martes, 5 de junio de 2018

Marosa di Giorgio (Uruguay)

Los leones rondaban la casa



Los leones rondaban la casa.
Los leones siempre rondaron.
Siempre se dijo que los leones rondaron siempre.
Parecían salir de los paraísos y el rosal.
Los leones eran sucios y dorados.
Ellos eran muy bellos.
Los ojos como perlas. Y un broche brillante en el pecho
entre aquel pelo áureo.
Los leones entraron a la casa.
Corrimos a esconder los floreros de sal, de azúcar, el cometa
Halley, las queridísimas sábanas nevadas, la
colección
estampillas. Y a traer los sudarios.
Los leones eran al mismo tiempo, presentes e invisibles, al
mismo tiempo, visibles e invisibles.
Se oía el rumor de la leche que robaban, el clamor de la miel
y la carne que cortaban.
Llevaron hacia afuera a la abuela oscura, la que tenía una
guía de rositas alrededor del corazón.
Y la comieron fríamente. Como en un simulacro.
Y -como si hubiese sido un simulacro!- ella tornó a la
casa y dijo: -Los leones rondaron siempre. Están delante
de los paraísos y el rosal. Dijo: -Los leones están acá.






Higos



Mamá, esta tarde es nuestra. Papá estará en la labranza; tu labor es pequeña y celeste, o tienes un plato con dulces de higo. El higo parece un santo; mira sus vestidos color violeta y color de azúcar.
Dices: ¡Estos higos! ¡Cómo brotan! Están extraordinarios. Los llevaré a la iglesia.
– Sí. (Por ahí alguien te responde). Que los maten. Estos higos son el diablo.
Decimos que no y que no, con la cabeza. Pero, desde los higos saltan dos penes rojos, morados, diminutos. Uno para cada una.
Vienen a nosotras; nos pasan los cendales, haciendo una leve escritura en la superficie, se van a lo hondo y allí trazan fuertes letras, rodeadas de diabluras.
Nos cubrimos la cara con el manto, con las manos.
Locas de vergüenza y gusto.
Por unos segundos estamos encintas, luego nos ruedan gotas de néctar por las piernas y se van al suelo.
Y mañana nacen unos seres chiquititos, misteriosos, abrillantados.
Que se parecen a los higos, a mí y a mamá.
Nos vestimos de blanco para estas citas.




(Fuente:  Biblioteca Ignoria)

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