ESCALERA
Para subir al cielo
hago una escalera
de leños rotos.
ni de anunciadores de falsas mercancías.
Me basta con señalar con el dedo y allí están:
ángeles, águilas, mariposas, ícaros,
seres alados todos que no tendrán
que bajar la cabeza jamás.
Hablo de un retorno,
una resurrección,
un reverdecer,
nunca una caída.
Hablo de una alegría como si tocáramos
la barba misma del Dios.
Hablo de espacios
donde podremos extendernos,
extender las piernas
y nuestros pasos,
jamás hablo de un abismo.
La vida es confianza,
vivir en la escalera,
porque no habrá más peldaños podridos.
Mirar hacia abajo
es la trampa del suelo.
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en “Arquitrave” nº 36, abril de 2008. Trad. de Muhsin al-Ramli. En la imagen, Abdul Hadi Sadoun (Bagdad, Irak, 1968 / El Cultural)
(Fuente: Jonio González)
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