¿Dónde está mi madre?
(Selección de poemas traducidos del árabe al español por Khédija Gadhoum)
Versos huérfanos 2
( أبيات يتيمة 2 )
Hace más de sesenta años
que estamos rogando al mudo
como si fuéramos un pez llorando
en el agua.
***
Por su cuenta, la semilla germina en otra tierra,
en cuanto a nosotros, también germina por su cuenta,
y del abono de los mártires.
***
Hasta la sombra tiene vergüenza de su dueño,
hacia la noche, huye
¡Huye, oh, sombra!
***
Desde Egipto
resulta más despejado ver Palestina.
***
En la política no hay respuesta excepto, sí o no,
¡Sí, o da igual!
***
¡R…, qué irónico!
Pues tú también, encerraste a tu rival detrás del muro.
¡Oh, palestino!
***
Después de la Primavera Árabe
Palestina es la última hoja de frambuesa
en la rama de la revolución
***
Nueva York
colmado de rascacielos
el espacio añora el sosiego de su antigua morada
***
Brindo respeto a mi pecho,
él sólo podrá protegerme
cuando me brinque el corazón
***
Si la discriminación racial sigue tal como es
el hombre blanco será como el pan blanco,
sofisticado y dañino
***
¡Mi amor, después de la tecnología mediática y el internet,
ya no es imprescindible nuestro sentido del olfato!
***
Para la gente escribiré mis versos políticos
como si tras las piedras yo estuviera manando agua,
haciendo un agujero
***
Ya que nuestra piel es la que siempre nos acompaña,
con el tiempo iremos dando testimonio
en cuanto envejezca, nos abandonará
***
La gente da sermones para callar la voz;
es el primer paso que se da para encerrar la verdad
en la boca de su autor
***
Cuando a ella le abre su pecho el mar
de su cauce los ríos sale
Un árabe en el aeropuerto de Ben Gurión
( عربي في مطار بن غوريون )
¡Soy árabe!
a gritos reclamé quien era en la puerta del aeropuerto
y así ahorré tiempo para acercarme a la mujer vigilante de seguridad,
le dije: interrógueme, pero
rápido, por favor, porque no quiero llegar tarde
a mi vuelo.
Dijo: ¿De dónde es?
Dije: Soy de Ghassan en el Golán, caballero de abolengo
vecino de una prostituta de Jericó;
la que traicionó a Josué en camino hacia Cisjordania
el día que la ocupó y volvió más tarde a ocuparla la historia
en la primera página.
De sólida piedra de Hebrón, mi contestar
nací en la era de los moabitas descendientes anteriores a ustedes
tierra mansa del tiempo
de Canaán, mi padre
y del sur del antiguo Líbano fenicio, mi madre,
su madre, mi madre, falleció hace dos meses
y no pudo despedirse del cuerpo de su madre, mi madre, hace dos meses,
lloré en su regazo para acompañarla en su íntimo espíritu en Al- Buqei’a
al pie de la desgracia y la gracia,
del Líbano, ¡oh hermana imposible, y yo
madre única de mi madre
en el norte!
***
Me preguntó: ¿Quién le hizo la maleta?
Dije: ¡Osama Ben Laden, pero!
tranquila, esta es una broma de una herida de sobra,
una broma para realistas como yo, aquí
en la lucha,
llevo sesenta años luchando y hablando de paz,
no entro a robar los asentamientos,
tampoco dispongo, como ustedes, de ningún tanque
dirigido por un soldado para divertirse en Gaza,
no he tirado ninguna granada Apache según mis antecedentes personales
no porque no sea capaz de hacerlo
sino, porque a lo ancho del horizonte advierto el alcance del hastío
de una revolución pacífica en extravío y
porque tengo buenos modales.
***
¿Alguien le dio algo en camino hacia aquí? – preguntó.
