lunes, 29 de marzo de 2021

Tomás Segovia (Valencia, España, 1927 / México)

 

 

Llamada

 

 

Te llamo sí te llamo no puedo más te llamo

te grito ven acude no me abandones búscame

déjame verte adivinarte

distenderme un instante bajo el sol de tus ojos

como si en el radiante mediodía me tumbara en la hierba

déjame ver una vez más tu irónica ternura

tus infantiles gestos asustados

tu mirada solitaria que acaricia el rostro de las cosas

tu mirada de niña de ojos lentos

tus labios que entre los míos se funden

como un delicado manjar suntuoso y discreto

tus labios comestibles fáciles tus labios de trufa celeste

tus labios húmedos penetrables como un sexo más luminoso

cómo puedo sufrir que te alejes que te lleves este enigma

que huyas como un ladrón armada de razones

y ocultando en tu seno mis preguntas robadas

que te escondas en los huecos en los turbios rincones del tiempo

que te envuelvas en la distancia como en un disfraz inmenso

te  llevas algo mío que nunca ha sido mío

me dejas amputado desarmado hemipléjico

vuelve no puedo renunciar a ser aquel otro

deja que todo nazca dame eso que trajiste mío

desanuda tus entrañas como si fueras a parir nuestro amor

y vuelve tráemelo muéstramelo

déjame entrar en ti como entrar en la noche

compartir tu tesoro taciturno

la suntuosa penumbra de tu alma tibia y quieta

ven no juegues más al juego idiota de la tortura

no me niegues cómplice altiva no blasfemes de mí

adónde vas vestida de miradas mías

adónde irás que no seas la nombrada por mí

regresa no te lleves mi semilla

mis dones los hundí en tu carne

no te podrás librar de esta corona vuelve.

 

 

(Fuente: Círculo de poesía)

 

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