Matando plantas
Aquel año descubrí las virtudes
de las plantas como compañeras:
no discuten, no piden demasiado,
no dan vueltas hasta las tres de la madrugada,
no mienten luego sobre dónde estaban…
No me animo a
cambiar de maceta la hiedra ni este viejo
y triste cactus, ni siquiera sacarlos
al patio en verano,
donde sus vidas seguramente
mejorarían. De mala gana les doy
una gota de agua- y eso es todo
que reciben. Me pregunto si sospechan
que como Hamlet planeo el asesinato
durante horas, cada día y noche,
considerando el vertedero del pueblo
y pilas de compost posibles tumbas…
La verdad es que, si les dejo
vivir, sobrevivirán y seguirán dando
limosna a los pobres: aire dulce, flores
milagrosas, todo el ejemplo de la persistencia.
Trad. Ada Trzeciakowska
Killing the plants
That year I discovered the virtues
of plants as companions: they don’t
argue, they don’t ask for much,
they don’t stay out until 3:00 A.M., then
lie to you about where they’ve been….
I can’t summon the ambition
to repot this grape ivy, of this sad
old cactus, or even to move them out
onto the porch for the summer,
where their lives would certainly
improve. I give them
a grudging dash of water – that’s all
they get. I wonder if they suspect
that like Hamlet I rehearse murder
all hours of the day and night,
considering the town dump
and compost pile as possible graves….
The truth is that if I permit them
to live, they will go on giving
alms to the poor: sweet air, miraculous
flowers, the example of persistence.
(Fuente: Ada Lírica)
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