jueves, 26 de marzo de 2020

Dante Alighieri ( Florencia, 29 de mayo 1265-Ravena, 14 de septiembre 1321 )


La Divina Comedia

 

 



Infierno, Canto Primero

En el medio del camino de nuestra vida *
me encontré en una selva oscura:
la derecha senda había perdido.

¡Ah, cuánto el decir cómo era es cosa dura,
esta selva salvaje y áspera y fuerte
que en la mente renueva la pavura!

Es poco menos amarga que la muerte;
pero para tratar del bien que allí encontré
diré las otras cosas que allí he vislumbrado.

No sé bien decir cómo allí entré,
tan lleno de sueño estaba en aquel punto
en que la vía verdadera abandoné.

Pero después que a una colina hube llegado,
allá donde terminaba el valle aquel
que de pavura el corazón me había afligido,

miré a lo alto y vi su espalda
vestida con los rayos del planeta
que derecho lleva a cada uno por su senda.

Entonces el pavor se aquietó un poco
pero en el lago del pecho aún duraba
la noche que pasé con tanta lástima.

Y como quien, con afanoso hálito,
salido fuera del piélago a la ribera
se vuelve al agua peligrosa y mira,

así el ánimo mío, que aún huía,
se volvió atrás a mirar de nuevo el paso
que no dejó pasar jamás persona viva.

Después que reposó un poco el cuerpo fatigado.
retomé el camino por la subida desierta,
tal que el pie quieto siempre era el más bajo.

Y vi allí, casi al comenzar la cuesta,
una onza muy ligera y presta,
que de piel maculada era cubierta

y no se me corría de adelante,
antes bien impedía mi camino tanto,
que intenté más de una vez el dar la vuelta.

Tiempo era del principio de la mañana
y el sol se alazaba entre las estrellas
que eran con él cuando el amor divino

movió al comienzo aquellas cosas bellas;
tal que esperar el bien me era ocasión
de aquella fiera de la piel manchada

la hora del tiempo y la dulce estación;
pero no tanto que pavura no sintiese
cuando la vista de un león se perfiló.

Éste parecía que contra mí venía,
alta la cabeza y con rabiosa hambre;
era como si el mismo aire le temiese.

Y una loba que toda la avidez
parecía cargar en su flacura
y a muchos hizo ya vivir sufrientes,

logró provocarme tanta pesadumbre
con el miedo que infundía su mirada,
que perdí la esperanza de la altura.

Y como aquel que con gusto adquiere
y llega el tiempo que perder lo hace,
y en todos sus pensamientos entristece,

así me hizo la bestia sin descanso,
que, viniendo a mi encuentro poco a poco,
me despeñaba allá donde el sol calla.

Mientras yo me precipitaba al bajo,
delante de los ojos se mostró
quien por su gran silencio parecía mudo.

Cuando vi a aquél en el gran desierto,
"Misericordia por mí", le grité a él,
"quien quiera seas, sombra u hombre cierto!"

Respondióme: "No hombre, hombre ya fui,
y mis padres lombardos fueron,
mantuanos los dos de nacimiento.

"Nací sub Julio, aunque tarde,
y viví en Roma bajo el buen Augusto,
en tiempos de dioses falsos y embusteros.

"Poeta fui, y canté del justo
hijo de Anquises, que llegó de Troya,
después que la soberbia Ilión quemaron.

"Mas tú, ¿por qué a tanta pena vas de vuelta,
por qué no subes el deleitoso monte
que es principio y ocasión de todo goce?

"¿Entonces tú eres el Virgilio y esa fuente
que difunde del hablar tan largo río?",
respondí yo a él con vergonzosa frente.

"Oh de los otros poetas honor y luz,
válgame el largo estudio y el gran amor
que me ha hecho buscar tu libro.

"Tú eres mi maestro y mi autor;
tú eres el único de quien tomé
el bello estilo que me ha dado honor.

"Mira la bestia por la que me vuelvo;
ayúdame de ella, famoso sabio,
que por ella tiemblan venas y latido."

"A ti conviene hacer otro camino",
repuso, después que lagrimear me vio,
"si quieres dejar este lugar salvaje:

"pues esta bestia por la que tú gritas,
no deja a nadie pasar por esta via,
y tanto lo detiene que lo mata;

y ha natura tan malvada y cruel
que nunca llena su ávido deseo
y después de comer tiene más hambre.

"Muchos son los animales con los que se ayunta
y más serán todavía, hasta que el Lebrel
llegue y la haga morir con sufrimiento.

"Éste no comerá tierra ni peltre **
sino sabiduría, virtud y amor,
y su nación estará entre Feltro y Feltro. ***

"De esta humilde Italia será salud
por la que murió Camila la doncella,
Euríalo, Turno y Niso herido.

