lunes, 30 de agosto de 2021

Isabel Bono (Málaga, España, 1964)

 

 alguien dice

 

 

 

hubo un bosque y nos llamaba

hubo ramas y crujían

hubo insectos y crujían

sus esqueletos ramas secas

y crujían

 

cada esqueleto que piso

un bosque menos

el minúsculo zumbido del dolor

poniendo fin

al eterno verano del incendio

 

no hay agua

no hay oxígeno

capaz de detener un incendio

no hay pulmones

no hay piernas suficientes para huir

 

alguien podó meticulosamente

nuestras extremidades

para hacernos más fuertes

para hacernos crecer

más fuertes

 

pero solo fuimos troncos huecos

carcomidos por la risa del miedo

 

la risa del miedo nos empuja a creer

 

alguien dice

hay un bosque donde cada insecto

moja cada mañana sus alas en miel

 

se acabó el zumbido del dolor

se acabaron las madrugadas inútiles

se acabaron las ganas de huir

 

la luz del sol entre los dedos

ramas desnudas nuestros dedos

estrechando el cerco de ese dolor

hasta ahogarlo

entre nuestros dedos

porque hay un bosque y nos espera

 

alguien dice

que alguien me llene la boca de saliva

antes de continuar

 

hemos llegado hasta aquí

hemos dejado atrás

el dolor y el incendio

y el dolor que sigue al incendio

hemos dejado atrás

cadáveres exquisitos

y un amor

con las alas mojadas en miel

 

no es humo ni ceniza

lo que ahora nos ciega

 

 

 


En: Me muero

 

               Bartleby Editores

 

              (Fuente: Papeles de Pablo Müller)

 

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