“Hermosos cadáveres a la hora de la comida”
Quiero hacer el traslado de la vida
a su menos muerte, pues a cada rato
damos tumbos en lo cotidiano,
y al fin ya nada es para nosotros.
Quiero pensar y creer que de tanto siempre no moriremos.
Quiero estar un poco conmigo mismo
y un mucho con todos.
Esto tiene ya mucho tiempo
de andar de casa en casa
como un pobre y abandonado extranjero.
Cada día nos servimos hermosos cadáveres
entre las 4 paredes de la usura.
1980
en
Noche de agua, 1986
No hay comentarios:
Publicar un comentario