BALADA DEL GUERRILLERO
BALADA DEL GUERRILLERO
𝘈 𝘌𝘳𝘢𝘤𝘭𝘪𝘰, 𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘭 𝘣𝘢𝘳𝘳𝘪𝘰 𝘥𝘦 𝘚𝘢𝘯 𝘙𝘰𝘲𝘶𝘦
.
o podrido en la cárcel,
sabrán que tuve el arma
empuñada y que aún nace
combatiente en el alba.
Mi corazón ya sabe
su dirección de bala,
mi boca se deshace
y su fulgor derrama.
Soy puras heredades
que los hombres reclaman.
Salgan pronto a las calles
manos mías, hermanas,
salgan pronto a los mares
de multitud airada
como dos largas naves.
Y si muero en campaña
o podrido en la cárcel,
sabrán que tuve el arma
empuñada y que aún nace
combatiente en el alba.
.
De: «𝘌𝘭 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘫𝘰 𝘩𝘶𝘮𝘦𝘢𝘯𝘵𝘦» (1968)
(Fuente: Grover González Gallardo Poesía)
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