miércoles, 23 de febrero de 2022

Diego Maquieira (Chile, 1951)

 



ME SACARON POR LA CARA

 

Yo, La Tirana, rica y famosa
la Greta Garbo del cine chileno
pero muy culta y calentona, que comienzo
a decaer, que se me va la cabeza
cada vez que me pongo a hablar
y hacer
recuerdos de mis polvos con Velázquez.
Ya no lo hago tan bien como lo hacía antes
Antes, todas las noches y a todo trapo
Ahora no.
Ahora suelo a veces entrar
a una Iglesia cuando no hay nadie
porque me gusta la luz
que dan ciertas velas
la luz que le dan a mis pechugas
cuando estoy rezando.
Y es verdad, mi vida es terrible
Mi vida es una inmoralidad
Y si bien vengo de una familia muy conocida
Y si es cierto que me sacaron
por la cara
y que los que están afuera me destrozaran
Aún soy la vieja que se los tiró a todos
Aún soy de una ordinariez feroz.
 
 
 
 

ME VOLE LA VIRGEN DE MIS PIERNAS
 

Me caía a la cama rosada de su madre
la cama pegada a la pared del baño
Me cai con velos negros en ambos pechos
cada uno entrando a su capilla ardiente
Yo soy la hija de pene, un madre pintada
por Diego Rodriguez de Silva y Velázquez
Mi cuerpo es una s5bana sobre otra sabana
el largo de mis uñas del largo de mis dedos
y mi cara de Dios en la cara de Dios
en su hoyo maquillado la cruz de luz:
la que se la suben de ahí, la DNA.
la marginada de la taquilla
la que se la están pisando desde 1492
Pero mi cara ya no está más a color está
en mi doble más allá enterrado con todos
mis dedos y mis dientes en la boca
Yo soy Howard Hughes el estilita
me vole la virgen de mis piernas
había pensado tanto en mi misma.
AGARRÁNDOME AL CIELO DE DIOS
En mi solitaria casa estoy borracha
y hospedada de nuevo
Diego Rodriguez de Silva y Velázquez
yo no me puedo sola, yo la puta religiosa
la pafio de lagrimas de Santiago de Chile
la tontona mojada de acá
Me abren de piernas con la ayuda
de impedidos y me ven tirar en la sala
de la hospedería
Pero no es verdad que el espejo de Velázquez
y el baile de repantigados monaguillos
subidos a mi espalda me hayan bajado
de la Cruz agarrándome al cielo de Dios,
a la pared en el medio departamento de mi madre
imaginada por el dolor, por el cuerpo que apenas
pude tapar con la alfombra en un último
intento de volver a la vida
fotografíándome la cara de este volado.
 
 

EL ANTIGUO TESTAMENTO CHILENO

De “Del Diluvio en Chile” del P. Diego de Rosales que “oyó filosofía 
en Alcalá y dibujó una viva imágende los desencantos de esta vida " 
 
 
 
No tienen estos indios de Chile
noticias de escritura alguna,
sagradas ni profanas, ni memoria alguna
de la creación y de el principio de el mundo
ni de los hombres:
sólo tienen algunos barruntos de el Diluvio, 
 
por haberles dejado el Sefior algunas
señales y aunque de él no tienen
noticia cierta ni tradición, por las señales
coligen haberle habido. 
 
Y es que tienen muy creido
que cuando salió el mar
y anegó la tierra, sin saber cuando
(porque no tienen serie de tiempos
ni cómputos de años)
se escaparon algunos indios en las cimas
de unos montes altos que los tienen
por cosa sagrada.
Y en todas las provincias hay algún
cerro de grande veneración,
por tener creído que en él se salvaron
sus antepasados de el diluvio general,
y están a la mira para, si hubiere
otro diluvio, acogerse a él para escapar. 
 
En el número de los hombres
que se conservaron en el diluvio
hay entre los indios de Chile
grande variedad, que no puede faltar
entre tantos desvaríos



 

Curatoría2017

 

(Fuente: Marcelo Sepúlveda Ríos)

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