martes, 31 de octubre de 2023
Daniel Quintero (Buenos Aires, 1957)
Reynaldo Jiménez (Lima, Perú, 1959)
Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947)
Juan A. Ahuerma Salazar (Salta, Qrgentina, 1949)
4 Poemas
1. EL SOL SE ESTÁ APAGANDO
I
Vayan yendo,
el sol se está apagando.
Yo hice todo lo posible
pero no ha alcanzado.
El sol se está apagando.
El agua se ha secado en las marimbas.
La pasión
que antes generaba cordeles de ira en la distancia
barcos de vapor, los trenes, la esperanza,
ahora se diluye como la bruma en los pantanos.
El sol se está apagando.
Las grandes capitales
que han crecido desorbitadamente
sobre los bosques y los mares.
El mundo
que ha tenido visiones, religión, poderes y arrogancia.
Todo eso tampoco ha alcanzado.
El sol se está apagando.
Las flores
que cuando me querías
eran mercancía cantarina
entre las vendedoras del mercado.
Las cosas que me has ocultado.
Ahora no son más que historias vanas.
El sol se está apagando.
Se han acabado
el fernet, las putas, los cigarros.
Y el sol se está apagando.
Los hombres, ahora pasmados
filosofan sobre el tiempo, solamente sobre el tiempo,
porque ya es demasiado tarde.
Y aunque los noticieros y los periódicos
nos mientan,
ya vamos sabiendo que todo
ya Todo ha terminado.
II
Pero el Universo que es infinito,
y también es insobornable,
tiene tantas lunas
como hormigas caminando en el sendero.
Entonces tantos soles debe haber
como hogueras ardiendo
en la noche de los campamentos.
No es uno, ni son dos, ni tres.
El verdadero peligro,
el frío interminable
la insondable oscuridad,
nos vienen de adentro.
2. FLORES DE ALCOBA
Detrás de estas ventanas de luces inútilmente rojas
arrojamos el destino como cartas secretas
en el aire húmedo de ti:
de ese modo pudimos saber que Aníbal
como un enfermo
te anduvo buscando por las Galias
y que te ibas a ir.
En medio de la noche oscura
bajo las lámparas sagradas
las monedas ruedan en las mesas
los payasos escarchan y tus ojos llamean
mientras el último pianista loco
hace mover el aire
con un órgano turbio que robó del cielo.
Así cantaba: vientre rojo vientre
púrpura en este infierno
nadie preguntará por mí nadie deshojará
lo que los ángeles dejan en tu falda.
Y hoy nadie me cree
cuando cuento
que entre pociones milagrosas y fantasmas
que golpeaban tus puertas y cantaban
y estas flores y estas flores
y estas flores
armamos un incendio que no se apagará jamás.
3. QUIZÁS UNA SINFONÍA
Hoy han bombardeado tu ciudad.
Por un instante
desgarrados en su eternidad
se dispersaron en el aire las plumas
y los libros.
Sé que pensaste en mí
que no te puedo ayudar y estoy tan lejos
tengo ganas de llorar
como los niños que saben
que a esta hora hacen los dinosaurios
sus amores tristes
y ya no está en los mapas
la selva que tenías.
Te acordarás por siempre de esta noche
llena de reflectores y de gritos.
Y esos paracaidistas que en la madrugada
llegan.
No son ángeles como querías creer
no traen sinfonías,
son cotos de caza, rosas desteñidas.
Bajo la luna bermeja han caído los puentes,
el sol ha caído, las avenidas
los pájaros han caído.
Mi amor
en tu paisaje de vidrios rotos y de incendios
sientes que se acaba el mundo
y no puedes saber
que en esta pequeña eternidad
la flor más bella está en tu herida.
4. Y QUIÉN SOBREVIVE
Qué blanca y limpia está mi túnica
como un pozo de cal, blanca y profunda,
suave en el aire que la agita
blanca en la luz con que se inunda.
Hoy la he lavado en ese río
cuando el amanecer el alba nada
le he quitado las vendas, los suspiros
y el humo de después de las batallas.
Y ahora flamea como los nidos,
lejos del cielo y lejos de la tierra
como un amor lejos de la guerra.
