es bello, mucho más
bello que la estrella de la mañana.

 
Fotografía de Rinko Kawauchi

Artículo XII

Decrétase que nada estará obligado ni prohibido, 
Todo será permitido.
Inclusive jugar con los rinocerontes
y caminar por las tardes
con una inmensa begonia en la solapa.

Parágrafo único:
Sólo una cosa queda prohibida:
amar sin amor.

 
Fotografía de Rinko Kawauchi

Artículo XIII

Queda decretado que el dinero
no podrá nunca más comprar
el sol de las mañanas venideras.
Expulsado del gran baúl del miedo,
el dinero se transformará en una espada fraternal
para defender el derecho de cantar
en la fiesta del día que llegó.


Fotografía de Rinko Kawauchi

Artículo Final

Queda prohibido el uso de la palabra libertad,
la cual será suprimida de los diccionarios
y del pantano engañoso de las bocas.
A partir de este instante
la libertad será algo vivo y transparente
como un fuego o un río
o como la semilla del trigo
y su morada será siempre
el corazón del hombre.

Traducción de Pablo Neruda, Santiago de Chile, 1964
 





Amadeu Thiago de Mello
(Barreirinha, 1926 - Manaos, Brasil, 2022)
de Faz escuro mas eu canto, Ed. Civilização Brasileira, RJ, 1965
en Aún es tiempo, Fondo de Cultura Económica, México, 1999

 

 

 

(Fuente: Emma Gunst)

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