Pequeña oración
Movete, reloj muerto, que cambien tus agujas, y que este nuevo día comience deslumbrando estos ojos enfermos. Ardé, resplandecé, viejo sol, vos que tanto estuviste ocultándote, que encuentre nuevamente el tiempo su sonido y limpie lo que sea que recuerda una herida después de haber sanado.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg Dib
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