martes, 29 de enero de 2019

Francisco Arriví (Puerto Rico, 1915-2007)


Ahuyenta instantes y desata vuelos…

La eternidad del tiempo me desnuda
la presencia del polvo,
ceniza de las horas,
trituración de carnes y de rosas.

Lengua de opacidad, pátina fría,
empeña su destino por mis ojos,
lame tenaz la angustia fiera
izada en la frontera de la muerte.

Defiende, corazón, tu sangre tibia,
la cálida circulación de pulsos,
la fragua de semillas,
la contumaz germinación de sueños.

Blande, esgrime la flor de la esperanza,
ahuyenta instantes y desata vuelos
en esta soledad que avanza oscura
camino de la sombra y del silencio.


(Fuente: Asamblea de palabras)

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