Amado,
Hoy te he buscado
por entre mi ciudad
y tu ciudad extraña,
donde los edificios
no se alegran al sol,
como frutales conchas
y celestes cabañas.
Y andaba yo
con un crepúsculo enredado entre la lengua,
con aire de laguna
y ropa de peligro.
(Fuente: Lab de Poesía)
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