domingo, 20 de febrero de 2022

Raúl Gómez Jattin (Cartagena, Colombia, 1945 - 1997)

 

5 poemas


5 poemas de Raúl Gómez Jattin

 

 

Los últimos diez años de su vida los vivió en el infierno, del cual él no pudo salir, pero sí sus versos que hoy nos acompañan. A continuación, puedes leer 5 poemas de Raúl Gómez Jattin.

 

 

 

Cambio de identidad

 

Dama del alba
Con tu niñez de golondrina haciendo el verano
inauguraste en mí el sendero del corazón
Espeso amor

Como la embriaguez del Stropharia
Reminiscente Moral Con ventana al futuro
Como la lenta tarde de sequía
que es para mí la tarde de la vida
Como el río de barro de mi valle
que en invierno arrastraba animales muertos
Como la dicha pérfida de mi abuela
que se regocijaba en ser un monstruo
Furor de los años en tropel Pasos de la muerte
Ella camina indemne Solitaria en mi camino
Carne que te reemplazas

 

 

Erótico imaginario

 

Está quieto el jardín soportando la tarde
de un marzo que se anunciara ventoso

Tan fugaz que parece un enero

Penetrado de noche en limoneros y acacias
Opalino a lo lejos en la frente del cielo
El jardín se estremece por dentro

Entre ramas secas y hojas podridas
dormitan escarabajos Libélulas Lagartos
Un gato de ocio y maldad acecha una mariposa

De repente una casi invisible neblina desciende
y posa su penumbra en la fronda
acariciando el nudo de nuestros cuerpos
con la misma dulzura lentísima
con que yo mitad fuerza mitad miedo
beso tu cuello y tu barba de negro cristal
Está el jardín oloroso a sudor masculino
a saliva de besos profundos que anhelan
desatar el torrente del deseo en su cima
y que fluyan las savias y descansen los cuerpos

 

 

En las lágrimas tuyas está todo el terror

 

Como en un cuadro de De Chirico El Tiempo
se queda detenido entre los objetos y
los hombres sueñan la eternidad
Las chimeneas son falos humeantes
que penetran el cielo de Lo Absoluto

Como en un color de Borges El Tiempo se
queda entre las palabras del Ciego
Los hombres han conocido a través de
lo insólito la eternidad El sexo
de Borges es infinito y estoico

En las lágrimas tuyas está todo
el terror a la noche de la soledad
y la muerte En tus palabras está
contenido el Más Allá del Amor y su sueño

 

 

Casi obsceno

 

Si quisieras oír lo que me digo en la almohada
el rubor de tu rostro sería la recompensa
Son palabras tan íntimas como mi propia carne
que padece el dolor de tu implacable recuerdo

Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día? Me digo:
Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja
Y en tu sexo el milagro de una mano que baja
en el momento más inesperado y como por azar
lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado

No soy malvado Trato de enamorarte
Intento ser sincero con lo enfermo que estoy
y entrar en el maleficio de tu cuerpo
como un río que teme al mar pero siempre muere en él

 

 

Deslumbramiento por el deseo

 

Instantáneo relámpago
tu aparición
Te asomas súbitamente
en un vértigo de fuego y música
por donde desapareces

Deslumbras mis ojos
y quedas en el aire

 

 

(Fuente: Zenda libros)

 

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