miércoles, 2 de junio de 2021

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947 / San Juan)

 

 

PARTE DIARIO
 

Renuncio a mi cara:
la hipótesis menos probable
del gran auxilio carnal.
Suprimo intención y cosa opuesta.
Modernizo la finalidad
que conllevan las magnitudes
y el sentido aburrido del predicativo.
Dicen
que soy un ser viviente
y conservo de completas y repletas
cada célula que así lo determina,
cada consecuencia
que este mundo requiere,
en sí o es-en-sí,
cada semejanza transitoria,
cada paso en calles cloacales
y natatorios públicos.
Pero esto
no es más
que la contradicción
de la doctrina ambigua
y sus necesarias perturbaciones
defectuosas.
Soy un cúmulo caótico,
por corrupción del lenguaje
y sus deficiencias insalvables
que presumen
ordenar una falta más que otra.
Redonda la extrañeza
en primera vista
o gárgara conveniente.
Fruta fresca.
Brutalidad natural,
afirmaciones faltas de crédito,
expresiones desbordadas
sin luz ni juicio de verdad.
Límites inverosímiles
queriendo meter el perro
con su tacha
de grandes ausencias
y recocidos macaneos.
Nada soy,
regular de acontecimientos. 
 
 

- Inédito -

 

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