Como un guerrero dentro del olvido.
pues no es fácil lavar lo que se entierra
ni es difícil haber sobrevivido.
JUAN AGUSTÍN AHUERMA SALAZAR,
poeta, escritor y psicólogo argentino. Nació en Salta el 28 de agosto
de 1949. Se graduó en la Universidad Nacional de Córdoba como Licenciado
en Psicología. Actualmente reside en Salta y hasta el momento su
producción es la siguiente: Poesía: Territorio libre (1974); El ángel que faltaba (1986); Los papiros no se venden (1982); Quizás una Sinfonía. Antología Poética (2009); Narrativa: Tres pensamientos (1978); Alias Cara de Caballo (1984); La república cooperativa del Tucumán (1989); La metáfora de Munzur al Manzur (1992); Lluvia amarilla y perros in the night (1995); Teatro: El espión,Psicología Social: De los márgenes a la marginalidad (1999), entre otras. Hoy, está a punto de sacar a la calle su último libro: Las puertas del infierno (cuentos), editado por la editorial AgroVisión. (1990).
(Fuente: Analecta Literaria)
Nina Bogin (Nueva York, 1952)
PARA MI PADRE
Marco Cinque (Roma, Italia, 1957)
de "muros y mares"
Lo sabía
(A Aylip Kurdi)
Plegaria de una madre
Dieciséis días
Fortaleza Europa
Buenos días Palestina
Capitalismo fascista
Enrique Fierro (Montevideo, Uruguay, 1941-Austin, EE.UU., 2016)
¿BARROCA?
(Fuente: Jonio González)
Antonio Orihuela (España, 1962)
PORTAL DE BELÉN
Cuando era católico, mis ojos eran
para el Niño y la Virgen,
cuando me hice budista,
puse mi vista en el fuego
que miran los pastores,
cuando me pasé al zen,
solo tuve ojos para el vaho
que sale de la boca del buey,
esta mañana
me he quedado mirando
la caja donde guardo
las figuritas.
Antonio Orihuela. Camino de Olduvai. Ed. Irrecuperables, 2023
(Fuente: Voces del extremo)
Violeta Anciu (Rumanía, 1991)
"Verme"
Olvido García Valdés (Santianes de Pravia, Asturias, España, 1950)
Tres poemas
Henry D. Thoreau (EEUU, 1817 - 1862)
UN POEMA DE HENRY D. THOREAU EN POESÍA COMPLETA
WALDEN
Ciertamente nuestra conversación
es ajena al lenguaje,
sólo el oído entrenado
puede captar las palabras que surgen
para romperse
y morir en tus labios como guijarros.
Tu pensamiento
es silencioso como tus aguas
elevándose desde tu superficie
como la niebla de la mañana,
de manera que el Alma
pasivamente la respire
y se contagie
con la verdad que expresas.
Incluso las más lejanas estrellas
han llegado en formación
y se han inclinado para recibir
la bendición de tu semblante.
Tantas veces como el día gira
el sol se exhibe
delante de tu estrecho horizonte,
y tampoco la luna falta
en su visita recurrente
para hablarte de la noche.
Hasta la nube más rara
se muestra reflejada en tu rostro
doblemente hermosa.
Dime lo que los vientos
han escrito estos mil años
sobre la bóveda azul
que sobrevuela tu corriente.
O aquello que el sol escribió
delicadamente sobre tus aguas
para tu propia lectura privada.
Bastante he leído
en estos últimos días,
pero hay muchas cosas
que maravillan al alma
y que el ojo humano no ve.
Yo daría cualquier cosa
por leer esa primera página brillante,
húmeda de una prensa virgen,
cuando Bóreas
y la hueste de los cristalinos escribas
mojaron por vez primera
sus plumas en tu niebla.
Henry D. Thoreau
Poesía completa
Traducción de Beñat Arginzoniz
Ediciones El Gallo de Oro
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
José Pulido (Venezuela, 1945)
SENCILLO
lunes, 30 de octubre de 2023
Jonio González (Buenos Aires, 1954)
PLAZA DEL MERCADO
Friedrich Hölderlin (Alemania, 1771 - 1843)
A LOS JÓVENES POETAS
Circe Maia (Montevideo, Uruguay, 1932)
Por detrás de mi voz
Por detrás de mi voz
–escucha, escucha–
otra voz canta.
