domingo, 31 de marzo de 2024

Li-Young Lee (Yakarta, Indonesia, 1957)

 

Puede ser una imagen de una persona y flequillos

 

La ciudad en la que yo te amo (fragmento)

 

La ciudad en la que yo te amo
Me levantaré ahora y rondaré
por la ciudad, y por sus calles,
en las plazas buscaré…
a quien ama mi alma.
Cantar de los cantares 3:2
 
 
 
Y cuando, en la ciudad en la que yo te amo,
suenen inadvertidos mis mejores cantos,
y yo ascienda las más sórdidas calles,
los lamentos infinitos de las avenidas,
me hundiré en la noche profunda hasta encontrarte...
 
Haga yo un acuerdo con la niebla, la lustrosa
lluvia que trémula se acerca como los dientes del mendigo a su lata
o como dos hombres asediando a otro en el callejón,
oscuramente alumbrado por un catre en llamas, pueda yo
arrastrar mi aliento al ir en pos de ti...
 
Mas allá de los resguardados jardines escolares, iglesias tapiadas, sinagogas
con esvásticas, protegidas casas de oración, más allá
de las ventanas cubiertas con periódicos en el vecindario, entre los violados,
la ciudadanía procesada, a través de esta
aglomerada, fortificada, hurgada, patrullada
ciudad que llamo casa, en la que solo soy un invitado…
 
Un moretón azul
en el músculo, tú
imprimes en mí.
Como hueso que se pega al dolor de una casa,
estoy condenado a amarte,
la forma de tu cuerpo regresa, tu cabello un torso
en la luz, tu calor
debo tener, tu abrirte
yo devoraría, cada instante
de tu suave fino fruto,
invertida fuente en la que no me alcanzo a ver.
 
Mi lengua recuerda tu sabor herido.
La vena en mi cuello
te adora. Una espada
se erige entre mis caderas,
los piojos en mí despiden un aroma de aceite compasivo.
 
Las sombras bajo mis brazos,
te prometo, son tiernas, las sombras
bajo mi cara. No temas,
pero ven, dulce otro, áspera hermana.
Aun así, ¿cómo me reconocerás
 
entre todos los cautivos, si es largo mi cabello,
mi sangre variopinta, mis costumbres deshonradas?
Y en el tumulto, la confusión
de acentos e inflexiones,
¿podrás oírme si abro mi boca?
 
Búscame, soy uno en la gris población
bajo agrietados edificios, los fracturados
artificios. Haz que mis varios
nombres se congreguen en lo alto,
yo te seguiré.
Haz que me ciña al color de tu belleza.
 
 
Li-Young Lee (Yakarta, Indonesia, 1957) es un poeta norteamericano hijo de padres chinos.
Traducción Jeannette L. Clariond.
 
 
(Fuente: Adriana Hoyos)

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