Dije: Aquel exiliado en Nayrab
me dio recuerdos
y la llave de una casa de relatos
el óxido de hierro de la llave ha colmado mi paciencia, mas
como el metal original; vuelvo a mí mismo, cuando anhelo
el lamento de los refugiados
el deseo extiende sus ávidas alas a través de las fronteras
sin guardia, ni uno ni mil, para impedirlo
por cierto, Ud. tampoco.
***
Dijo: ¿Ud. lleva algún objeto afilado?
Dije: Mi pasión
mi piel … y mis atributos trigueños,
aquí nací sin más culpa que la suerte,
era pesimista en los setenta
optimista me siento ahora con dos canciones de protesta, para Ud.
en la penitenciaria de Gilboa.
Mi ascendencia
y mi elocuencia residen en los relatos de una era despiadada,
entierro del pasado y casamiento
en el salón más cercano de la esperanza,
dátiles del valle me han criado y
explicado las palabras.
Tengo un bebé cuyo nacimiento he postergado
a una mañana no tan frágil como ésta, ¡Oh, moza de Ucrania!
Me permito el canto de la llamada del almuecín que me encanta a pesar de ser ateo
grito para que se estremezcan los lamentos de las flautas
y que en el arma siga resonando para siempre la melodía del violín.
***
La mujer vigilante de seguridad me acompaña para inspeccionar mi equipaje.
me manda a abrir la maleta,
¡Quedo a sus órdenes!
Del corazón de la maleta, mi corazón y mi canción se ponen a dar saltos
y el sentido del sentido va ganando elocuencia y dureza, de ella y de todo sobre mí.
***
Me pregunta: ¿Qué es esto?
Digo: ¡Surat Al-Isra de la Ascensión de mis venas y la Exégesis del Corán de los Al-Jilalayn,
la obra poética de Abi al-Tayyib al-Mutanabbi y mi hermana Maram, en retrato y en realidad,
el chal de seda para abrigarme y cuidarme del frío que me aleja de mis familiares lejanos,
el tabaco de ‘Arrabat Al-Battuf que me dejó mareado a tal grado de hallarme ajeno a mí
y leal, leal, leal… tomillo de mi tierra
la granada en flor luminosa y hermosa de Galilea
mi ágata, mi alcanfor, mi incienso y mi vida.
El coral radiante de Haifa permanente y deslumbrante
el bolsillo en el que nuestro retorno lento e imposible aún aguanta injustamente
porque honramos nuestra buena fe y embargamos
el estrago de la Nakba al pasado y a mí!
***
La mujer vigilante de seguridad me entrega al policía quien
a tientas me inspecciona y de repente pega un grito:
¡¿Qué es esto?!
Mi órgano nacional -le digo
mi linaje… la pasión de mis padres y dos huevos de paloma
para gestar hombres y mujeres, de mí y para mí,
en busca de mí
de todo lo posible y peligroso
mas resulta ciego este forastero que
ignora mis bombas más devastadoras y trascendentales:
mi vigor, mi ferocidad, el chillido irascible de las águilas en mi aliento y mi cuerpo
mi lunar y mi nobleza, ése soy yo
entero integral, no hallará en mí lo que ve
este idiota.
***
Ahora, después de dos horas de batalla moral
me pongo a lamer lo suficiente mi herida por cinco minutos
luego me subo al avión que ya despegó. No para ir
y tampoco para volver,
sino para ver a la mujer vigilante de seguridad, debajo de mí
el policía en el himno de mis zapatos patrióticos, debajo de mí
y debajo de mí, la calumnia de la historia envasada de
Ben Gurión que se quedó tal como estaba, tal como estaba, tal como estaba,
debajo de mí.
11-04-2011
En el tren de Tel Aviv
( في قطار تل أبيب )
En el tren a Tel Aviv
la vi… rusa,
emanando manantial de menta.
Tenía en su poder todo Moscú
y un niño al parecer
oriental.
