UN POEMA DE BAILARINAS DE RAFIA
Silencio
Hay tanto silencio en los pasillos,
en el comedor,
en la sala de visitas.
Suena un hilo musical para ahogar
el sigilo de los que han olvidado
el día de ayer,
el rostro de ayer,
su ahora perpetuo.
En esta mole de ladrillos grises
es contagioso el mutismo
y la risa parece una ofensa,
una bofetada en un rostro muerto.
Hoy me he colado en tu cama
de tu habitación prestada.
Allí estabas, vestida y silenciosa,
ausente, pero viva.
Entré sin llamar y al verme se iluminó tu rostro.
Hoy no dudaste de quien soy
aunque no recordases mi nombre.
Me invitaste a tu lecho y nos abrazamos
entre risas, como locas
inmunes al destrozo de la soledad,
al olor de orines y pañales defecados,
a los lamentos de una anciana
gritando un nombre sin respuesta.
Ella no ha parido una eterna niña
que acabe enredada entre sus sábanas.
Julia Navas Moreno
Bailarinas de rafia
Chamán ediciones
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
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