Viene de atrás, de lejos;
viene de sepultadas
bocas y canta.
Dicen que no están muertos
–escúchalos, escucha–
mientras se alza la voz
que los recuerda y canta.
Dicen que ahora viven
en tu mirada
(sostenlos con tus ojos,
con tus palabras,
sostenlos con tu vida,
que no se pierdan
que no se caigan)
(Fuente: Life vest under your seat)
Olga Orozco (La Pampa, Argentina, 1920 - 1999)
SEÑORA TOMANDO SOPA
Detrás del vaho blanco está el orden, la invitación o el ruego,
cada uno encendiendo sus señales,
centelleando a lo lejos con las joyas de la tentación o el rayo del peligro.
Era una gran ventaja trocar un sorbo hirviente por un reino,
por una pluma azul, por la belleza, por una historia llena de luciérnagas.
Pero la niña terca no quiere traficar con su horrible alimento:
rechaza los sobornos del potaje apretando los dientes.
Desde el fondo del plato asciende en remolinos oscuros la condena:
se quedará sin fiesta, sin amor, sin abrigo,
y sola en lo más negro de algún bosque invernal donde aúllan los lobos
y donde no es posible encontrar la salida.
Ahora que no hay nadie,
pienso que las cucharas quizás se hicieron remos para llegar muy lejos.
Se llevaron a todos, tal vez, uno por uno,
hasta el último invierno, hasta la otra orilla.
Acaso estén reunidos viendo a la solitaria comensal del olvido,
la que traga este fuego,
esta sopa de arena, esta sopa de abrojos, esta sopa de hormigas,
nada más que por puro acatamiento,
para que cada sorbo la proteja con los rigores de la penitencia,
como si fuera tiempo todavía,
como si atrás del humo estuviera la orden, la invitación, el ruego.
(Fuente: Aire nuestro)
César Fernández Moreno (Buenos Aires, 1919 - París, 1985)
Las palabras
tienen cuerpo las palabras tocan y son tocadas
son caramelos se las puede lamer chupar mamar
hierven como peces en un estanque tropical
tienen tantas formas como las valvas según las rocas a que se adhieran
pero importa mucho más lo que contiene su nacarado seno
la vida deliciosa frágil del ser que las habita
son transparentes para que resplandezca su contenido
son crisálidas clavos ardiendo
granadas que revientan en la mano si no se arrojan a tiempo
sólo viven para morir
son pilotos suicidas
perecen al tocar su objetivo
la poesía es uno de esos objetivos
uno de los nombres del hombre
su respuesta al canto del gallo
toda expresión equívoca que aclara las cosas
la parte en blanco de los formularios
el himno de libertad de un libre o de un esclavo
un balbuceo muy bien impostado
un abuso del lenguaje
cualquier cosa natural para decir después de hacer el amor
un lenguaje siempre tan intenso como una despedida
el halo que circunda ese lenguaje
cuando se llega al límite sólo hay un modo de hablar
la metáfora decir que una cosa es otra
en el límite todas las cosas son otras
todo es todo la verdad radica en soplos
la poesía la dice no hay otra ciencia exacta
la dice en cierto modo con ciertas palabras
confunde esas palabras las calienta para impedir que la vida
se entumezca en ellas
hace convergir la vida en las palabras
bosques vecinos uniendo sus incendios
el poeta nace se hace se deshace
se rehace renace
es el inspector más general
un contemplativo sin contemplaciones
todas las cosas le interesan por igual pero a algunas les presta
demasiada atención
a otras demasiado poca
es un científico cuya mente funciona sin datos
es un deslenguado
es una cruza de perro y dactilógrafo
para ser poeta basta con saber oler y escribir
su conducta nunca es absurda
nunca sabe en qué recodo encontrará las palabras
siempre está naufragando en la libertad
atravesando de piedra en palabra el río del tiempo
todo el tiempo siente cómo pasa el tiempo
cambia gente por soledad a través de angustia
las estrellas volatilizan a esa gente
pero ese hombre tiene que contarle cómo
son esas estrellas
está prisionero en una fortaleza no puede comunicarse
