miércoles, 31 de marzo de 2021

Sergio Mansilla Torres (Chile, 1958)

 

 


SORDA LA SIEN DEL QUE AQUÍ RESPIRO.

 

Sorda la sien del que aquí respiro, cana la cabeza
atravesada por la luz de las lejanías.
Se averiguó que el pie fue ligero; se supo
que el aliento jugo a volar. Y quebróse
el costado cuando
la noticia cruzo los umbrales: " Llego el barco
de los encadenados!"
Faltó Vía Láctea para tanta enfermedad:
no juntarse con nadie; no
hablar con nadie; ni una pupila
podrás prestar al vecino ciego que se lamenta
La enfermedad entró
con el aire. "¡Salvase quien pueda ¡"gritaron
los caminos. Tú eres aún joven: ¡vete al establo
y duerme bajo la panza de los carneros!.
Yo,viejo de las más vieja demencia,
me entregaré a la carnicería: ¡enterradme lejos
y que se olvide el mundo!.

 

 


ANDA AL PUEBLO, HERMANO.


Anda al pueblo, hermano,
anda;
y tráete plata y azúcar.
Anda, hermano, al pueblo
a vender estas cuantas gallinitas,
y tráete también esa luna grande
que siempre vemos reflejada
en nuestros ojos.
Seguro que allí debe estar
porque en el pueblo hay muchas cosas lindas
y allí debe de estar la luna.
Y tráete plata, hermano,
mira que el camino es difícil
y está oscuro debajo de la lluvia.
Anda al pueblo.
Yo aquí esperaré hasta que vuelvas
y te tendré tortillas en el fogón.
Apúrate, y tráete plata y azúcar y luna
porque estamos quedando atrás
y tenemos que alcanzar como sea
la orilla donde los otros llegan.
Anda, hermano.
Yo aquí, mientras tanto,
prepararé el fuego y la tierra
para que la hagamos florecer
cuando tú traigas plata y luna

 

 


BUSCADOR DE NALCAS

CONFUNDIDO CON LOS HELECHOS.

 

Ando buscando nalcas en medio de la quebrada.
Los chucaos me acompañan ocultos en los ramajes. Estoy
mojado, embarrado. Pero ya tengo varias nalcas, hermosísimas
y jugosas como manzanas recién maduras.
Aquí, en mitad de las tembladeras y de las vertientes,
soy el único animal que aúlla, puro pellejo, pura soledad,
arrancando las nalcas de la adolescencia: aquella
cuando ame a mis primeras muchachas, compañeras de banco,
compañeras hoy quizás de quién, quizás donde, quizás como.
Soy el perfecto mendigo de los helechos que conversan
con los pájaros vivos y muertos y con el río hasta que
la tarde borra toda sombra. 


(Fuente: Marcelo Sepúlveda Ríos)

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