sábado, 5 de mayo de 2018

CRISTINA RIVERA GARZA (Tamaulipas, México, 1964)



II

¡MACABRO!
Esta mañana
un hombre (de aproximadamente 30 años de edad):
fue descubierto sin vida
atado de pies y manos y vendado (de los ojos)
en una zanja
(Así lo escribí yo).
La policía ya
(investiga el caso).

IV.

IR Y NO VENIR
Ir al Ministerio Público y regresar del Ministerio
Público. Ir a la muerte.
Hacer preguntas acerca de la muerte.
Tomar fotografías de la muerte. Callarse
junto a las imágenes de la muerte. Tener frío.
Escribir sobre la muerte. Sobre las preguntas acerca
de la muerte.
Escribir: muerte. Separar las sílabas. Desentrañar
letras.
Escribir la muerte. Abrirla.
(Una lata de sardinas. Una lápida. Una ventana.)
No volver nunca de la muerte.
Quedarse en la muerte.

XVI.

UN LIBRO PARA MÍ
El eco y la mano del eco: una respuesta que no.
El origen del eco. Una savia
esa manera de estar en paz: algo resuelto.
Todo en su lugar.
¿Y qué es un lugar y qué un hecho?
El helecho lo entristece. El lecho. Un hecho.
Escribo un libro para mí. En voz alta
leo lo que me escribe y me desnuda
(desnudar es lo propio de la muerte).
La frase corta la página en dos. La lengua. El cuerpo.
Te arrepentirás, dice. En voz alta
el libro que escribo para mí me lee
(interpretar es lo propio de la muerte)
Hay un ramillete de brazos y piernas. Sesos.
Todo sobre la mesa que es un ataúd que es una puerta.
Algo se abre por dentro. Mira.
Yo pude haberte dado una llave. Yo pude
entregarte la paz.

XI.

MINÚSCULO [ILEGIBLE] DESCRIPTIVO
Es como si hubieras vomitado por largo rato y, luego, vomitado todavía más (un amanecer, sobre una pared marcada por el lado más estrecho de la moneda. Esa línea). Lo que queda sobre los dientes machacados, detrás de los labios cuando se cierran, en la humedad humana de la boca. Las frases adversativas “agrio pero puntiagudo”, “podrido pero etéreo”, “acedo pero rojo”.
 
 
(Fuente: Revista El humo)
 
 

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