sino parabólicamente
por medio de obuses palomas mensajeras
silbatos supersónicos
es decir palabras
montado en ellas vuelve de su soledad a la gente
ustedes qué harían si vieran descender un plato volador
correrían a contárselo a todos
cualquier cosa que ve el poeta le parece un plato volador
todas lo son
ustedes escuchen o no pero él debe hablar
no le importa que a ustedes no les importe
mentiras le importa mucho y a ustedes también debería importarles
no piensen en él como poeta sino como hombre
de un tajo él se da cuenta cómo es alguna cosa
relaciones estrechísimas entre cosas al parecer remotísimas
él pone poética la realidad
la pone como es
o tal vez al contrario la realidad es la que se pone poética
las cosas se enternecen se desequilibran trascienden peligrosamente
sus límites
otra vez un bosque pero de otoño con todos sus árboles vibrantes de
balsámicas hojas
un movimiento se inicia alrededor del poeta lo arrastra a girar
para no caer debe aferrarse a las palabras
para flotar en ese vacío hace falta una balsa o un puente colgante
de palabras
o escala de seda o palabras por donde tal vez subir
la situación exige no perecer asumir una forma estable
no tiene otra salida que las palabras así como el atardecer no tiene
otra que las campanas
el poeta está obligado a descubrir y pronunciar esas palabras
una fisura se oscurece en la pulimentada superficie del mundo
donde él introduce la arista más delgada de su cuña verbal
a medida que los hechos pasan a palabras se va apaciguando
el vórtice de realidad
enardeciéndose el de palabras
hasta que el poeta entrega su confesión por escrito
la poesía es el arte de no escribir1
dígalo con palabras como si no lo dijera con palabras
cualquier cosa puede concentrarse en una palabra o extenderse
en mil
hay que encontrar la cantidad exacta que resulte poética
cada palabra tiene mil sentidos
dos juntas multiplican un millón
con el correr del tiempo las precisiones se van desgastando
como templos abandonados en la selva
el poeta quiso fabricar una llave pero le salió una ganzúa
ya no sabe qué puertas abrirá pero las abrirá
admiremos al noble ladrón que sólo roba puertas cerradas
ha aceptado ser un sicario pero de la poesía
ha decidido gastar su tiempo en eso
está dispuesto a consumir un año en una e
a escribir con su sangre letreros luminosos
a escribir con bordes de monedas con lapiceras explosivas
con guantes con la zurda
aunque los dedos se le agarroten o se le derritan
a la madrugada levantándose o acostándose
con el deseo con el hartazgo
él estaba escribiendo
se quedó ciego y siguió escribiendo
el poema es el arma perfecta
complejo aceitado compacto
todo poeta vive como un pistolero
con el corazón en la boca
las palabras le ordenan el mundo pero le desordenan la vida
él no compra un espejo para adornar el dormitorio de su amante
compra la palabra espejo para adornar el verso donde su amante
lo abandona
y se queda solo frente a ese espejo
las balas rebotan en la blindada imagen
el arma funciona contra su portador pero él no quiere soltarla
se agarra del mundo por donde puede
su hacer es lo único que puede oponer al tiempo
el tiempo procura absorberme
integrarme a sí desintegrarme a mí
imposible evitar la lucha entre él y yo
yo lo voy a llenar de mí mismo de cosas en que me transformo
escribir como amar son órganos por donde me vuelco
me lanzo a ser en el tiempo bajo una forma nueva
hasta que me vacíe del todo ya lo sé
pero el tiempo no puede quedar así
hay que ponerlo overo de palabras
(1) Esta definición sólo es válida para poetas
(Fuente: Life vest under your seat)
Rita Dove (Akron, EE. UU., 1952)
LEYENDO A HÖLDERLIN EN EL PATIO CON AYUDA DE UN DICCIONARIO
READING HÖLDERLIN ON THE PATIO WITH THE AID OF A DICTIONARY
Atilio Recanatti (Avellaneda, Argentina, 1885-1939)
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