jueves, 6 de junio de 2019

Ibrahim Nasrallah (Palestina, 1954)


La mano

 

Es la mano
La bella rama del día
Floreciendo con dedos
Suave como el arrullo de la paloma
Que ni atrapa el viento,
Ni arresta el agua.
Pero se aloja en el espacio
Y abraza la tierra
De la flor salvaje
Al árbol de palma.
Es la mano
La que nos conforta en nuestra fractura,
Nos consuela cuando lloramos,
Nos da solaz en nuestro cansancio.
Es la mano
El milagro del sueño
La leyenda de la creación
Las columnas de luz
O un manojo de ascuas
Que vivifican o menguan.
Es la mano
Un campo, y un ramillete de canciones infantiles,
Y un planeta.
La mano no es un libro, o líneas.
No escrutes los detalles
No leas su silencio
Ni sus contornos
No encontrarás nada.
Todas las líneas que la han invadido
Todas las curvaturas
Son nuestras culpas
De las primeras aberraciones
Al advenimiento de la miseria.
Es la mano
No la leas
Lee lo que escribirá
Lee lo que hará
Y levántala
Levántala
Hasta que se haga un cielo



(Fuente: Asamblea de palabras)

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