tres poemas
Sentada
Sentada como una ciega
En torno a mí cae la vida
como también caen los ecos
He corrido tanto
y todo para nada
Un día
cuando haga calor, mucho calor,
Como un roto cascabel
me iré a sentar sobre tu tumba,
La cabeza apoyada contra tu muerte
y por todo el tiempo que falta
yo escucharé tu sueño,
Tu frente colmada de sollozos
sobre mi pecho seco para siempre
~
Ante el vértigo
Ante el vértigo de tu muerte,
el corazón se ha escapado de mi pecho
Y toda la noche
toda la noche,
Tu delirio
ha estado siguiendo mis pasos
~
Bajo los fuegos de la derrota
Bajo los fuegos de la derrota
Haciendo brotar y resplandecer
de su frente
la gema negra
A matar los cielos y la bóvedas
él se ha ido
Nada ha sido absuelto
aunque él haya perdonado
Máscara de cal. Lima: Universidad Ricardo Palma, 2006.
Versiones de Pedro Díaz Ortiz
(Fuente: La comparecencia infinita)
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