domingo, 3 de junio de 2018

Celedonio Flores (Buenos Aires, 1896-1947)


VIEJO SMOKING
 
 
Campaneá cómo el cotorro
va quedando despoblado,
todo el lujo es la catrera
compadreando sin colchón.

Y mirá este pobre mozo
cómo ha perdido el estado,
amargado, pobre y flaco
como perro de botón.

Poco a poco ya se ha ido
de cabeza pa'l empeño,
se dio juego de pileta
y hubo que echarse a nadar.

Sólo vos te vas salvando,
porque pa' mí sos un sueño
del que quiera Dios que nunca
me vengan a despertar.
Viejo smoking de los tiempos
en que yo también tallaba,
cuánta papusa garaba
en tu solapa lloró.

Solapa que por su brillo
parece que encandilaba
y que donde iba sentaba
mi fama de gigoló.
Yo no siento la tristeza
de saberme derrotado
y no me amarga el recuerdo
de mi pasado esplendor.

No me arrepiento del vento
ni los años que he tirado,
pero lloro al verme solo,
sin amigos, sin amor.

Sin una mano que venga
a llevarme una parada,
sin una mujer que alegre
el resto de mi vivir...

Vas a ver que un día de éstos
te voy a poner de almohada
y tirao en la catrera
me voy a dejar morir...
Viejo smoking, cuántas veces
la milonguera más papa
el brillo de tu solapa
de estuque y carmín manchó.

Y en mis desplantes de guapo,
cuántos llantos te mojaron,
cuántos taitas envidiaron
tu fama de gigoló.
Tango, 1930.

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