viernes, 27 de agosto de 2021

Julio Cortázar (Bélgica, 1914 - París, 1984)

 

 

EL ALEJADO

 
Su flecha el leve ayer ya no dispara
si una vez más la corza del verano
se alza ceñida de agua y avellano
y con la frente sombra y luz separa.
 
EI cielo, gruta vegetal, ampara
la breve flor y el pájaro liviano;
bajo el simple pretexto de la mano
la barca de la nube corre clara.
 
Y no duele estar triste en el instante
que es ya pasaje, el hilo que alimenta
por el aire su plata a la deriva,
 
aunque en la ardida imagen del amante
yazga el amor, oh nada donde alienta
la clara muerte de la siempreviva.
 
***
 
 

ESTA TERNURA

 
Esta ternura y estas manos libres,
a quién darlas bajo el viento? Tanto arroz
para la zorra, y en medio del llamado
la ansiedad de esa puerta abierta para nadie.
Hicimos pan tan blanco
para bocas ya muertas que aceptaban
solamente una luna de colmillo, el té
frío de la vela al alba.
Tocamos instrumentos, para la ciega cólera
de sombras y sombreros olvidados. Nos quedamos
con los presentes ordenados en una mesa inútil
y fue preciso beber la sidra caliente
en la vergüenza de la medianoche.
Entonces, nadie quiere esto,
nadie?
__________________
en "Salvo el crepúsculo", Alfaguara, Madrid, 1984.


(Fuente: Jonio González)

No hay comentarios:

Publicar un comentario