En el mismo compartimento un etíope
contemplaba los rostros de los viajeros,
se quedó contemplando… hasta que se hartó de ellos
entonces se puso a mirar por la ventana
las ruinas de un pueblo que no le importaba
Un empleado activo
de los “recién llegados”, pronto bajará
del tren a su trabajo en una empresa
que acaba de despedirlo
A mi derecha se sentó un judío
marroquí, me contó su situación
hasta que descubrió mi acento,
resolvió seguir hablando, mas
con el que estaba a su derecha
Después de eso… en la estación siguiente me bajé
porque el poema llegó a su fin
Junio, 2007
Wajd
( وجد )
¡Qué inútil fue todo antes de ti
y después de ti, qué hermoso se volvió todo,
hijo mío!
¡Qué insensato fue que yo postergara tu vida
y mis dos hoyuelos iguales a dos brazos abiertos
para darte la bienvenida!
¡No me basta con ser feliz cuando te doy un beso!
¡No me basta con ser tu padre
cuando te abrazo
cuando voy por el mundo sin creer dónde estoy
mientras que ahora te envuelvo en pañales!
¡Nada me basta
cuando te quito las impurezas y te aseo
y gracias a ti me felicito
¡Cuánto me falta todavía para ser quien soy
en tu presencia!
De ahora en adelante, no necesito metáforas
ni analogías ni similitudes en diccionarios de idiomas
ni intertextualidad, ni contrapunto, ni juego de palabras,
sino más bien todo lo que este poema necesita
es explicar el secreto de mi paternidad en busca de
un pecho para que yo pueda amamantarte
¡Qué majo eres!
Intenté probar todos los placeres
recorrer todos los espejismos de la realidad
fundar mis poemas en el abecedario de mis pericias
luego estiré mi cuerpo sobre las altas nubes
para acariciar el lomo del viento,
¡Todo fue genial antes de ti
y después de ti es como si nada hubiera ocurrido
nada es, desde ahora, más precioso que
correr hacia ti y abrazarte,
cuando lloras por la noche
¡Qué amable eres!
Despacio fui envejeciendo
y año tras año los ancianos colmillos se fueron presumiendo
a pesar de la abundancia en que me hallaba, sabía yo
que estaba en camino a su remate final
no daría a conocer mi sosiego por miedo a lo desconocido
ya que desde el inicio creía que la muerte era la última voluntad
y más breve era el tiempo para el cándido vivir,
gracias
no por la felicidad que me diste
sino porque lograste desterrar mi desgracia
y darle vuelta a la vida a mi alrededor
¡Discúlpate, hijo mío!
Así podremos colmarnos de ti,
el poema y yo
Enero, 2013
¿Dónde está mi madre?
( أين أمّي )
Como el huevo que echa a su pollito
tus manos, madre mía, abandonaron las mías
me subí al tren de los treinta, más adulto
y más pequeño lo veían alejarse tus ojos.
Por el camino
los desvelos preguntaron por mi nombre,
les contesté que tuvieran paciencia hasta que pudiera saber en quién me había convertido,
podría ser tu cartero
a un mundo en que me espera la madurez, o
podría no serlo.
A dos décadas lejos de ti, madre,
heme aquí y ahora en busca de mi mismo
sin guardián
y sin acompañante allí
¿Por qué me empeñaste a las pericias de la vida?
¿Me preparaste para lo que había que hacer, luego me entregaste
al vacío
para que me diera bofetadas?
¿Quién dijo que ahora soy más fuerte?
¿Me engañaste cuando me prometiste la pubertad?
¿Me dijiste que con el tiempo sería un hombre maduro y más fuerte?
¿Estabas bromeando conmigo?
¿O, ya estaba hastiado nuestro nido que era más clemente
que un cielo tormentoso quebrando mis alas?
A ti me acerqué de niño cubierto de barro cuando me pegaste
¿Recuerdas?
¿Recuerdas el alcance de tus bofetadas en mis mejillas
aún me cautiva y me purifica
la tibieza inexplicable que impregna tus manos?
¿Dónde está ahora aquel vivir que ha embarrado tus manos?
¿Y dónde, en todo esto, está mi padre?
¿Dónde está mi padre?
Abril 2017
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