jueves, 28 de julio de 2022

Marianne Moore (Kirkwood, 1887-Nueva York, 1972)

 











Silencio



Mi padre solía decir:
–La gente superior no hace visitas largas.
No hace falta mostrarles la tumba de Longfellow,
ni las flores de vidrio en Harvard.
Son autosuficientes como el gato,
que se lleva a la presa a un lugar privado;
la cola del ratón colgando floja de la boca.
A veces disfrutan de la soledad
y pueden quedarse sin palabras
al escuchar palabras que disfruten.
El sentimiento más profundo emerge durante el silencio;
no en el silencio, sino en la prudencia. –
Y no era hipócrita al decir –Haz de mi casa tu posada–.
Una posada no es un domicilio.

~

¿Qué son los años?


¿Cuál es nuestra inocencia?
¿Cuál nuestra culpa? Todos están
desnudos, nadie a salvo. ¿Y de dónde
viene el coraje: la pregunta sin respuesta,
la duda decidida
–que llama muda, sorda escucha– que
en la desgracia y en la muerte incluso
alienta a los demás
y en su derrota insta

al alma a que sea fuerte? Ve
hondo y es feliz el que consiente
a la mortalidad y en ese cautiverio
se levanta sobre sí mismo como
el mar sobre el abismo, luchando
por ser libre e incapaz de serlo,
en su renuncia
encuentra su vigencia.

El de opiniones firmes,
así vive. El propio pájaro,
que crece con su canto,
al erguirse se arma de valor. Aunque está preso,
su poderoso canto
dice qué humilde es la satisfacción,
la alegría, qué pura.
Eso es la mortalidad.
La eternidad es eso.

***

Versiones de Alejandro Abogado de la Serna y Ezequiel Zaidenwerg respectivamente.
Círculo de Poesía
Zaidenwerg

/

Silence


My father used to say,
“Superior people never make long visits,
have to be shown Longfellow’s grave
or the glass flowers at Harvard.
Self-reliant like the cat—
that takes its prey to privacy,
the mouse’s limp tail hanging like a shoelace from its mouth—
they sometimes enjoy solitude,
and can be robbed of speech
by speech which has delighted them.
The deepest feeling always shows itself in silence;
not in silence, but restraint.”
Nor was he insincere in saying, “Make my house your inn.”
Inns are not residences.

~

What Are Years?



What is our innocence,
what is our guilt? All are
        naked, none is safe. And whence
is courage: the unanswered question,
the resolute doubt—
dumbly calling, deafly listening—that
in misfortune, even death,
        encourages others
        and in its defeat, stirs

        the soul to be strong? He
sees deep and is glad, who 
        accedes to mortality
and in his imprisonment, rises
upon himself as
the sea in a chasm, struggling to be
free and unable to be,
        in its surrendering
        finds its continuing. 

        So he who strongly feels,
behaves. The very bird,
        grown taller as he sings, steels
his form straight up. Though he is captive,
his mighty singing
says, satisfaction is a lowly
thing, how pure a thing is joy.
        This is mortality,
        this is eternity.
 
 
 
(Fuente: La comparecencia infinita)

 

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