jueves, 13 de febrero de 2020

Suzanne Foster (EEUU)


Poemas sueltos

 

En veinte minutos el taxista pasó del creolé al quechua.
2013: Vuelta a Cuba. 145 km. de La Habana a Varedero.
En la Hola de octubre hay fotos de Derek Walcott
y otra de Alberto Fujimori: de Suecia al Perú del patriarcado
a la democracia en catorce páginas. Viajar: piedras
con sabor avellana. No viajar: aprender de memoria
los botones de la secadora. Menciona las quince ciudades
europeas con un obelisco, los nueve presidentes
implicados en fiestas iluminati. Teorías de la conspiración:
hombres del ku klux klan dentro de un plato de mostaza.


*
TROPIEZOS 

Tomo la ropa a oscuras y en silencio
palpo, asustada, el pantalón y respiro aliviada
al sentir el pase del metro.
Con cuidado me ajusto los tenis
rojos que compré ayer en la tienda de segunda mano
y que me recuerdan a un chiste infantil que ahora no puedo repetir.
Tomo a oscuras mi chamarra
me subo la capucha
y salgo a un pasillo iluminado que termina
en un elevador iluminado
y que desciende hasta una calle iluminada.
Al salir me doy cuenta que traigo puestos
sus pantalones cargo
y que eso hace que mi capri esté sobre su piso
donde nos desnudamos al intercambiar nombre
hace menos de dos horas
pero no pienso volver. Reviso
y yo apenas traía el pase del metro con 5 o 6 dólares:
lo suyo es un botín, una cartera llena con 120,
dos pases del metro, que suman otros 40 y su licencia de conducir
del estado de Oregon.
Y no pienso volver, porque en menos de media hora abrirán
una panadería en queens que me gusta mucho
y pienso desayunar su dinero viendo a la bahía
mientras amanece. Sé que está mal
que entre amantes ocasionales no se acostumbra.
Sé que traiciono al amor
y que eso lleva mal karma
y que eso hace que mi cama esté vacía por tantos meses.
La disyuntiva es sencilla
bagel recién cocido con miel, café caliente o la cortesía
con un desconocido que la tiene pequeña, no sabe mi nombre
y huele mucho a condimento oriental.
Nunca lo hubiera adivinado, Oregon.



Coleccioné cucharas durante el verano de 2009.
Llené botas y el cajón de pantis.
Creí entender el destino de la humanidad
a través de su forma y desarrollo:
desde la edad de piedra hasta la posmodernidad.
La noche que fui a cenar sushi se me cayó la carpa
de la historia de occidente.
El siguiente verano perteneció a los crucigramas.
Ante la duda escribía el nombre de un compuesto químico
o su abreviatura.
Nombre de la sexta vértebra: benzoato de sodio.
La pareja del 206 discute con un megáfono.
Un hombre en el pasillo de carnes frías me ofreció distintas drogas.
Jefe huno que en el 425 unió a las distintas tribus: C2oH25N3O.
Este verano comienza con un cortauñas con forma de olifante
y otro con mango de ámbar.







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