"Lo arrojará de cada villa,
hasta que lo devuelva a los infiernos
de donde la envidia antes lo envío.

"De donde por ti pienso y discierno
que tú me sigas y yo seré tu guía,
y de aquí te llevaré por lugar eterno,

"dónde oirás los desesperados gritos,
verás los antiguos espíritus dolientes,
cada uno gritando por la segunda muerte;

"y verás a aquellos que son felices
en el fuego porque esperan llegar
cuando se pueda a los beatos.

"A los que después si deseas subir
alma habrá allí más que yo digna:
con ella te dejaré cuando me vaya;

"que el emperador que arriba reina
porque rebelde fui a sus leyes
no quiere que a su ciudad por mí se llegue.

"Impera en todas partes y allí rige;
allí está su ciudad y su alto asiento:
¡oh, feliz aquel a quien elige!"

Y yo a él: "Poeta, te demando
por aquel Dios que tú no conociste,
para que huya de este mal y peor,

que tú me lleves allá donde dijiste,
tal que vea la puerta de San Pedro
y a los que mencionas tan sufrientes".
Entonces se movió, y fui tras él.





* Preciso es poner en autos al lector sobre la situación temporal de la Comedia, a partir de este verso, ya que verdaderos continentes de libros han precisado no sólo año, sino también días y horas en los que discurre este relato ficticio, en una elevada muestra de decisión de no tomarlo como tal. Así pues: Dante tiene 35 años, porque ha dicho en su Convivio que esa es la mitad de la vida de un hombre de su tiempo, si antes no lo arrebata la guerra, el crimen, la enfermedad, etc. El año es pues el 1300. Ahora bien: en el Canto Vigesimoprimero, el demonio Malacoda dirá a Dante (o a su ersatz de ficción) que en el día anterior, cinco horas antes de la hora en que hablan, se cumplieron 1266 días desde que tembló el Infierno, agrietándolo y derrumbando puentes. Como tal sismo no puede ser otro que el que, según Mateo, se produjo exactamente cuando murió Cristo, a las tres de la tarde del viernes Santo, se puede delinear todo el esquema temporal de la Comedia. Dante, o su personaje, entra en la selva oscura la noche del jueves Santo de 1300 del calendario juliano vigente en su época. El amanecer al que alude en este canto sería el del viernes Santo (reforzado este presupuesto por la mención a la dolce stagione, es decir la primavera, en el hemisferio boreal: entonces, abril); Dante sale del Infierno en las últimas horas de la tarde del antiguo sábado de Gloria, es decir para las horas nonas de la Vigilia Pascual. Su viaje proseguirá cuando de inmediato entre al Purgatorio, y pase luego al Paraíso. En total, durará ocho días.
** No querrá tierras ni monedas
*** Esta alusión ha sido objeto de polémica. Feltro se escribe con minúsculas en las versiones oficiales. Significa "paño", y se prefiere entender que Dante alude a una nación recién nacida, con lo que podría estar refiriendo tanto a la segunda Jerusalén como a una nueva Italia. En la primera opción, el Lebrel es claramente Cristo; en este caso, resulta llamativo que su acción liberadora se limite a Italia, como predican los versos siguientes. Pero Feltro con mayúscula puede mencionar a los montes Feltro. Si así se escribe, Dante podría estar aludiendo en el Lebrel muy precisamente a Ugoccione della Faggiolla, su valedor en un momento de su exilio, cuya familia era originaria de la Faltria, entre los montes Feltro. Aunque toda la Comedia es a la vez un relato político y religioso, algunos comentaristas insisten en que Dante no puede estar refiriendo a un personaje actuante en el 1300, ya que la acción del Lebrel se conjuga en un futuro que no parece cercano. En tren de señalar alegorías seculares, para algunos comentaristas la pantera es la lujuria o la incontinencia, el león la violencia, y la loba flaca, la avaricia; pero también, la pantera es Florencia lujuriosa; el león, el violento Carlos de Valois, y, la loba, el avaricioso poder de Roma que había defraudado a Dante -quien había sido partidario del papado contra el imperio germano-, en el momento en que escribe la Comedia, ya en el destierro. Se robustece esta interpretación en la medida que se considera que el Canto Primero es un portal que puede tener el mayor sentido alegórico, cual el de una iglesia gótica. Además, porque es Dante preciso cuando atribuye a la loba, cuya avidez es directamente proporcional a su flacura, el sufrimiento de mucha gente en el mundo. Significativamente, la loba y los animales con los que "se ayunta", impiden el paso de Dante hacia la cima de la virtud, y ha de volver a la superficie sólo cuando atraviese el infierno, el otro camino que le propone Virgilio, y luego el purgatorio y la visión del cielo. Es esta, pues, una imagen del autor en el desierto del exilio.


     Versión Jorge Aulicino



(Fuente:  Caína bella) 

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