jueves, 24 de enero de 2019

Wallace Stevens (EEUU)


TRECE FORMAS DE MIRAR UN MIRLO


I

Entre veinte montañas nevadas,
Sólo se movía
El ojo de un mirlo.



II

Tenía tres deseos
Como un árbol
En el que hay tres mirlos.


III

El mirlo que hacía cabriolas en el viento de otoño
Era una pequeña parte de la pantomima.


IV

Un hombre y una mujer
Son uno.
Un hombre y una mujer y un mirlo
Son uno.


V

No sé qué preferir,
La belleza de las inflexiones
O la belleza de las insinuaciones,
El trino del mirlo
O después.


VI

Los carámbanos llenaron la larga ventana
Con vidrio bárbaro.
La sombra del mirlo
Lo cruzó, de un lado a otro.
El humor
Trazó en la sombra
Una causa indescifrable.


VII

Oh, magros hombres de Haddam,
¿Por qué imaginan pájaros de oro?
¿No ven acaso cómo el mirlo
Sigue los pasos
De las mujeres que los rodean?


VIII

Yo sé nobles acentos
Y lúcidos ritmos, inescapables;
Pero también, sé,
Que el mirlo forma parte
De lo que yo sé.


IX

Cuando el mirlo se perdió de vista
Señaló el límite de uno de muchos círculos.


X

A la vista de mirlos
Volando en la luz verde,
Aun el parloteo de la eufonía
Gritaría agudamente.


XI

En una calesa de cristal
Recorrió Connecticut.
Una vez, lo traspasó un temor
Cuando confundió
Con los mirlos
La sombra de su equipaje.


XII

Se mueve el río.
Debe estar volando el mirlo.


XIII

Fue de noche toda la tarde.
Estaba nevando
E iba a nevar.
El mirlo se posó
En la rama del cedro.



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